¿Un muro en el tapón del Darién para “taponar” la migración? Petro analizará la emergencia de movilidad humana con Panamá

La participación de Colombia en la Asamblea General de Naciones Unidas se ve opacada por una posible solicitud que habría hecho Estados Unidos a Colombia: frenar la migración por el Tapón del Darién.

Pero, ¿la Casa Blanca le pidió al Gobierno de Gustavo Petro levantar un muro en la selva del Darién? Pues bien, esa fue una de las preguntas de los medios de comunicación al presidente Gustavo Petro durante su participación en el primer día de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Petro resultó ser un político de pocas palabras cuando se le preguntó por ese tema y simplemente se limitó a señalar: “No lo ha pedido. Mañana hay una [reunión] bilateral para que hablemos un poco más precisamente de ese tema entre el Gobierno panameño y el colombiano”.

Lo que está claro es que hay dos corrientes entre los gobiernos sobre cómo atender la situación de movilidad humana que se presenta en la frontera norte de Colombia: la de reprimir o la idea del presidente Petro de atender la migración a partir del levantamiento de las sanciones internacionales contra Venezuela.

“Ponerle un alto a ese éxodo es lo que nos pone en discusión: ¿cómo se hace? Hay una posición que es reprimir, cerrar fronteras, en el caso del Tapón del Darién es taponar el Tapón, lo cual es bastante difícil porque las personas que organizan el éxodo usan rutas marítimas. Creo que esa posición no es la eficaz”, sostuvo el presidente Petro.

Sobre su postura, el jefe de Estado colombiano agregó: “La nuestra consiste en averiguar de dónde viene la población, en un 80 % hemos descubierto que son venezolanos y venezolanas que salieron de su país, se ubicaron en toda América y ahora vía tapón del Darién van hacia los Estados Unidos. En segundo lugar, colombianos; en tercero, ecuatorianos, y así hasta llegar a Afganistán y otros países. Entonces, el tema de desbloquear Venezuela, incluso de liberar fondos de manera progresiva (...), permite empezar a lograr un mejor bienestar de la población en Venezuela, que es lo que permitiría disminuir el flujo en el Darién”.

Las estadísticas que presentó la Casa de Nariño en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas indican que hay un millón de personas cruzando por el Tapón del Darién por año, una emergencia humanitaria en la que se entrelazan cuestiones de salud pública, del conflicto por las mafias, el desplazamiento y las necesidades humanitarias de los migrantes.

“Lo que estamos observando en el tapón del Darién es que, efectivamente, cerca de 30 millones de dólares son capturados de los bolsillos de las personas que migran por este tipo de mafias para pagar los pasos, las travesías por el mar, etcétera. Se están enriqueciendo con el éxodo y producen nuevas esclavitudes: utilizan a la mujer y a los niños para una serie de actividades que tienen que ver con sus negocios ilícitos, incluso trabajo forzado”, aseveró el presidente colombiano.

De acuerdo con el Gobierno Nacional, el Clan del Golfo domina las actividades ilícitas en la zona. No obstante, la cuestión va más allá de un problema de seguridad en la frontera entre Colombia y Panamá: la apuesta de la Casa de Nariño es influir en la situación de los países originarios de la migración.

Colombia y el mercado ilegal del fentanilo

Gustavo Petro dará su segundo discurso como jefe de Estado colombiano ante la Asamblea General de Naciones Unidas este martes. Entre los posibles temas que tendrá el Ejecutivo en esa alocución están la nueva estrategia de Colombia contra las drogas, la movilidad humana y la solicitud de un cambio en el sistema financiero global.

Sobre el asunto de las drogas, específicamente acerca del mercado del fentanilo, el presidente Petro aseguró: “Es altamente probable que los procesos industriales se hagan en los mismos Estados Unidos, incluso en la frontera de México con un menor valor de la fuerza de trabajo”.

Entonces, dice el jefe de Estado, “Colombia no va a tener una posición privilegiada ahí y eso nos da la oportunidad de la paz, de quitarle la gasolina violenta a las bases de la sociedad colombiana”.

La hipótesis del presidente es que el mercado ilegal del fentanilo podría desplazar el de la cocaína, un ilícito en el que Colombia ha tenido un protagonismo importante.