Política
‘The Washington Post’, uno de los diarios más influyentes en Estados Unidos, destaca propuesta de cambio en la política de drogas del presidente Gustavo Petro
El mandatario colombiano dejó ver su postura ante la Asamblea General de la ONU.
No han pasado dos meses desde que el presidente Gustavo Petro llegó al poder y ya ha tenido varias intervenciones representativas a nivel global, más allá de ser el primer líder de izquierda que haya habido en la historia de Colombia.
Ello incluye, definitivamente, la más reciente publicación del Washington Post, en la que se destacan apartes de un diálogo con el mandatario colombiano y en el cual citaron sus palabras en otra entrevista que le realizaron en los Estados Unidos, luego de su histórico discurso ante la Asamblea de la ONU, respecto a la política de drogas, cuando afirmó: “Necesitamos construir un camino más efectivo. No puedo ir solo por este camino, dado que la demanda viene de fuera de Colombia”.
Asimismo, mencionan que el vicepresidente de política de Americas Society/Council of the Americas, Brian Winter, asegura que el presidente Petro “representa un cambio de paradigma en los temas que han dominado la relación entre Estados Unidos y Colombia, incluido el narcotráfico, la seguridad fronteriza y la política de cada país hacia Venezuela. [El colombiano] también está instando a cambios en las prácticas de extradición que les han permitido a los tribunales estadounidenses juzgar a narcotraficantes colombianos”.
Agregó que el presidente de Colombia “está hablando de una reinvención total de la relación entre Colombia y Estados Unidos, tal y como ha existido durante los últimos 30 años. Si bien ambas partes proceden con cautela mientras se evalúan mutuamente, no hay duda de que esta relación tan importante está cambiando y podría verse dramáticamente diferente dentro de dos años”.
Además, recalcan que el jefe de Estado se refirió a las víctimas de las Farc: “El campesino que cultiva hoja de coca, en mi opinión, no es un delincuente, mi propuesta tiene como objetivo en parte proteger a una parte vulnerable de la sociedad colombiana y eliminar un potente impulsor de la violencia”.
“Mientras haya prohibición, habrá mafia; despenalizar parte de la producción no significa acabar el mercado estadounidense de cocaína, pero sí significa sacar a Colombia de este ciclo de violencia”, agrega el mandatario colombiano.
El líder del Pacto Histórico hizo hincapié en “la responsabilidad de los países consumidores, especialmente Estados Unidos, de asumir una mayor responsabilidad para abordar la demanda en el país, en lugar de centrarse en suprimir la producción en el extranjero”.
Por su parte, Renata Segura, subdirectora de programas para América Latina en International Crisis Group, manifiesta: “A muchos sectores conservadores de derecha [de Colombia] les horrorizaría la idea de cualquier tipo de regulación, pero hay una opinión muy extendida de que la guerra contra las drogas ha sido muy mala para Colombia”.
Mientras tanto, un portavoz del Departamento de Estado detalló ―en condición de anonimato, por obvias razones, según el reglamento― que “la administración de Biden trabajaría con Colombia para interrumpir el suministro de drogas ilícitas y promover políticas holísticas que apoyen la paz y el desarrollo en las áreas de cultivo de coca, además de esfuerzos para reducir la demanda en casa”.
De otro lado, vale recordar que el presidente Gustavo Petro en la ONU cuestionó duramente: “¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo? El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero, en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad. Estas son las cosas del poder mundial, cosas de la injusticia, cosas de la irracionalidad, porque el poder mundial se ha vuelto irracional”.
“Para ustedes, mi país no les interesa sino para arrojarle venenos a sus selvas, llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión. No les interesa la educación del niño, sino matarle su selva y extraer el carbón y el petróleo de sus entrañas. La esponja que absorbe los venenos no sirve, prefieren arrojarle más venenos a la atmósfera. Nosotros les servimos para excusar los vacíos y las soledades de su propia sociedad que la llevan a vivir en medio de las burbujas de las drogas. Les ocultamos sus problemas que se niegan a reformar. Mejor es declararle la guerra a la selva, a sus plantas, a sus gentes”, expresó tajantemente el jefe de Estado.