Política
“Una pieza fundamental en la arquitectura del Gobierno del cambio”: Alexander López sale en defensa del ministro de Hacienda
El ministro Ocampo se ha destacado por desmentir anuncios del Gobierno, incluso aquellos que hace el presidente.
En las últimas semanas, José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, se ha destacado por salir a desmentir anuncios del Gobierno, incluso aquellos que hace el mismo presidente Gustavo Petro. Por eso, cuando el mandatario aseguró que había un “enemigo interno”, en redes sociales se especuló que se hablaba del economista.
El presidente Petro descartó que se haya referido a Ocampo, asegurando que “el enemigo interno es el acumulado de normas y pasos hechos en la administración nacional durante décadas para defender intereses particulares”.
Sin embargo, muchos opositores comenzaron a prever que el ministro podría ser una pieza incómoda dentro del gabinete del presidente. Frente a esos comentarios, el senador Alexander López Maya, del Pacto Histórico, resaltó la importancia del ministro Ocampo en la agenda de cambio que promueve el Gobierno.
El doctor @JoseA_Ocampo es un gran profesional y es una pieza fundamental en la arquitectura del Gobierno del cambio, rechazo la tergiversación y malversación rastrera que busca desconocer esta realidad.
— Alexander López Maya (@AlexLopezMaya) October 13, 2022
“El doctor José Antonio Ocampo es un gran profesional y es una pieza fundamental en la arquitectura del Gobierno del cambio. Rechazo la tergiversación y malversación rastrera que busca desconocer esta realidad”, publicó el senador en Twitter.
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El ministro Ocampo ha tenido que desmentir o matizar varios anuncios hechos por el gabinete y el mismo presidente. En los últimos días, el presidente Gustavo Petro aseguró que el alza de la tasa de interés por el Banco de la República no controla la inflación. A su vez, dijo que para bajar el costo de vida se podría aplicar un “impuesto transitorio de remesas a capitales golondrinas”.
Después de un arduo primer debate de la reforma tributaria y frente a las presiones alcistas del dólar, el ministro desmintió e invitó a los inversionistas a confiar en el país.
“El Gobierno no va a proponer control de cambios, ni va a imponer impuestos a los ingresos de capital (...). No hay ningún temor para estos inversionistas. Más aún celebramos que los capitales extranjeros estén entrando al país”, dijo Ocampo.
Finalmente, frente a la propuesta del presidente de financiar la compra de tres millones de hectáreas de tierras por medio de Títulos de Deuda Pública (TES), el ministro aseguró que no es posible.
“No sé si el presidente dijo eso o no (la compra de los tres millones de hectáreas), en todo caso desde el Ministerio de Hacienda tiene claro, ya que no se puede hacer, o sea, no se puede comprar tierras con TES”, dijo.
Ocampo señaló que tampoco es viable aumentar la deuda pública, argumentando que como prioridad es necesario que el país cumpla la regla fiscal.
“Igual si hiciéramos eso (...), igual tenemos la regla fiscal que hay que cumplir”, indicó Ocampo.
Gustavo Petro, ¿preocupado por el tiempo?
En su visita al Cauca, el presidente Gustavo Petro reiteró en varias ocasiones que le preocupa que en cuatro años no logre cumplir con la agenda de cambio que propuso.
“Pero estamos perdiendo tiempos, tiempos que yo no tengo. Si algo le falta a este gobierno es tiempo. Cada segundo es un segundo menos, como un cronómetro de una carrera, cada segundo se pasó el tiempo. Lo que no tenemos es tiempo”, dijo en su discurso.
“No pierdan el tiempo, ubiquen el objetivo real. Estos cuatro años no pueden pasar, porque si pasan sin pena ni gloria, será como lo sangre de Gaitán corriendo hacia la alcantarilla. Y por segunda vez, no tendríamos ninguna posibilidad, como decía Gabriel García Márquez, ninguna segunda oportunidad”, reiteró el presidente, frente a la comunidad indígena del municipio de Caldono.
El presidente, franco y cercano con los indígenas del Cauca que también se aglomeraron en campaña para escucharlo, expresó su principal preocupación. Que cuatro años pasen sin pena ni gloria, con la obstaculización de aquellos “enemigos internos” que estarían frustrando el cambio desde adentro.