POLÍTICA
“Todo el país tiene que arrinconar al ELN y decirle: ¿qué es lo quieren? Llevan 50 años matando”: expresidente Iván Duque
En entrevista con SEMANA, el exmandatario rechazó que se levante la orden de captura contra alias Jhon Mechas, señalado de atentar contra su vida y la de otros funcionarios.
SEMANA: ¿qué piensa de que se levante la orden de captura contra alias Jhon Mechas, señalado de atentar contra su vida?
IVÁN DUQUE (I. D.): Jhon Mechas es un criminal de alta peligrosidad, un objetivo de alto valor desde antes de que yo fuera presidente. Opera en la zona de frontera entre Colombia y Venezuela. El levantamiento de la orden de captura significa que las autoridades no lo van a perseguir, no lo pueden hacer y están desmotivadas para hacerlo.
Ese es un criminal que no solamente atentó contra mí, siendo presidente, y contra los ministros del Interior, Defensa, el gobernador de Norte de Santander y el alcalde de Cúcuta, entre otros, sino que estamos hablando del autor intelectual del carro bomba en una de las estaciones militares (la brigada 30, en Cúcuta) que, gracias a Dios, no terminó en la tragedia de haber asesinado a decenas de ciudadanos colombianos y norteamericanos.
Es un hombre perseguido por la justicia internacional. Levantarle la orden de captura a un criminal que está en actividades peligrosas es un elemento de impunidad que puede llevar a que la paz total se convierta en la paz fatal.
SEMANA: ¿por qué habla de la ‘paz fatal’?
I. D.: es fatal que haya criminales a los que se les suspenda la búsqueda y la persecución del Estado a cambio de nada. Es fatal que se sigan manejando actividades de narcotráfico mientras se habla de paz. A más narcotráfico, menos paz. Es fatal que se esté violando el principio de no repetición, que es uno de los principios más importantes de los acuerdos de paz firmados por Colombia. Estos incentivos criminales se convierten en parteras de nuevas formas de violencia: nuevos grupos armados van a decir: “Bueno, aquí seguimos en actividad criminal o fundamos grupos tranquilos, porque en unos años tendremos el mismo tratamiento de los otros grupos”. Eso hace que se convierta en una paz fatal.
SEMANA: ¿considera que el Gobierno Petro está cediendo demasiado ante los criminales, en medio de la ‘paz total’?
I. D.: siempre he dicho que mi voz va a ser siempre constructiva y tiene que ver con construir la paz en Colombia.
Pero claramente sí tengo una preocupación. A los narcotraficantes les dicen que pueden mantener el 6 % de su fortuna. ¿Y quiénes son los auditores de la mafia? Ellos no tienen a Ernest & Young, haciéndoles auditoría. ¿Entonces quién determina cuáles son los activos de ellos? Un 6 % de una fortuna que nadie sabe cuál es termina convirtiéndose en una operación legalizada de lavado de activos. Los que siguen en el negocio van a entender que, en la medida en que mantengan presión, acecho y capacidad de intimidación, siempre tendrán abierta una compuerta para poder buscar un acuerdo con el Estado que beneficie sus intereses. Eso también es un elemento de paz fatal.
SEMANA: entonces, ¿qué le recomienda al presidente Gustavo Petro?
I. D.: a los criminales hay que exigirles. Empecemos por el ELN. Para ponerlo en términos coloquiales, siempre que se han sentado con los Gobiernos, han estado en una permanente mamadera de gallo. Así lo hizo con el gobierno Samper, que los llevó hasta Alemania, a Maguncia. Después durante el gobierno Pastrana, con el gobierno Uribe, donde se avanzó muchísimo, y ellos seguían manipulando su deseo de construir la paz. Con el expresidente Santos hubo 17 meses de negociaciones y mataron a 100 personas, cometieron más de 400 actos terroristas y más de una decena de secuestros.
Llevan 50 años asesinando y cometiendo todo tipo de fechorías y nunca le han dicho al país qué es lo que quieren lograr. Siempre hablan de los puntos de la agenda previa, preliminar, y nunca concretan nada.
Al ELN hay que preguntarle con claridad: ¿qué es lo que quieren de un proceso de paz? No simplemente entrar en una etapa especulativa, la conversación, que es lo que siempre han hecho, para que en la conversación se fortalezcan en sus actividades criminales. Y con los grupos narcotraficantes: ellos solo entienden un lenguaje y es el de la presión del Estado. En Colombia todos los procesos para tratar al narcotráfico con guantes de seda han salido mal.
SEMANA: ¿el proceso con el ELN no avanza como debería?
I. D.: al ELN hay que ponerle presión de parte de todo el pueblo colombiano. Este no es un tema de Petro, Duque, Santos, Uribe o Pastrana. Al ELN todo el país tiene que arrinconarlo y decirle: digan qué es lo que quiere de una vez por todas. 50 años matando colombianos, secuestrando colombianos, volando oleoductos, cometiendo ecocidios y no son capaces de decir cuáles son las diez cosas que quieren. Eso es una burla, eso lo que quiere decir es que les encanta hablar de paz para recomponer sus estructuras criminales. Mientras tanto, van desgastando también a los gobiernos.
SEMANA: denunciamos que un cartel de abogados está pagando hasta un millón de dólares para colar a narcos en la paz total. ¿Qué piensa de eso?
I. D.: ese siempre ha sido un riesgo. Cuando presentamos las objeciones a la Ley estatutaria de la JEP, una de ellas era para evitar que se presentaran ese tipo de situaciones. Claramente, los mafiosos dicen hoy en día: “Oígame, si me incluyen en esto, o si me nombran gestor, o si me levantan la orden de captura, pues eso es muy jugoso”.
Claro que van a tratar de ver a quién compran, cómo manipulan, para tratar de meterse ahí. Por eso, los requisitos para ser gestor de paz tienen que ser demasiado rígidos. Usted no puede nombrar a mafiosos como gestores de paz. Ellos no deben tener otra opción que someterse.
Si usted les da tratamiento con guantes de seda y fuera de eso les dice que van a poder lavar el 6 % de su fortuna para que la gocen después de que hablen con el Estado, pues eso va a generar muchos incentivos perversos para que sigan. Y, por la vía de la corrupción, van a buscar obtener un tratamiento diferencial.
SEMANA: expresidente, ¿qué piensa del llamado del presidente Petro para democratizar la generación de energía?
I. D.: no logro entender. Colombia es uno de los países que más ha democratizado su energía. La ha democratizado tanto que tiene una de las matrices energéticas más limpias del continente y del mundo. Tiene uno de los sistemas más eficientes de subsidios para las personas más vulnerables. Gasta todos los años en subsidios para los estratos 1, 2 y 3, y eso lo pagan las personas de más altos ingresos para tener subsidios cruzados.
Tiene uno de los sistemas de regulación de energía y tarifa más equitativos. ¿Decir que hay seis generadores? Un momento. Ellos deben cumplir su papel. Colombia tiene grandes generadores, pero tiene microcentrales y también tiene sistemas de paneles unifamiliares en zonas apartadas, sistemas de abastecimiento y sistemas de remuneración por capacidad instalada y dispuesta para transmitir energía en el momento en que el sistema lo requiera.
Mi mensaje es el siguiente: lo que no está dañado, no lo arregle. El sistema eléctrico colombiano se ha construido por varios gobiernos, se ha mejorado por varios gobiernos, es transparente, técnico y tiene solidez financiera. Que ojalá no lo vayan a dañar porque eso lo único que va a traer es que pongan en riesgo el abastecimiento de energía del país y que ahuyenten a los inversionistas de un sector que son escasos a nivel mundial. Ellos siempre están buscando dónde los tratan mejor y dónde tienen mejores incentivos.
SEMANA: hay un frenazo de la economía colombiana. ¿Cómo ve el panorama del país?
I. D.: lo veo con mucha dificultad porque se han dado muchas señales a los sectores que más invierten: el sector mineroenergético está espantado; el eléctrico está espantado; ahora el de energía renovable está espantado; el comercio está espantado; la industria está espantada.
Se necesita certidumbre, estabilidad, que se respeten las reglas de juego. Desafortunadamente, se ha generado un ambiente de tanta duda que además se está traduciendo en que esté saliendo capital colombiano a otros lugares y que haya colombianos calificados queriéndose ir del país.
Los inversionistas que ya tienen recursos en Colombia están llevando al mínimo sus nuevas inversiones este año.
Vamos a tener un año con inflación alta, y más ahora que viene una adición presupuestal que va a financiar muchos subsidios. El crecimiento superará el 1 %, si nos va bien, o habrá un escenario de recesión.
Vemos que las personas que tienen que generar empleo, los empresarios, tienen demasiada incertidumbre. Hay que generar un mensaje de certidumbre, de respaldo y respeto a la industria privada. Atacar la inversión privada en salud y pensiones espanta los sentimientos de formación de capital en el país.