Política
“Tal como están las cosas hoy, nunca van a salir de la cárcel”, abogada de los exmilitares colombianos detenidos en Haití
Sondra Macollins Garvin, abogada de los connacionales, explicó en SEMANA cuál es la condición en la que están los militares acusados del asesinato del expresidente de Haití, Jovenel Moïse.
Los 17 exmilitares colombianos detenidos en Haití, acusados del asesinato del expresidente de ese país Jovenel Moïse, cumplen este viernes 7 de julio dos años sin que al menos se les haya iniciado el proceso en su contra, para determinar si son culpables o no.
Si bien algunos los señalan de ser mercenarios contratados para atentar contra la vida del mandatario haitiano, ellos aseguran que fueron contratados por una empresa americana llamada CTU para prestar servicios de vigilancia y de seguridad al excandidato Emmanuel Sanon, opositor al asesinado Jovenel Moïse. Es decir, según dicen, fueron engañados.
Este relato aún no ha podido ser confirmado por algún ente judicial en Haití, pues hasta el momento ninguno de los cinco jueces que han tenido el proceso ha avanzado más allá de recibir el expediente. Adicionalmente, a mediados del año pasado, el Palacio de Justicia de Haití fue vandalizado, con lo que desapareció la poca información que había.
En diálogo con SEMANA, Sondra Macollins Garvin, abogada de los exmilitares, reveló detalles de las precarias condiciones en las que se encuentran estos colombianos y aseguró que, tal como están las cosas hoy, a pesar de ni siquiera haber sido sometidos a un juicio, “nunca van a salir de la cárcel”.
SEMANA: ¿Cómo resultaron estos colombianos en Haití? ¿Por qué fueron capturados?
Sondra Macollins (S. M.): Los están tildando de mercenarios, de haber llegado allá a matar al presidente, pero lo que ellos han dicho es que fueron contratados por una empresa americana llamada CTU para prestar servicios de vigilancia y de seguridad de un político que era el candidato a presidente, el doctor Emmanuel Sanon, opositor al asesinado Jovenel Moïse.
Al mes siguiente de haber llegado, después de haber estado por toda la ciudad, Puerto Príncipe (capital de Haití), los recibió la Policía en salones diplomáticos. Esa misma Policía los lleva el 8 de julio del año pasado en la madrugada a hacer el operativo para hacer un supuesto anillo de seguridad, los dejan en una casa a las 3:00 a. m., cuando ya estaba muerto el presidente. Después de que ellos se dieron cuenta de que ahí, en esa casa, estaba muerto el señor presidente, salieron y se sentaron a esperar la llegada de las autoridades. Ninguno de ellos huyó, permanecieron a las afueras del lugar. Ahí nadie más volvió a aparecer y luego esa misma Policía que los había llevado, los captura.
SEMANA: ¿En qué condición jurídica están?
S. M.: Lo primero que la gente debe saber es que, independiente de que sean o no responsables, en un proceso penal hay que respetar las garantías procesales y Haití hace parte del Pacto Interamericano de Derechos Humanos, donde todos los estados nos comprometimos, incluyendo Colombia, a respetar unos procedimientos universales que se declararon como el debido proceso, el derecho a un abogado; si no tienen cómo pagarlo, el Estado deberá otorgarle uno, entre otros.
En el caso de los capturados por el supuesto homicidio del expresidente Moïse llevan dos años detenidos, no han tenido nunca un abogado, no han podido ir ante un juez, han pasado 5 jueces. El cuarto entregó el proceso diciendo que no podía seguir adelante con la instrucción porque no le habían pasado un proceso físico, es decir, un expediente. Ni siquiera les han presentado las pruebas que tienen en su contra, no existe informe de la necropsia del presidente. Y para acabar de completar, el Palacio de Justicia fue vandalizado en tres ocasiones, la última vez desapareció lo poco que había. Incluso, nosotros contratamos una abogada para radicar un recurso de habeas corpus, pero tampoco se pudo hacer nada.
SEMANA: ¿Qué pasó?
S. M.: Resulta que esta abogada fue al tribunal a presentar el habeas corpus el día que se le citó, porque allá toca pedir una audiencia para asistir. El juez salió a la puerta y le dijo que no podía dejarla ingresar, que no podía recibirle el radicado porque estaba amenazado de muerte.
SEMANA: ¿Usted insiste en que ellos son inocentes?
S. M.: Insisto en que no han tenido ningún tipo de garantías, no hay institucionalidad, no hay autoridad, no existe sistema judicial en Haití. Sobre si son inocentes o no, tendrá que decidirlo la justicia, pero no hay justicia. Si son culpables deben ser condenados y saber a qué pena se enfrenta, pero si son inocentes, deben ser liberados de manera inmediata. Hasta el momento, nadie los ha escuchado a ellos.
SEMANA: ¿Qué podría hacer el Gobierno colombiano?
S. M.: Una de mis propuestas en una reunión que tuve con el Gobierno colombiano fue que, así como Estados Unidos inició un proceso en Estados Unidos por hechos ocurridos en Haití, por el principio de extraterritorialidad, Colombia también haga lo mismo, es decir, que sean juzgados en Colombia. El que resulte culpable que lo condenen o si no, que lo liberen. Pero no ha habido voluntad.
Otra propuesta que hice fue que el proceso sea llevado por un tercer país neutral. Y la última opción, es que los colombianos sean incluidos en el proceso que se abrió en Estados Unidos por este caso por algún delito menor y que, si son culpables, sean condenados a ocho o 10 años de cárcel, pero por lo menos tendrían esperanza de salir algún día. Pero allá en Haití no van a salir nunca de la cárcel.
SEMANA: ¿Cómo están hoy los exmilitares detenidos?
S. M.: La situación carcelaria es terrible para todo el mundo, están en una de las peores cárceles, la de Puerto Príncipe, con unas condiciones de salubridad terribles, de seguridad.
Todas las condiciones inhumanas, pero lo más preocupante para mí es que pasen dos años y no hayan podido tener un abogado, se contrató uno, lo amenazaron y no le recibieron el recurso que se iba a presentar.
La cárcel en la que están tiene medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 2017, porque es una cárcel infrahumana, ninguno tiene baños, los sacan cada tres días a que hagan sus necesidades, entonces se van acumulando las heces humanas en las celdas durante días y allá pues obviamente no hay aseo, no hay agua, cada dos o tres días les dan comida, esa cárcel es una de las peores del mundo. Han sido torturados y antes los guardias los habían cogido de escudo humano. En esa cárcel se muere la gente de hambre.
SEMANA: ¿Cómo hacen para llevarles comida?
S. M.: Las familias reúnen para enviarles y se la entregan a una persona allá que dice que les entrega estos alimentos. Pero la verdad no sabemos si realmente eso ocurre o no. No sabemos si comen o no.