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El Congreso de la República aprueba el presupuesto general, pero, posteriormente, el Ejecutivo debe emitir un decreto de liquidación con un anexo específico sobre el gasto.
Imagen de referencia sobre la plenaria de la Cámara de Representantes. | Foto: guillermo torres-semana

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¿Tambalea el presupuesto del Gobierno Petro en el Congreso? Grupo de legisladores pide que sea devuelto por estar desfinanciado

Saray Robayo Bechara, Katherine Miranda y Miguel Uribe lideraron una proposición en este sentido para que el monto sea ajustado.

Redacción Semana
14 de agosto de 2024

Las comisiones económicas del Congreso están estudiando el Presupuesto General de la Nación para 2025 que fue presentado por el Gobierno Petro en días pasados. Sin embargo, la iniciativa tiene bastantes opositores y desde diferentes orillas políticas están advirtiendo que la iniciativa viene desfinanciada y que tramitarla no es responsable con el país.

Por esa razón, diferentes senadores y representantes firmaron una proposición para devolver el presupuesto con la finalidad de que sea ajustado, al considerar que sería lo más responsable para el país.

La representante del Partido de la U, Saray Robayo Bechara, dijo que la iniciativa del Gobierno Petro no está ajustada a la realidad del país y que su trámite podría traer serias complicaciones.

“El Gobierno debe presentar un presupuesto realista, dejando de lado las proyecciones optimistas y explicando al país por qué insiste en un presupuesto de $523 billones de pesos, a pesar de su evidente desfinanciamiento. No es coherente recortar $20 billones en 2024 y persistir en un presupuesto desfinanciado nuevamente para 2025″, dijo la congresista.

Agregó que el presupuesto de 2025 es una mezcla de incoherencias que privilegia el aumento de la burocracia y da la espalda a las regiones. Además, que reduce en 17,4 % la inversión Pública, incrementa en 6,2% los gastos de funcionamiento y disminuye la inversión para las regiones.

Saray Robayo, congresista del Partido de la U
Saray Robayo, congresista del Partido de la U | Foto: Prensa Saray Robayo

El senador del Centro Democrático, Miguel Uribe, también hizo una exposición en la que señaló que la proposición radicada tiene como único objetivo que se corrija el presupuesto y que es el mejor camino para ser responsables en materia económica.

“Petro se acaba en 2026 pero los problemas que nos deja van a perdurar por muchos años más, por eso nuestro deber es detener esta catástrofe. Por eso junto a varios senadores y representantes proponemos devolver el presupuesto para que sea ajustado, eso es lo más responsable con Colombia”; dijo el congresista.

La representante de la Alianza Verde, Katherine Miranda, se sumó a esta postura y señaló que el Congreso está volviendo a la discusión de un año atrás donde se le dijo al Gobierno Petro que el presupuesto estaba desfinanciado.

“Por eso estamos viendo el reporte que usted, señor ministro (Ricardo Bonilla). Usted presentó un marco fiscal y de la noche a la mañana las cuentas salieron mal. Usted nos quiere plantear una reforma tributaria y no una ley de financiamiento, debemos decir la verdad sobre todo esto”, dijo la congresista.

Los tres grandes rubros del Presupuesto General de la Nación son funcionamiento, pago de deuda e inversión, y son los dos primeros los que se llevan la mayor parte de los recursos, teniendo en cuenta que son gastos fijos.

El Ministerio de Hacienda parte del supuesto de que la economía crecerá en 3 % en el año 2025, según lo estableció en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, presentado en junio.

El gasto total que hará el gobierno será de 403 billones de pesos, con un ingreso estimado de 312 billones, con lo cual, el déficit previsto es de 5,1 %. Hay que señalar que el ingreso proveniente de los impuestos se ha estimado en 289,8 billones de pesos.

Un tema que preocupa, en medio de los inconvenientes para obtener los ingresos necesarios para el financiamiento del Estado, sin sobrepasar la Regla Fiscal, es el de la deuda.

Solo el gasto en intereses se proyecta en 4,7 % del PIB en 2025. Esto, debido la abultada acumulación de deuda después de la pandemia del covid-19.

Lo cierto es que los estimativos apuntan a que la deuda neta se ubique en 56,5 % del PIB en 2025, en comparación con los 55,3 % del PIB de este año.