POLÍTICA
Urgente: Iván Mordisco, el temido jefe de las Farc, a punto de abandonar el proceso de paz con el gobierno Petro, ¿por qué?
El Gobierno avanza en las conversaciones con un importante grupo de disidencias en el Caquetá y Mordisco no está presente.
Iván Mordisco, el sanguinario jefe de las disidencias de las Farc, estaría a punto de patear nuevamente la posibilidad de dejar las armas e ingresar a la vida civil. Así lo ha venido revelando SEMANA, mientras el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, no escondió las fracturas internas del grupo armado.
Esa información la maneja de forma reservada el gobierno de Gustavo Petro que ha endurecido su discurso en contra del temido subversivo. “Quiero que cojan vivo a Iván Mordisco, no me lo maten”, pidió el Presidente recientemente.
Petro no tuvo límites para hablar del guerrillero porque conoce sus andanzas.
Además, el subversivo, ya se había burlado del proceso de paz en el gobierno de Juan Manuel Santos porque amagó con hacer parte de la negociación, pero, sorpresivamente, se internó de nuevo en las selvas colombianas.
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SEMANA estableció con fuentes de alta credibilidad del gobierno que Iván Mordisco está en un verdadero limbo porque se quedó solo y, al parecer, debilitado en hombres ya que el grueso de sus estructuras guerrilleras decidieron seguir en la mesa de negociación de Petro.
De hecho, este lunes 8 de abril, en San Vicente del Caguán, Caquetá, el gobierno y el estado mayor central de las disidencias avanzan en las conversaciones, pero Iván Mordisco no llegó. Tampoco sus estructuras.
La razón obedece a que su organización está fragmentada.
“Hoy en el Caquetá perdieron la pelea, se quedaron aislados porque la mayoría de la gente de las Farc sí están no solamente respetando el cese al fuego sino con el deseo de avanzar hacia la paz”, le dijo Otty Patiño a SEMANA.
“Según la información que tenemos, los que estuvieron en el Caquetá se reunieron y solo algunos frentes quedaron por fuera, fueron básicamente los frentes que operan en el departamento del Cauca”, precisó el Alto Comisionado para la Paz.
“Están divididos. Los que se dividieron quedaron en minoría y son las del Cauca. Iván Mordisco casi que quedó en este momento en el aire, él trató de unir a todos y no asistió al encuentro del Caquetá, pero creo que tampoco estaba el frente con el cual tiene, por así decirlo, mayor estabilidad, que es el Carolina Ramírez. Él quiso reunirlos a todos y no quedó ni en un lado ni en el otro. Ojalá, en el futuro próximo, él asuma esa posición de no estar en un lado o en otro, ojalá esté con los que en este momento están buscando la paz”, destacó.
Y añadió Patiño que al jefe guerrillero, si sigue empeñado en atacar a la fuerza pública y la sociedad civil, “se le debe perseguir, judicializar o combatir”.
En otras palabras, en el proceso de paz de Petro quedaron el Bloque Briceño (que operan en zonas de Caquetá, Sur del Meta, Guaviare, Huila); el Frente Carolina Ramírez (que se mueve por Huila y Putumayo); el Bloque Catatumbo y el Magdalena Medio (Sur de Bolívar, Bajo Cauca, norte de Antioquia).
Es decir, “aproximadamente el 45% de los efectivos y el 70% del territorio del EMC”, dijo la fuente a SEMANA.
Por fuera de la mesa quedó el Bloque Suroccidente (que delinque en zonas del Cauca, norte de la costa nariñense y hacia el Huila), y el nuevo Bloque Central (zonas del norte del Cauca, sur del Valle y algunos reductos en el Huila).
“Arauca no se sabe en dónde se alinea. Iván Lozada o Iván Mordisco está con el Frente Primero e intenta mediar entre los dos polos”, explicó textualmente la fuente.
Este fin de semana, esta revista reveló que dentro del autodenominado EMC hay una división mafiosa por parte de los cabecillas de las estructuras más visibles: Jaime Martínez, Jacobo Arenas, Dagoberto Ramos, Carlos Patiño y Carolina Ramírez.
Dichos frentes han actuado de manera unilateral, sin acatar las órdenes de Mordisco, es decir, que se está viviendo una completa rebelión de los cabecillas que se niegan a renunciar a las actividades criminales de narcotráfico, secuestro, extorsión, homicidios, minería ilegal, que les deja mensualmente millonarias ganancias que los hace vivir como verdaderos capos del narcotráfico.
Y aunque se ha dado apariencia que el gran jefe es Iván Mordisco, inteligencia de las agencias de seguridad del Estado develó que alias Marlon, alias Mocho, alias Cholinga, alias Kevin y alias Daniel Alvizú, cabecillas de los frentes mencionados anteriormente, lo único que buscan es arroparse bajo el nombre de las EMC para que el Gobierno mantenga un cese al fuego que frene las operaciones de la Fuerza Pública en su contra y ellos puedan seguir expandiéndose en el país, como lo reconoció el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
En otras palabras, el Gobierno hoy sortea a tres grupos de disidencias: la que está negociando la paz, la de Iván Mordisco y el grupo armado de Iván Márquez que también ha mostrado disposición para conversar.