ENTREVISTA
“Va mal, pero no tan mal como Petro”: Jaime Bayly reveló qué piensa sobre Gabriel Boric
En entrevista con SEMANA, el famoso presentador habló de los mandatarios de algunos países de Latinoamérica.
Jaime Bayly se ubicó como uno de los periodistas más controversiales de los medios internacionales, debido a sus opiniones sobre diversas situaciones políticas y sociales. El también presentador de televisión no dudó en dar siempre sus puntos de vista, lanzando distintos comentarios sobre figuras políticas de todos los países.
Escuche aquí la entrevista completa:
El escritor peruano visitó Bogotá y concedió un diálogo a Vicky Dávila para la Revista SEMANA, donde destapó varios puntos de su vida personal y laboral. El periodista habló un poco sobre los mandatarios de algunos países de Latinoamérica, plasmando sus visiones sobre el trabajo que están haciendo en los diferentes frentes.
En la entrevista, Jaime Bayly aprovechó y dio sus opiniones sobre presidentes como Nicolás Maduro, Joe Biden, Nayibi Bukele y Gustavo Petro, al igual que de expresidentes como Álvaro Uribe, Iván Duque, Donald Trump, Juan Manuel Santos y Andrés Pastrana. No obstante, allí se sinceró y comentó un poco sobre Gabriel Boric, presidente de Chile, a quien considera que va mal en su mandato, pero no tan grave como otros.
Tendencias
De acuerdo con lo que expresó el presentador peruano, Gabriel Boric se vio envuelto en situaciones no tan beneficiosas, pero su gestión no era tan mala como la de Gustavo Petro. Allí, hizo una leve comparación, mencionando también al presidente de México, Manuel López Obrador.
“Va mal, pero no tan mal como Petro y no tan como López Obrador”, afirmó el escritor, enfatizando en que el presidente de Colombia iba “peor” que el mandatario chileno.
En la explicación que dio sobre por qué pensaba esto, Bayly involucró a Nicolás Maduro, puntualizando en que Boric sí confrontaba al político venezolano, a diferencia de Gustavo Petro. “Porque Boric no va a sonreírle a Maduro. Comencemos por ahí. Boric sí confronta a Maduro. También confronta a Ortega. Entonces, Boric es de izquierda, pero no le hace coqueteos y arrumacos a Maduro. Para mí, ahí hay una primera diferencia moral. Y lo otro es que Boric es gordito, tiene cara de nerd y es lector, eso me da cierta ternura, porque él y yo somos gorditos, y yo defiendo la gordura”, afirmó.
En este diálogo quedó clara la visión del escritor sobre los mandatarios, especificando realmente todo lo ocurrido a lo largo de los meses entre países de Latinoamérica.
Lea la entrevista completa de Jaime Bayly con SEMANA, donde habló de su vida personal, su novela Los genios y algunas figuras políticas.
VICKY DÁVILA: ¿Por qué se interesó por una cosa que parecía ya contada, pero que ha resultado fantástica?
JAIME BAYLY: Bueno, porque despertaba en mí una genuina curiosidad. ¿Por qué Vargas Llosa le pegó a García Márquez? no eran dos escritores cualquiera eran dos genios inmortales. ¿Y por qué después de aquel puñetazo improbable nunca más se vieron, ni se hablaron, ni se reconciliaron? ¿Qué pasó Vicky? ¿Vargas Llosa le pega a Gabo, lo derriba, lo deja knock out y al pegarle le dice: “Esto es por lo que le hiciste a Patricia”, a su esposa Patricia Llosa. ¿Qué le hizo Gabo a Patricia? Ese es el disparador de la novela. A lo mejor no le hizo gran cosa, a lo mejor Vargas Llosa se afiebró de celos.
VICKY DÁVILA: Me gustaría que le contara a la gente ¿qué le hizo a Patricia Gabo?
JAIME BAYLY: Bueno, sin entrar en grandes detalles, Vargas Llosa creyó, y por eso le pegó que Gabo había traicionado la amistad, permitiéndose unos avances eróticos indelicados con Patricia Llosa cuando -todo hay que contarlo- Mario había dejado a Patricia. Mario deja a Patricia, se va con otra mujer... no era la primera vez que lo hacía, no sería la última. Mario deja Patricia con tres niños pequeños. Por eso, Mario le pegó.
Pero esa es una versión. Está la otra versión, la que me dieron los amigos de Gabo, muy cercanos a él. Y ellos me aseguraron que no pasó gran cosa y que hubo sí, y está contado en la novela, un momento extraordinario, memorable... una noche en una discoteca en Barcelona, una madrugada en la que Gabo se ofrece a llevar a Patricia al aeropuerto del Prat. Carmen Balcells, insiste en que Patricia vaya con su chófer. Patricia prefiere ir con Gabo porque se lo está pasando bomba. Gabo tenía un BMW convertible, van cantando vallenatos, no está Mercedes. Gabo se pierde y toma el camino equivocado, se despista, no llega a tiempo al aeropuerto del Prat. Patricia pierde el vuelo. La pregunta es ¿Gabo se pierde a propósito o accidentalmente pierden el vuelo y, como están de rumba, y como Gabo era jodedor, caribeño y parrandero quieren seguir la fiesta? Y la fiesta sigue en un hotel. Y ahí me detengo. Si quieren saber qué es lo que yo creo que pasó en ese hotel, hay que leer Los genios.
VICKY DÁVILA: ¿Qué estaría diciendo Gabo si estuviera vivo sobre este libro?
JAIME BAYLY: Se reiría y me diría lo mismo que me dijo cuando yo le pregunté por qué se pelearon: él sonrió y me dijo “yo no me peleé con él, Mario se peleó conmigo”.
VICKY DÁVILA: Pero Vargas Llosa cuando le preguntaron por la novela dijo que eran mentiras.
JAIME BAYLY: Tú sabes Vicky que la novelas son mentiras, son artefactos, bombas de relojería construidas de fantasías, de mentiras, de la imaginación de la inventiva del autor. Ahora dicho, esas mentiras a ti como lectora te tienen que resultar creíbles. Pero aún si son mentiras. Y tu tienes que decir, sí, le creo a Bayly. Sí, están bailando, sí están en el BMW cantando vallenatos, sí están en ese hotel. Me tienes que creer. Si yo no ejerzo esa hipnosis sobre ti como lector yo fracaso. Entonces claro para él ahí dice: sí son mentiras, pero el puñetazo no fue mentira. Partimos de un hecho real, después uno puede colorear la vida misma. No mejorarla, embellecerla dotarla de unos riesgos, unas aventuras, pero lo esencial de Los genios son hechos reales.
VICKY DÁVILA: Quiero que hablemos de Colombia, de América Latina... pero antes ¿Ya se hablan con Vargas Llosa?
JAIME BAYLY: Por mi parte sí. Y le hemos mandado una copia de la novela, dedicada y firmada. En privado, a hurtadillas.
VICKY DÁVILA: ¿Pero no le ha contestado?
VICKY DÁVILA: Todavía no. Yo la admiro mucho. Es un genio. Es inmortal. Lo mismo que Gabo. Yo no habría escrito esto si fueran dos escritores menores que se pelean por una mujer. Son dos genios. ¿Dónde se ha visto que dos premios nobel zanjen sus diferencias a golpes. Tu no has visto que el Nobel de Física le pega al premio Nobel de Química.
VICKY DÁVILA: En Colombia ya llevamos ocho meses con un gobierno de izquierda. ¿Cómo ve la administración Petro?
JAIME BAYLY: Con un poquito de preocupación.
VICKY DÁVILA: ¿Por qué?
JAIME BAYLY: Hay dos o tres cosas que ha hecho últimamente y que no entiendo. Es bueno que Colombia tenga un gobierno de izquierda, no siempre puede gobernar la derecha. Hubo dos mandatos de Uribe, dos mandatos de Santos y uno de Duque. Son 20 años de derecha, con matices, pero de derecha. Petro es un hombre inteligente, creo que es un demócrata, no creo que se vaya a convertir en un dictador chavista, no creo que vaya a cerrar el Congreso, que vaya a dinamitar la democracia, que vaya a confiscar periódicos o a confiscar canales de televisión. Petro no es Chávez. No es un militar, no es Maduro, no es un gorila. Ahora, ¿qué me preocupa? Si de verdad es un demócrata y quiere convencernos de que cree en la democracia, no basta con ganar elecciones, también tienes que demostrarlo gobernando. ¿Por qué defiende en el Perú a un golpista, a un sujeto que quiso ser un dictador chavista, como Pedro Castillo? ¿Por qué ataca a la presidenta legítima? Es muy torpe la señora Boluarte, pero es la presidenta constitucional. O sea, en el Perú, el señor Petro no defiende la democracia. No. Defiende al golpista que está preso. Luego tienes Venezuela. Esto es más serio todavía.
VICKY DÁVILA: ¿Qué ocurre?
JAIME BAYLY: Le manda a un embajador como Benedetti que es impresentable, que no parece un embajador, parece una varipolera de Maduro. Está todo el día sonriéndole a Maduro. Está en Caracas para sonreírle al dictador. Luego Petro va a Caracas y le sonríe a Maduro, no lo confronta.
VICKY DÁVILA: El presidente Petro ha ido cuatro veces a Venezuela.
JAIME BAYLY: Demasiadas. En ningún momento dice: aquí hay una dictadura, aquí se violan los derechos humanos. Luego viene Guaidó. Guaidó escapa de una dictadura, es un perseguido político.
VICKY DÁVILA: Aquí echaron a Guaidó…
JAIME BAYLY: Lo expulsan de Colombia. Entonces, Petro decide ser enemigo de Guaidó y amigo de Maduro. Petro decide ser enemigo de Boluarte y amigo del golpista Castillo. ¿Dónde están sus valores democráticos?
VICKY DÁVILA: El presidente Petro acaba de pedirle la renuncia a siete de sus ministros. ¿Ese cambio abrupto tiene algún significado en lo que puede venir?
JAIME BAYLY: Me preocupa. Yo no hubiera sacado al ministro de Hacienda (José Antonio Ocampo). A mí me daba confianza, era un señor que entendía las leyes básicas del libre mercado, de la globalización, de cómo crear riqueza. Yo entiendo que Petro quiere repartirla, pero primero hay que crearla. No puedes partir la torta si antes no la has hecho. El ministro de Hacienda me tranquilizaba. Luego perdió a un ministro que me parece que era talentoso, el de Educación.
VICKY DÁVILA. Alejandro Gaviria. Eso ocurrió antes y terminó siendo botado por oponerse a la polémica reforma a la salud.
JAIME BAYLY: A mí me parece que el señor merecía un mejor trato. Recuerdo cuando Petro era candidato, leía en el diario El País un artículo de Héctor Abad Faciolince, me encantó. Porque Héctor, que es un gran escritor, decía: ‘Cuidado que Petro, cuando fue alcalde de Bogotá, demostró que es un autócrata, demostró que es un desleal, que trata muy mal a sus colaboradores, que los despide sin compasión’. Y es lo que está haciendo ahora.
VICKY DÁVILA. La saliente ministra de Salud, Carolina Corcho, arrasó con todo, y al final Petro la botó también.
JAIME BAYLY: Entonces, Abad Faciolince, en El País, tenía razón. Petro, cuando tiene poder, no sabe administrarlo sabiamente. Y en su espíritu se esconde un pequeño dictador agazapado, un autócrata escondido, le gusta machacar. ¿Por qué hace machacar al ministro Gaviria? ¿Por qué hace machacar a este ministro de Hacienda? Él los eligió, ¿o no? Entonces, si él los elige, que aprenda a cohabitar con ellos.
VICKY DÁVILA: Jaime, cuál es su pálpito: ¿Petro se va en el 2026 del poder o se queda?
JAIME BAYLY: Se va.
VICKY DÁVILA: ¿Está seguro?
JAIME BAYLY: Estoy seguro.
VICKY DÁVILA: ¿Por qué?
JAIME BAYLY: Porque la democracia colombiana es mucho más fuerte que los instintos autoritarios de Petro. Es decir, Colombia es una democracia robusta desde el año 57, si recuerdo bien. Colombia no ha tenido un Chávez ni un Maduro. No ha tenido un Fujimori ni un Pedro Castillo. No ha habido un Pinochet. Y no estoy comparando a Colombia con países europeos, lo estoy comparando con la región. Creo que Colombia tiene unas instituciones democráticas, incluyendo la prensa libre que es fundamental. Hay unas Cortes, un Congreso que no van a sucumbir a la tentación autoritaria de Petro. Yo sí creo que él la tiene, se le nota, por su política exterior, en la que defiende a autoritarios, por el modo en que despide a sus colaboradores, por su juventud. Él no ha sido un demócrata toda la vida. Pero yo no creo que Petro vaya a tener el poder, y ya no lo tiene ahora, lo tiene cada vez más recortado, porque sus índices de desaprobación suben. Por otra parte, quiero creer que él no es un dictadorzuelo escondido y que su sueño no es perpetuarse en el poder.
VICKY DÁVILA: El expresidente César Gaviria decía que a Petro le va a costar mucho dejar el poder. Gaviria señalaba que sentía temor de que pueda quedarse.
JAIME BAYLY: No lo podemos descartar. Creo que no va a tener suficiente poder para acometer una empresa tan innoble que requiere de unas mayorías en el Congreso, porque tendría que reformar la Constitución.
VICKY DÁVILA: Ya hay unas voces en el Pacto Histórico que piden una Constituyente. El presidente no se ha pronunciado.
JAIME BAYLY: Qué peligro. Yo lo he visto en Perú muy a menudo. Presidentes que dicen: ‘Como este Congreso me resulta odioso, vamos a cerrarlo, vamos a encontrar alguna coartada legal y lo cerramos’. No se puede cerrar el Congreso. Es un trauma institucional. El Congreso ha sido elegido del mismo modo que el presidente. Al Congreso se le elige antes de la primera vuelta. Representa la voluntad popular, son depositarios del voto de los colombianos. No se puede cerrar un Congreso como uno se cambia de camisa o de calzoncillos. Hay que tener un respeto. En la democracia nadie tiene todo el poder. Tú tienes un poco, yo tengo un poco. Tú eres mayoría, gobiernas, pero yo soy minoría, y yo fiscalizo. Ahora, cuando uno quiere tener todo el poder, ahí estamos en problemas.
VICKY DÁVILA: Hay un rumor en el sentido de que la primera dama, Verónica Alcocer, puede ser candidata presidencial en el 2026. Eso no ha ocurrido en Colombia. ¿Cómo lo ve?
JAIME BAYLY: Con alarma, con preocupación, espero que no caigan en esa trampa de la vanidad, sería un error histórico muy grave. Yo le doy un consejo a Petro y de buena fe, no quiero que fracase, quiero que tenga éxito.
Le doy un consejo: primero, usted tiene que volver a su casa a la actividad privada, en el 2026, cumplir un mandato y respetar la Constitución. Y el segundo consejo que le doy es: no sea siempre el dueño de la verdad, sea un poco más humilde, yo lo veo muy arrogante. Cuando veo su discurso en Naciones Unidas o con Biden… él se reúne con Biden y ya quiere gobernar Estados Unidos. Él ya le quiere decir a Biden cómo no extraer petróleo, que no se pueda procesar el carbón, le dice: ustedes están poniendo en peligro el futuro de la humanidad, es el capitalismo.
De comunismo no habla. Pero dice que el capitalismo va a matar a todos los seres humanos del planeta, porque el capitalismo es una maldición. Ahora uno le pregunta a Petro: ¿usted cómo viajó de Bogotá a Washington? Viajó en avión, ¿no? Bueno, eso contamina. Eso también usa petróleo, gasolina, combustible. Luego, ¿cómo se moviliza en Washington? ¿Se moviliza en bicicleta? No. ¿En un auto eléctrico? Tampoco. Bueno, en un auto blindado que contamina. Entonces, le aconsejaría un poco de humildad y menos arrogancia. Y la humildad, creo Vicky, en política, consiste en asumir que otro puede pensar mejor que tú. Sea el ministro Gaviria, el ministro Ocampo, y no porque yo soy el presidente siempre tengo la razón. No. A veces es bueno callarse y escuchar. Y admitir que otro, de otro partido político, puede tener una idea mejor que la tuya. No lo veo tan dispuesto a escuchar. Lo veo con mucha arrogancia intelectual.
VICKY DÁVILA: ¿Y sobre la posibilidad de que Verónica Alcocer sea candidata presidencial en 2026? ¿Sería un error?
JAIME BAYLY: Por supuesto, sería una improvisación. ¿Cuáles son sus credenciales? ¿Cuál es su ejecutoria? ¿Qué cargos públicos ha ocupado? Uno no se puede postular a la Presidencia como quien se postula a un concurso de Miss Simpatía. No. Para llegar a la Presidencia, uno tiene que demostrar unas capacidades como gobernador, alcalde, senador, hacer una carrera, tener unas cartas. ¿Qué ha hecho la señora? Yo no sé. ¿Está preparada? Fíjate el caso de Perú: Ollanta Humala quería que Nadine Heredia, su esposa, hiciera esta operación que hizo Kirchner con éxito con Cristina. Pero Cristina sí era una política de toda la vida. En el caso de la señora Verónica, como en el caso de la señora Boluarte en el Perú, es la pura improvisación.
VICKY DÁVILA: Francia Márquez se convirtió en un símbolo en la campaña presidencial y fue la fórmula vicepresidencial de Petro. ¿Hoy cómo la ve?
JAIME BAYLY: Con esto del helicóptero, ella cometió el mismo error que le estoy criticando a Petro. La arrogancia. Es muy frecuente que una persona que no ha tenido poder en su vida, cuando de pronto tiene tanto poder, se envanezca. Se crea superior. Y crea que los dineros públicos se usan para beneficio privado. Y crea entonces que, como le resulta peligroso o incómodo ir del aeropuerto a su casa, entonces es mejor que vaya en helicóptero. Eso cuesta. Ese es un gasto lujoso. Y está entonces en contradicción abierta con su discurso político de toda su vida. Yo le recomiendo humildad. Por lo tanto, le recomiendo austeridad.
VICKY DÁVILA: ¿Que se baje del helicóptero?
JAIME BAYLY: Que se baje del helicóptero, por supuesto.
VICKY DÁVILA: Ella nos dijo que estaba en riesgo su vida y que no iba a dejar que la mataran.
JAIME BAYLY: La vida de todo político y no solo en Colombia está en riesgo. Si uno tiene miedo, entonces no entres en política. Si vas a entrar en política, para desplazarte en autos blindados y en helicóptero, y en aviones privados, entonces no entres en política. Yo a los políticos que más he admirado, por ejemplo los uruguayos, Sanguinetti, Lacalle, Tabaré Vásquez, ¿crees que se movían en helicóptero? Ni siquiera tenían avión presidencial. Iban caminando a la cafetería, cerca del palacio de Gobierno, a almorzar como uno más. El político, cuando está en el poder, cuando es un servidor, cuando vive de los dineros públicos, tiene que dar ejemplo de humildad y de austeridad. La arrogancia de la señora Francia Márquez diciendo ‘de malas’, no, no señora. Lo mismo diría si fuera alguien de derecha.
Lo que me lleva a otro tema y es que no tiene sentido votar por alguien porque es indígena, negro, mujer, gay, transexual. Eso no tiene sentido. Recuerdo a Evo Morales. La gente decía: ‘Pobrecito Evo, hay que votar por él porque es indígena’. ¿Pero vamos a votar por un individuo por su origen étnico o por sus ideas? Si es un indígena que defiende el comunismo y que dice que Fidel Castro es su abuelito, entonces yo no voto por él. Entonces me dirán: lo estás humillando, eres racista. No, no soy racista. Evo y yo nos podemos tomar una copa, pero no voy a votar por él porque él cree en el comunismo. No puede un candidato decir: ‘Vota por mí porque soy negro’. Obama no lo hizo, nunca ni una vez. Yo voté por él, no porque fuera negro, voté por él porque era el mejor, porque es inteligentísimo, era un virtuoso de la política, era un orador caudaloso, te hipnotizaba, era un genio, sigue siéndolo. Entonces, no juguemos la carta de género, identitaria, es como que yo me presente a la Presidencia del Perú y diga: tienen que votar por mí porque soy bisexual. La gente diría: acuéstate con quién se te dé la gana. Pero eso no es relevante. Cuando la señora (Francia Márquez) agita la carta racial, como Evo, a mí me parece que hacen trampa.
VICKY DÁVILA: Miremos lo que está pasando con la política antidrogas en Colombia. En enero no se erradicó ni una hectárea de coca, como se venía haciendo. ¿Qué viene para Colombia si cada día están aumentando las hectáreas de coca?
JAIME BAYLY: Me gustaría que viniera la libertad. En el tema de las drogas estoy mucho más cerca de Petro que de Uribe.
VICKY DÁVILA: Cuando habla de libertad, ¿a qué se refiere?
JAIME BAYLY: A dos libertades. Vamos a decir que soy un campesino. Yo compro este pedazo de tierra, invierto mi plata, tú y yo creemos en la propiedad privada, yo quiero sembrar hoja de coca, ¿por qué? Porque es rentable, porque pagan mejor que el café, déjame, yo quiero. Te dicen: no, vas a contaminar, vas a envenenar a los jóvenes, los vas a convertir en adictos. Yo no creo en esa monserga. Yo creo que si ese es tu pedazo de tierra, tú haces ahí con tu cultivo lo que tu quieras. Si quieres sembrar hoja, siembra hoja de coca. Esa es la primera libertad. No me gusta la idea de que venga una avioneta de la DEA a tirarte veneno y a destruir tu cultivo. ¿Por qué? Esa es una agresión a mi propiedad privada. Luego hay una segunda libertad que es sagrada. Que es la libertad de cada adulto de consumir, de intoxicarse, de envenenarse, de jugar con su estado de ánimo como le dé la gana. Y todos consumimos algo, todos.
VICKY DÁVILA: ¿Qué?
JAIME BAYLY: Pastillas para dormir, para tener una erección, para no deprimirte, para no pegarle a tu mamá.
VICKY DÁVILA: (Risas). Yo tomo para la gastritis…
JAIME BAYLY: (Risas). Por eso, todos consumimos algo. Todos consumimos alguna droga, legal o ilegal. Todos vamos a la farmacia, tenemos un problema. ¿Qué te parece si yo te contara la cantidad de pastillas que tomo? Para dormir, para estar despierto, para cumplirle a mi esposa, es decir, todos somos adictos a algo.
VICKY DÁVILA: Usted es el que está diciendo: “Para cumplirle a mi esposa”. ¿Viagra?
JAIME BAYLY: No, cialis.
VICKY DÁVILA: ¿Eso qué es? ¿Es lo mismo?
JAIME BAYLY: Es mejor.
VICKY DÁVILA: ¿Y se siente bien tomándolo?
JAIME BAYLY: Fantástico.
VICKY DÁVILA: Le encanta.
JAIME BAYLY: Me encanta, lo tomo todos los días.
VICKY DÁVILA: ¿Y le cumple todos los días?
JAIME BAYLY: No, no voy a ser tampoco un fanfarrón.
VICKY DÁVILA: ¿Y entonces para qué lo toma todos los días?
JAIME BAYLY: Tiene que ser de vez en cuando, tiene que ser una cosa impensada, una delicada emboscada, una conspiración amorosa, no puede ser una disciplina como ir al gimnasio. Vamos a suponer que a mí me gusta consumir cocaína. A mí ya no me gusta, en mi juventud me encantaba. Me encantaba también fumar marihuana. Me encantaba aspirar cocaína. Es mi cuerpo, ¿por qué me lo vas a prohibir? Otro toma ron, o toma whisky, otro come chocolate que también hace daño, o se toma diez cafés expreso, o toma Red Bull. Todas esas son sustancias tóxicas. Sería mejor no tomar ninguna. Sería mejor no tomar alcohol, no comer chocolate, no consumir Red Bull y no fumarte un porro o aspirar cocaína. Pero es mi cuerpo.
VICKY DÁVILA: ¿Y por qué dejó de consumir cocaína?
JAIME BAYLY: Porque no podía escribir, estar lúcido, ver, soñar historias, si estaba drogado. No podía.
VICKY DÁVILA: ¿Lo ponía tonto?
JAIME BAYLY: Sí, la marihuana me ponía cachondo, musical, me ponía tonto, sí, y yo ya soy tonto, digamos, genético. Ya más tonto es mucho.
VICKY DÁVILA: ¿Pero sigue consumiendo marihuana?
JAIME BAYLY: No, tampoco.
VICKY DÁVILA: Ninguna droga.
JAIME BAYLY: De esas drogas no. Es mi cuerpo y mi vida, esa es mi elección. Si otra persona quiere fumar marihuana o aspirar cocaína, o tomar estos opiáceos, que son tan peligrosos, yo no recomiendo eso, no es que haga propaganda, no es que le diga a mis hijas que les conviene consumir cocaína, al contrario, les digo que no lo hagan, pero la libertad es sagrada.
VICKY DÁVILA: Usted entiende el tema de la libertad, pero sabe que las drogas son malas.
JAIME BAYLY: Por supuesto que lo entiendo.
VICKY DÁVILA: Yo soy de la moda de los que piensan que las drogas son malas y todo eso. Pero ahora hay una onda que promueve el consumo. Y a mucha gente hasta ahí le llega la vida. ¿Eso lo reconoce?
JAIME BAYLY: Lo reconozco, por supuesto. Y si alguien me pregunta: ¿me conviene consumir cocaína? Por supuesto le voy a decir que no. Es mucho mejor salir a correr, montar en bicicleta o leer un buen libro. Por supuesto, no recomiendo el consumo de esas drogas. Pero sí abogo por la libertad individual, por la libertad personal. Al final, ¿quién gobierna tu cuerpo? ¿Tú o los políticos? ¿Tú o los congresistas? ¿Tú o los predicadores religiosos? Es lo mismo que con el aborto. Es decir, en el caso de la mujer embarazada, ¿quién tiene que decidir sobre si desea o no ser madre? ¿Ella o los políticos, los predicadores religiosos?
VICKY DÁVILA: Ahí entramos en otro tema. Considero que quieren quiera practicarse un aborto, tomará su decisión. ¿Pero quién defiende esa vida que está creciendo ahí?
JAIME BAYLY: Lo tiene que defender su madre porque ese pedacito es parte del cuerpo de su madre.
VICKY DÁVILA: Yo soy mamá de dos niños.
JAIME BAYLY: Yo también, soy mamá, no papá, de tres niñas.
VICKY DÁVILA: Cuando uno es mamá, la prioridad es esa vida, ese pedacito, no uno. Ahí es cuando es muy difícil…
JAIME BAYLY: Esa es tu elección moral, esa es tu libertad individual. Yo, si fuera mujer, creo que tampoco podría abortar. Estoy de acuerdo contigo. Es decir, siempre es más lindo, más inspirador, más bello, dar vida que interrumpirla. ¿De acuerdo?
VICKY DÁVILA: Es que es como matar…
JAIME BAYLY: Claro, pero esa decisión, si una mujer está embarazada, y no digo si ha sido violada, porque es hacer la discusión más maniquea, y esa mujer no se siente apta, lista, preparada para ser madre, y ese feto es obviamente parte de su organismo, porque si lo remueves de ese cuerpo no existe, es distinto que cuando nace. En el momento mismo en que ese feto nace, ya es una vida propia independiente de la madre. A los 10 segundos de haber nacido, tú puedes alejar a ese feto, a ese bebé, y vive. Pero mientras esté en el cuerpo de la madre, depende de la madre y por tanto es una decisión final de la madre. Ojalá siempre decidiera no abortar, estoy contigo. Pero si decide abortar me parece que es una estupidez prohibírselo. ¿Por qué es una estupidez? Porque lo va a hacer de todos modos, clandestinamente o en algún lugar donde pueda hacerlo legalmente.
VICKY DÁVILA: Volviendo al tema de las drogas, Colombia tiene una particularidad y es que todos estos grupos armados ilegales son narcotraficantes.
JAIME BAYLY: Viven de eso.
VICKY DÁVILA: Y a costillas del adicto terminan nutriéndose con muchos millones de dólares para la violencia y para tener mejores armas. Por eso, decir que todos hagan lo que quieran es complicado. Al final, los dueños del negocio duro son los narcos y los grupos armados que nos tienen en jaque.
JAIME BAYLY: Vamos a imaginar este mundo posible, a ver si te convenzo. El Gobierno colombiano no criminaliza ni la siembra de la hoja de coca ni el procesamiento de la hoja de coca ni la venta y distribución libre de gramos de cocaína en farmacias. El paso siguiente es: El Gobierno colombiano estimula a las grandes empresas farmaceúticas del mundo, Pfizer, Bayer y otras, a ocuparse de eso mismo. A sembrar la marihuana o la hoja de coca, a procesarlas, a refinarlas, y a venderlas con un absoluto grado de pureza y de control de calidad. De tal manera que el consumidor dependiente o adicto va una farmacia y compra marihuana o compra cocaína, sin que ellas estén contaminadas. Tú sabes que los narcotraficantes las super contaminan, a riesgo de la salud de los consumidores.
En ese momento se acaba el narcotráfico y en ese momento se acaba por tanto la financiación del narcotráfico a los grupos terroristas. Tú me dirás: ¿todos los colombianos irán corriendo a las farmacias a comprar marihuana y cocaína? Y yo te digo: no. Estoy convencido de que no. Hemos estado en Ámsterdam. ¿Todo el mundo fuma marihuana? No. Es legal, y lo hace una minoría. He ido a Montevideo, a Vancouver, he entrado en tiendas de marihuana, las he olido, las he visto, he preguntado por eso, y no he consumido nada. O sea, no hay que subestimar la inteligencia de la gente. No porque algún día tu vendas cocaína o marihuana en una farmacia, toda la gente se va a drogar. La gente no es tonta, la gente sabe que eso hace daño y no lo consume.
VICKY DÁVILA: ¿Es posible la ‘paz total’ que propone el presidente Petro?
JAIME BAYLY: Por supuesto que no. Si él no es capaz de inspirar paz total en su gabinete… primero que él practique la paz total en su gabinete, con sus ministros. Su gabinete es una guerra de guerrillas, y luego él dice que va a traer la paz total. La paz total no es posible en ningún país del mundo. No es posible por una razón muy sencilla. Porque el bicho humano, y he elegido decir bicho y no ser humano, es muy violento y lo ha sido toda la historia. Y lo seguirá siendo. Siempre habrá bichos humanos pistoleros, locos, crueles, psicópatas, que entran a un templo religioso, a un supermercado, a un colegio, a una universidad, a matar. Eso no se va acabar. Qué paz total. Siempre habrá pistoleros y tira-tiros. Y con esa gente, y tu conoces muy bien mi opinión, yo creo que no se debe negociar nada y menos en La Habana.
VICKY DÁVILA: ¿Qué debería hacer entonces el presidente Petro con los grupos armados en Colombia?
JAIME BAYLY: Los viejos se dan la gran vida en La Habana, no trabajan, no sé quién los mantiene, o en Venezuela, no sé de qué viven pero se dan la gran vida. Nunca tienen apuros. Los jóvenes quieren vivir de la droga del narcotráfico, les conviene ser tira-tiros. En España, para derrotar a ETA, ¿le dieron 10 o 15 bancas en el Congreso de los Diputados a los terroristas etarras? No, y se les derrotó. La democracia tiene que saber defenderse y hacerse respetar. Tú no puedes decirles a los terroristas: ‘Bueno, firmemos una paz y ustedes van a ser senadores y diputados, y no van a ir a la cárcel, y no van a ser juzgados por sus crímenes’. A mí me parece que eso es peligrosísimo.
VICKY DÁVILA: Eso lo hizo Santos, ya lo estamos viviendo. Hay exFarc, con delitos de lesa humanidad encima, en el Congreso.
JAIME BAYLY: ¿Y acabó con las Farc? No. Están los disidentes de las Farc.
VICKY DÁVILA. Ahora es Iván Mordisco.
JAIME BAYLY: Es Mordisco, siempre habrá alguno más. Por supuesto, porque es un negocio. Y además, la violencia está en la condición humana, la maldad, la crueldad, eso no se va, eso Petro no lo va a desterrar.
VICKY DÁVILA. ¿Y las Fuerzas Militares y de Policía? Decíamos que teníamos la mejor Policía del mundo, capaces de hacer la Operación Jaque. ¿Cómo las ve hoy?
JAIME BAYLY: ¿Sabes cuáles son las Fuerzas Militares que yo más admiro? Las de Costa Rica, que no tiene ninguna. Para mí esa es la utopía. La gente me dice no, y yo le digo sí. Costa Rica, desde el año 1948, no tiene Ejército ni Marina ni Aviación.
VICKY DÁVILA: Pero los delincuentes nos tragarían vivos acá…
JAIME BAYLY: ¿Tú crees?
VICKY DÁVILA: Sí.
JAIME BAYLY: Una buena Policía, pero militares...
VICKY DÁVILA. ¿No le gustan los militares?
JAIME BAYLY: No sirven para nada.
VICKY DÁVILA. ¿No? Aquí han servido mucho, Jaime, por Dios. Hicieron la Operación Jaque, por poner un ejemplo, con la que lograron liberar a Ingrid Betancourt.
JAIME BAYLY: Sí, tienes razón, de vez en cuando sirven para algo. Pero generalmente no sirven para nada porque se entrenan para ganar guerras que nunca van a ocurrir. En esta época, la guerra Putín-Ucrania es una anomalía, es una irregularidad. Las guerras de nuestro tiempo son culturales y económicas. Los ejércitos de nuestro tiempo se llaman Elon Musk, Jeff Bezos, esos son los ejércitos de nuestro tiempo. Con ellos hay que aliarse.
VICKY DÁVILA. Con toda seguridad muchos soldados van a leer esta entrevista. ¿Qué les dice a ellos, que están en todo el territorio nacional? Usted les dice que no sirven para nada…
JAIME BAYLY: Risas.
VICKY DÁVILA. Ah.
JAIME BAYLY: Les mando un abrazo, los quiero mucho, no tengo nada personal, pero los han entrenado para pelear una guerra que no va a ocurrir, no va a haber guerra entre Colombia y Venezuela ni entre Colombia y Perú.
VICKY DÁVILA. Hablemos de los expresidentes colombianos. ¿Cuál es su opinión sobre Juan Manuel Santos?
JAIME BAYLY: Es un travesti de la política. Esa es mi opinión. Es un señor que nos hizo creer que era uribista, se vestía como uribista, en esa época era macho, se vestía como un macho uribista, Operación Jaque, me bombardeas a Reyes en Ecuador, me liberas a Ingrid Betancourt, ese era Juan Manuel, el macho uribista. Una vez en el poder, se ha travestido. Es un tránsfuga. Él es lo que en Argentina llaman un paqueque. O un chaquetero, en España. De pronto ya no es uribista. ¿Qué cosa es? Está más cerca de Petro, de la izquierda, de las Farc, de la dictadura cubana, está encantado de congraciarse con Raúl Castro, Chávez es su mejor amigo. Entonces, para mí, es un travesti de la política. Yo no tengo ningún respeto por Juan Manuel Santos porque respeto a las personas que tienen valores y convicciones y que son leales a sus amigos y a sus enemigos. Santos es un paqueque.
VICKY DÁVILA: ¿Álvaro Uribe?
JAIME BAYLY: Uribe fue un buen presidente, en mi opinión, hechas las sumas y las restas. Yo no digo que fue perfecto, virtuoso, no hay político perfecto. ¿Colombia en el 2010 estaba mejor que en el 2002? Yo digo que sí, en cuanto a paz interna, economía, política exterior. Dicho eso, y le tengo mucha simpatía, el problema con Uribe, sus hijos y yo es que, cuando estamos juntos, hay una tensión. ¿Por qué? Porque todos ellos son muy creyentes. En cada cuarto de la casa, en Rionegro, hay una Virgen que me mira y que me critica. Y yo soy agnóstico, no creo en nada de eso. Luego ellos son muy machos, y me dicen: vamos a montar caballo. Yo no voy a montar a caballo, imagínate. A mí no me suben ni a un Pony. Yo soy una señora. Y entonces cuando hablamos de estos temas, de las drogas, que yo les cuento que es divertido fumar marihuana, fúmense un porrito, de vez en cuando…
VICKY DÁVILA: ¿Usted le ha dicho eso a Uribe?
JAIME BAYLY: A Uribe no, pero a los hijos.
VICKY DÁVILA: ¿Y los hijos qué le dicen?
JAIME BAYLY: Se escandalizan, me ven como el diablo mismo. Se ha metido el diablo a Rionegro. Entonces, nos queremos, pero es mejor a la distancia. Yo soy muy concupiscente, muy pecaminoso.
VICKY DÁVILA: ¿Usted es mundano?
JAIME BAYLY: Muy mundano. He creído que Wilde dijo una gran verdad. Él dijo: la mejor manera de combatir una tentación es entregarte a ella.
VICKY DÁVILA: ¿Iván Duque?
JAIME BAYLY: Duque es el primero de la clase, el aplicado del salón. ¿Sabes que me ganó Duque? Cuando lo conocí en Miami, me dijo: he leído estos libros tuyos y empezó a hablar de mis libros, y los recordoba mejor que yo. Entonces dije: caramba, este es un político que lee. A lo mejor se los había leído la noche anterior para impresionarme. Pero me impresionó. También me dijo: he visto estas entrevistas, tal y cual. Es un hombre inteligente, es un hombre con sensibilidad para el arte, creo, para los libros, la música, las películas. Ahora bien, ¿ha nacido para tener poder? ¿Para gobernar? Puede que no. Y le tengo cariño, pero puede que no.
VICKY DÁVILA: ¿Y por qué?
JAIME BAYLY: Porque yo creo que si eres una persona demasiado buena, querendona, el poder no es compatible contigo.
VICKY DÁVILA: ¿Ernesto Samper?
JAIME BAYLY: (Risas). Bueno. Samper ha conseguido algo que parecía imposible. En su gobierno, la pregunta era ¿llega al final o no? Su gobierno ya era una ruina. Cuando yo fui a la Casa de Nariño, y él era presidente, eso era como caminar en Machu Picchu, caminando entre ruinas, entre escombros. ¿Cómo ha hecho Samper para, después de eso, terminar siendo adulón, monaguillo, correveidile de las dictaduras comunistas de América Latina? No lo entiendo.
VICKY DÁVILA: Me quedan Andrés Pastrana y César Gaviria.
JAIME BAYLY: A los dos los quiero, los he entrevistado, los quiero mucho. Pastrana es un gran señor. Siempre recuerdo que una vez fue a Zarzuela, a reunirse con el Rey de España, y cuando salieron él y su mujer, Nohora Puyana de Pastrana, dejaron olvidada a la niña, a la hija (risas). Media hora después dicen: ¿dónde está la niña? Y tuvieron que regresar. Entonces, es un poco distraído, ¿no? Pero es un señor, lo secuestraron, le gustan los toros, es un político a la antigua. Muy conservador, muy religioso. César Gaviria me interesa más.
VICKY DÁVILA. Liberal.
JAIME BAYLY: Sí, liberal. Más cosmopolita, más moderno. Gaviria es un político profesional, yo lo veo como muy elástico, él hace unas alianzas y unos pactos, pero siempre va y viene. A Gaviria lo veo con mucho respeto.
VICKY DÁVILA. Usted me dijo que era agnóstico. ¿Cómo llegó a la conclusión de que Dios no existe?
JAIME BAYLY: Yo no soy ateo. El ateo afirma que Dios no existe. Yo no tengo fe ni en afirmar la existencia ni en negarla. De hecho, a veces, le rezo a mi hermana mayor.
VICKY DÁVILA: ¿En serio? ¿Y cómo le reza a su hermana mayor?
JAIME BAYLY: Ella murió en febrero del año pasado, tenía 59 años, había sido monja de clausura, era muy creyente. Y después se salió del convento y era poeta. La atropellaron montando en bicicleta en Máncora, un balneario en el norte de Perú. Yo le hablo a ella, le rezo, le pido favores. Por lo tanto, soy un agnóstico inconstante, o sea, a veces, digo que no hay nada después de la muerte, y en otras ocasiones me pongo melancólico, sentimental, y pienso: sería lindo que hubiera algo después de la muerte. Sería lindo poder reunirme con ella. Entonces, le pido favores.
VICKY DÁVILA: ¿Qué favores le pide?
JAIME BAYLY: Uf. Ayer le pedí dos.
VICKY DÁVILA: ¿Cuáles?
JAIME BAYLY: Cuando entro al avión, en Miami, era un avión enano. Yo no cabía, soy un cachalote. No se reclinaba el asiento. Le dije: Doris, por favor, dame paciencia.
VICKY DÁVILA: Para que no se le saltara la piedra.
JAIME BAYLY: Sí, porque yo soy volcánico, como Vargas Llosa, como tú.
VICKY DÁVILA: Risas.
JAIME BAYLY: Pero lo peor fue llegar al aeropuerto Eldorado, en Bogotá. La cola (en Migración). Vicky, te juro que había 300 ó 400 personas.
VICKY DÁVILA: ¿Todo el mundo le hablaba o no?
JAIME BAYLY: Sí, tú sabes cómo es eso. No falta el que dice: ‘Bayly, yo soy uribista como tú, eres un verraco’. Y entonces hay un montón de jóvenes que me miran como: ‘Este es un traidor’. Dicho eso, estuve una hora y media haciendo cola y ahí le recé a mi hermana.
VICKY DÁVILA: Otra vez, paciencia…
JAIME BAYLY: Porque sentía que me iba a desmayar.
VICKY DÁVILA: ¿Pero Dios existe o no?
JAIME BAYLY: Yo soy agnóstico, o sea dudo. No lo niego, no lo afirmo, pero te voy a decir una cosa: existe en todos los millones de seres humanos, que lo crean, que le dan vida, que lo piensan, que le rezan. Por lo tanto, existe. Si hay o no una vida después de esta, lo veremos.
VICKY DÁVILA: Cuando nos toque.
JAIME BAYLY: Sí. Y sería genial que hubiera una vida, ¿no es cierto? A mí me encantaría.
VICKY DÁVILA: ¿Pero a usted le tocaría el purgatorio, el infierno, o el cielo?
JAIME BAYLY: A mí, el cielo.
VICKY DÁVILA: ¿Seguro?
JAIME BAYLY: Seguro, yo soy un hombre buenísimo.
VICKY DÁVILA: Risas.
JAIME BAYLY: Yo soy muy bueno, de muy buen corazón, y siempre quiero que la gente sea feliz. Siempre.
VICKY DÁVILA: De pronto se queda en el purgatorio.
JAIME BAYLY: No, yo me voy derecho al cielo, tú y yo nos vamos derecho al cielo, seguro. Ahora, en el cielo, ¿uno se puede drogar? Sí. ¿Uno puede follar? También. Hay bares.
VICKY DÁVILA: No. Usted se va ir es al infierno (risas). Al purgatorio, que pague allí todas las mundanadas.
JAIME BAYLY: ¿Qué mundanadas? Son placeres. ¿Al infierno sabe quiénes se van? Al infierno se van los malos. Chávez y Fidel Castro, Tirofijo, Mordisco, esos se tienen que ir al infierno, nosotros no.
VICKY DÁVILA: ¿Pedro Castillo se va a ir al infierno?
JAIME BAYLY: No, es demasiado bruto, merece una indulgencia.
VICKY DÁVILA: Permítame hacerle una pregunta personal, ¿se la puedo hacer?
JAIME BAYLY: ¡Claro!
VICKY DÁVILA: ¿Cuándo se dio cuenta de que era bisexual?
JAIME BAYLY: A mí primero me gustaban las mujeres.
VICKY DÁVILA: ¿Solamente?
JAIME BAYLY: Cuando tenía 12,13 ó 14 años, estaba loco por una primita, una tía…
VICKY DÁVILA: ¿La tía?
JAIME BAYLY: Como Vargas Llosa que se casó con la tía y después con la prima. Yo solo maliciaba con ellas. Mis fantasías, a hurtadillas. Pero las trajiné mucho. Tú sabes. Y me parece que estaba encaminado a ser un hombre heterosexual, pero ocurrió un accidente, una tragedia. Iba a cumplir 15 años y me llevaron a un prostíbulo y entonces escogieron a la señora que me iba a inaugurar.
VICKY DÁVILA: O sea, la primera vez.
JAIME BAYLY: Claro, nunca había estado con una mujer. De hecho, nunca había visto a una mujer desnuda, así físicamente. No era una mujer muy linda, era una prostituta de un burdel en Lima. Pobrecita ella, ¿no? Y entonces yo no fui capaz de ser un hombre con ella. Ella trató de despertar un poco...
VICKY DÁVILA: No había pastilla…
JAIME BAYLY: Claro, y ese fracaso fue demoledor para mi virilidad. Porque yo salí de ahí pensando ¿y ahora qué?
VICKY DÁVILA: Se puso en duda usted mismo.
JAIME BAYLY: Sí, totalmente. Yo siempre me pongo en duda. Cuando escribo una novela, también. Siempre. No es malo. Pero salí de ahí pensando ¿y qué? Y si no capaz de producir una erección, si tengo un problema de ingeniería hidraúlica, digamos… Porque en eso yo siempre he creído, perdona la franqueza, que la dotación genital masculina es una república independiente, es una zona franca, tiene su propia constitución, sus propias leyes, su propia Policía, no te obedece, da golpes de Estado. Entonces, tú le dices: levántate, yo soy aquí el dueño, y no te obedece. Esa zona de tu cuerpo es ingobernable desde el punto de vista racional. Es sublevada, golpista, hace lo que quiere contigo, se levanta cuando quiere y duerme cuando quiere. Entonces, esto fue lo que me llevó la bisexualidad. Dije: tendré que probar otras… y fue una gran idea probar, eh.
VICKY DÁVILA: Y cuando probó con un hombre...
JAIME BAYLY: Me encantó. Después de eso, pude consumar mejor con mujeres.
VICKY DÁVILA: ¿Y por qué no se quedó con los hombres, por ejemplo?
JAIME BAYLY: No sé. Porque soy siempre alguien que está buscando algo mejor. Como cuando escribo una novela. Cuando tuve un amante hombre decía sí, pero estar con una mujer también tiene una poesía, una belleza, una delicadeza. Entonces, me ha pasado una cosa curiosa. Cuando estoy con un hombre, yo no soy el hombre. Soy la mujer. Y cuando estoy con una mujer, a mí me gusta ser un hombre. Y así vivo. Y mi esposa me ama así, fíjate, qué suerte tengo. Y yo, desde que nos hemos casado, ya no he necesitado hacer esta vida de paqueque. Ya no. Ya estoy tranquilo.
VICKY DÁVILA: ¿Cuántos años tiene?
JAIME BAYLY: 58, cumplidos.
VICKY DÁVILA: Joven, todavía.
JAIME BAYLY: ¿Tú crees? Risas.
VICKY DÁVILA: ¿Por qué siempre ha tenido capul?
JAIME BAYLY: Flequillo. Estoy muy orgulloso de mi pelo. En todo lo demás soy un fracaso. Pero cuido mucho mi pelo.
VICKY DÁVILA: ¿Se hace mascarillas?
JAIME BAYLY: No, pero tomo pastillas para que no se me caiga.
VICKY DÁVILA: ¿En serio?
JAIME BAYLY: Tengo pavor a ser calvo, preferiría ser impotente.
VICKY DÁVILA: ¿Y por qué tanto temor a ser calvo?
JAIME BAYLY: Porque me tendría que retirar de la vida pública, y yo he hecho una carrera de mi pelo.
VICKY DÁVILA: Se pone una peluca.
JAIME BAYLY: Bueno, podría ser divertido.
VICKY DÁVILA: Además, ya hacen implantes de pelo.
JAIME BAYLY: No, esa es una cosa ya…No me parece, no me gusta.
VICKY DÁVILA: Hablemos del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y lo que ocurrió con el presidente Petro. Realmente la cita fue muy buena. ¿Qué hay detrás de eso? ¿Solo simpatía? ¿Están conectados con lo que están pensando? ¿Hay algún interés?
JAIME BAYLY: Biden es un buen tipo, es un abuelito, un tío entrañable, es fácil quererlo. Yo sí creo que Biden tuvo simpatía genuina por Petro.
VICKY DÁVILA: Se le notaba.
JAIME BAYLY: Hubo química, ¿no? Pero el problema con Biden es que está muy mayor y no estoy diciendo nada nuevo. Entonces, Biden, cuando está con Petro, no sabe si es el presidente de Colombia, de Ecuador, de Perú o de Bolivia. Biden está, pero no del todo. Siempre está un poco ausente. Verás que cuando habla, mira sus notas. De hecho, cuando responde preguntas en la Casa Blanca, tiene las preguntas escritas de antemano. El nombre de quien le va a preguntar y la foto. Eso es hacer trampa porque las preguntas más difíciles no clasifican, no pasan el filtro. En resumen, creo que Biden no debería seguir siendo presidente.
VICKY DÁVILA: ¿No debería aspirar a la reelección?
JAIME BAYLY: No, es una locura, si a duras penas puede gobernar ahora, le falta año y medio de Gobierno, hasta enero de 2025. ¿Cuatro años más? No va a poder. Me parece que el tiempo le va a demostrar que está cometiendo un error capital. Él tendría que haber dicho: yo me voy a mi casa en enero de 2025, pero la política envanece.
VICKY DÁVILA: ¿Y Donald Trump va a ser presidente otra vez?
JAIME BAYLY: Es probable, no con mi voto.
VICKY DÁVILA: ¿Usted no votaría por Trump?
JAIME BAYLY: No, ni por Trump ni por Biden. Me gustaría que los republicanos tuvieran otro candidato, cualquier otro. De Santis, Nikki Haley… Me parece que Trump es un personaje al que no puedo admirar, no consigo admirarlo. Tú me dirás: pero es un billonario. Sí, pero tiene los modales de un patán. Es demasiado arrogante. Está todo el tiempo diciendo cosas falsas. Por ejemplo, dice que Biden tiene la culpa de la guerra en Ucrania, no critica a Putin, dice que si Biden sigue en el poder habrá una tercera guerra mundial, una guerra nuclear y Estados Unidos va a desaparecer. Trump no es serio. Intelectualmente no es serio, no da la talla, le queda grande. Una cosa es jugar al golf en Mar-a-Lago, perfecto. Pero ser presidente de Estados Unidos le queda grande y lo demostró. Nadie le hizo un fraude. Su tesis conspirativa del fraude ha traído muchos traumas en la vida democrática de Estados Unidos.
VICKY DÁVILA: El proceso que cursa en contra de Trump, ¿es una retaliación política o nadie está por encima de la ley?
JAIME BAYLY: Lo segundo, evidentemente. Él dice que es una retaliación política, y no lo es. ¿Quieres una mentica?
VICKY DÁVILA: Bueno. ¿Está muy larga la entrevista?
JAIME BAYLY: No.
VICKY DÁVILA: ¿Está buena, no?
JAIME BAYLY: Pero no quiero agredirte con mi aliento.
VICKY DÁVILA: ¿Pero por qué me ofreció una? ¿Yo lo estoy agrediendo con el aliento? (Risas).
JAIME BAYLY: (Risas) Tampoco. Este es el mejor momento de la entrevista. Cuando uno viaja mucho, siempre hay que llevar mentitas.
VICKY DÁVILA: Están ricas.
JAIME BAYLY: ¿Verdad? Entonces, no es una represalia, venganza o retaliación. En Estados Unidos hay una justicia independiente. Ahora, el señor no pagaba sus impuestos, está bien que lo investiguen. Sale una señora a decir que él la violó en los 90, en Nueva York, está bien que ella lo denuncie. Él se lleva unos documentos clasificados a su casa, los mete en una caja fuerte, es ilegal, está bien que entre la Policía. Y lo más serio: ¿Él atizó a sus fanáticos matonescos a asaltar a la brava el Capitolio, el 6 de enero de 2021? Mi respuesta es sí. Porque él los envenenó con la tesis del fraude, él les hizo creer a esos fanáticos que le habían robado las elecciones, por lo tanto había que sabotear la proclamación de Biden en el Congreso. Por eso fueron. Por eso algunos murieron. En la historia de Estados Unidos, que van a ser casi 250 años de democracia invicta, sin golpes de Estado, ese episodio del asalto al Congreso fue el intento fallido de un autogolpe por parte de Trump y sus fanáticos. No es cosa menor. Solo por eso, el señor no merece volver a la Casa Blanca, en mi opinión.
VICKY DÁVILA: ¿Es usted un periodista de derecha, de izquierda o de centro?
JAIME BAYLY: Soy de derecha, pero de derecha liberal, libertaria.
VICKY DÁVILA: ¿Eso es centro derecha?
JAIME BAYLY: Es que a mí el centro me suena a tibio. Centro es: ‘Estoy un poquito acá, un poquito allá'.
VICKY DÁVILA: Ni chicha ni limoná.
JAIME BAYLY: Exacto.
VICKY DÁVILA: ¿Entonces no le gusta el centro?
JAIME BAYLY: No me gusta.
VICKY DÁVILA: ¿Pero le gusta ser de derecha?
JAIME BAYLY: De derecha liberal. No religiosa, porque no soy religioso. No conservadora, no militarista, nada de eso. Derecha liberal, con libertad a los individuos. La libertad los hará felices, los hará ricos.
VICKY DÁVILA: ¿Le gusta la libertad y el orden, como dice el escudo de Colombia?
JAIME BAYLY: Sí, el orden es importante. El Estado está para arbitrar, para poner orden.
VICKY DÁVILA: ¿No ser un periodista de izquierda le ha traído problemas?
JAIME BAYLY: Uy, tantos, toda la vida. El primer problema que yo tengo es que nunca he sido pobre, pero no es mi culpa. Y tampoco es mérito. He tenido una vida más o menos privilegiada, suerte la mía. Me gusta la buena vida. Si puedo viajar adelante en el avión, pago un poquito más. Si puedo quedarme en un buen hotel, me lo pago. Creo que uno puede ser un buen periodista, tú lo sabes, o un buen escritor, sin condenarse a la pobreza franciscana. ¿Por qué? Yo soy un capitalista sin capitales. Y creo en el libre mercado, pero no me gusta ir al supermercado. Entonces soy un hombre contradictorio. Porque digo: creo en el capitalismo, sí, es el mejor sistema para crear riqueza, pero yo soy un inútil como capitalista. Lo único que sé es hablar y escribir. No sé ganar dinero. Con los libros no gano nada, y con la televisión cada día menos. Entonces, la gente dice: “Ese es de derecha, porque le pagan, apoya a tal o critica a tal porque le pagan, entonces es un mercenario, un vendido, un sicario”. Acá dicen prepago, creo, paraco. Ojalá me pagaran, a mí no me paga nadie. Nada de paraco. Yo estoy contra los militares. Tuve un padre que era coleccionista de armas de fuego. Mi padre iba a misa con una pistola, con un revólver. Yo detesto las armas de fuego.
VICKY DÁVILA: ¿Usted sentía miedo de niño cuando lo veía con el arma?
JAIME BAYLY: Pavor. Mi padre era un señor al que yo le tenía pánico.
VICKY DÁVILA: ¿Y su mamá?
JAIME BAYLY: Mi madre es una santa, una beata, pero mi padre era una bestia salvaje.
VICKY DÁVILA: ¿Y él le pegaba?
JAIME BAYLY: ¿A mí?
VICKY DÁVILA: Sí.
JAIME BAYLY: Claro. Me pegaba de una manera que tal vez luego tuvo que ver con mi besexualidad. ¿Sabe cómo me pegaba? Me hacía ponerme de espaldas a él, me bajaba los pantalones, los calzoncillos, se sacaba el cinturón, la correa, y me golpeaba en las nalgas, con la hebilla. Era tremendo. De ese trauma nunca me pude recuperar. Todo lo que hice en mi vida adulta, esto que estoy haciendo ahora mismo, es para joder a mi padre.
VICKY DÁVILA: (Risas).
JAIME BAYLY: (Risas). Todo, los libros, los programas, los amantes, las drogas.
VICKY DÁVILA: ¿Usted perdonó a su papá?
JAIME BAYLY: Sí, lo perdoné. Cuando se estaba muriendo fui a la clínica, le di un beso en la frente, y le dije, profundamente triste, que nuestro destino había sido ese, el de ser enemigos.
VICKY DÁVILA: Cuando le preguntaba por su vida de periodista de derecha, ¿ha tenido problemas con colegas por eso? ¿Lo han mirado diferente?
JAIME BAYLY: Sí, porque casi toda la prensa es de izquierda.
VICKY DÁVILA: ¿Por qué?
JAIME BAYLY: Porque se sienten mejores personas, moralmente superiores. O sea, a ellos sí les duele la pobreza. A mí no, porque vivo en Miami, en una casa muy grande con piscina. ¡Qué horror! ¡Qué obscenidad que tengas una piscina! Entonces, son prejuicios.
VICKY DÁVILA: ¿Y cómo manejaba el tema de los colegas con esos prejuicios?
JAIME BAYLY: Yo los quiero igual y les mando el libro dedicado, aunque todos sean de izquierda, y aunque todos digan: ‘Qué tal, qué horror, es un capitalista’. Me da igual. Les mando el libro dedicado. En eso habría que aprender de Gabo. Él era muy astuto en una cosa. Gabo era capaz de ser amigo de los de izquierda y de los de derecha. Gabo era amigo de Fidel Castro y del Rey de España. Era amigo de las Farc y de Pastrana. Era amigo, era un buen amigo. Para hacer carrera periodística, si eres de izquierda, genial. Entonces, eres progresista, estás a favor de votar por la señora negra porque es negra, o por el señor indígena porque es indígena. Si uno cuestiona esas cosas y dice: ‘Dame ideas, no me des color de piel, no me des orientación sexual, no me des un credo religioso’. Todo eso es irrelevante a la hora de escoger a un servidor público.
VICKY DÁVILA: ¿Petro es intolerante con la prensa?
JAIME BAYLY: Yo creo que sí, un poquito. Cuando él dijo que los de RCN eran neonazis, lo escribió en un tuit, esas cosas no se pueden decir. También no es bueno darle entrevistas solo a los que te van a hacer preguntas suavecitas. Eso no tiene mérito. No. Tú le tienes que dar una entrevista a un contradictor. El periodista, si es bueno, hace preguntas hostiles, no se arrodilla. Y el político, si es bueno, las responde.
VICKY DÁVILA: Contesta todo...
JAIME BAYLY: Claro. Entonces no tiene mérito decir: mándame a esta periodista que es suavecita, que viene con la franela, que me lustra los zapatos y yo me enseñoreo. Eso no tiene mérito.
VICKY DÁVILA: Quería que habláramos de Cuba. Por ejemplo, la vicepresidenta Francia Márquez ha defendido que Cuba tiene el mejor sistema de salud, que ojalá Colombia lo tuviera, y demás. Es decir, en el Gobierno hay mucha gente que está de acuerdo con Cuba. ¿Qué opina?
JAIME BAYLY: Con espanto, estupor. ¿Cómo puede ser que Petro, presidente de Colombia, Francia Márquez, vicepresidenta, y algunas ministras o ministros o asesores presidenciales para la paz vayan a La Habana como si fueran a Disneylandia? Van como si fuera un parque temático. A admirar a Raúl Castro, van a la tumba de Fidel, ven a Díaz-Canel como si fuera el Pato Donald o Mickey Mouse. Les parece que es el paraíso. Disneylandia. ¡Qué ignorancia, qué insensibilidad, qué traición a los millones de cubanos que han sufrido durante décadas! Es demasiada ignorancia histórica que, cuando a Francia Márquez le preguntan, fuiste tú, si Cuba era una democracia o una dictadura, y ella dice: ‘No, no es así, en Cuba hay una democracia mejor (que la de Colombia)’.
VICKY DÁVILA: Sí, ella dijo en SEMANA que aquí en Colombia había una dictadura.
JAIME BAYLY: ¿Una dictadura? La han elegido a ella. ¿Cómo va a decir ella que este es un país racista, si la han elegido como vicepresidenta? ¿No es una prueba de que este no es un país racista? ¿Cómo va a decir que aquí hay una dictadura o que hay una democracia imperfecta, minusválida, comparada con la cubana? Es demasiada ignorancia. Colombia no merece eso.
VICKY DÁVILA: ¿El ELN va a hacer la paz con Petro?
JAIME BAYLY: Hará la paz con Petro esa parte vieja, gerontocrática, decrépita del ELN. Pero estos no mandan. Eso se demostró con las Farc. Los viejitos jubilados que quieren la paz y una banca en el Congreso no tienen el control de las armas porque son los jóvenes los que están de camuflaje y con las armas. Los ‘Mordiscos’ estos (en referencia a Iván Mordisco, jefe de las disidencias de las Farc). Entonces, esa paz es una mentira, es una quimera, tú firmas la paz con ocho viejitos, que tienen que ir corriendo al baño porque tienen la próstata hinchada, y que ya no representan a los que tienen las armas, pero luego siguen los llamados disidentes. Estos van a continuar. Mientras haya la plata del narcotráfico, estos van a continuar.
VICKY DÁVILA: Ya vamos terminando.
JAIME BAYLY: Yo te acompaño, la estoy pasando bomba. Por eso digo que nos vamos a ir al cielo, tú y yo.
VICKY DÁVILA: (Risas). Quiero preguntarle su opinión sobre Nicolás Maduro. Colombia está muy unida con el régimen, el presidente Petro tiene una simpatía por Maduro. ¿Cómo ve esa relación? ¿Qué va a pasar con Venezuela?
JAIME BAYLY: La veo con bastante pesimismo. Creo que Petro piensa que él es tan inteligente, tan astuto, que va a poder convertir a Maduro en un demócrata.
VICKY DÁVILA: Y eso no va a ser posible.
JAIME BAYLY: Eso es imposible. Maduro es un comunista ortodoxo, educado en La Habana.
VICKY DÁVILA: ¿Es un criminal?
JAIME BAYLY: No cabe ninguna duda. Maduro practica el terrorismo de Estado. Consiste en usar las armas de la República para masacrar a quienes no piensan como tú. Lo ha hecho todo el tiempo. Pero Petro cree que ese orangután, a ese gorila salvaje, lo va a convertir en un monito dócil, amaestrado.
VICKY DÁVILA: Y no va a ser...
JAIME BAYLY: No va a ser. Esta oposición venezolana que negocia con Petro, ¿a quién representa? Son fantoches. Son fantasmas. Esa no es la oposición verdadera de Venezuela. La oposición verdadera de Venezuela es María Corina Machado, Henrique Capriles, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Guaidó. Comencemos por ahí. A esa oposición, Petro no la dignifica. Dignifica a los colaboracionistas de Maduro. Ambos, Petro y eso colaboracionistas creen que van a convertir a Maduro en un demócrata. Que Maduro va a convocar a unas elecciones que van a ser limpias, impecables, transparentes, que Maduro va a salir en televisión a decir: ‘He perdido’. Y que va a abrazar al que le ha ganado (risas) y le va a dar la banda presidencial. ¡No seamos ingenuos! Maduro está jugando con todos ellos.
VICKY DÁVILA: ¿Es posible que Colombia acabe con la industria del petróleo?
JAIME BAYLY: Si eso ocurre, si Petro se toma en serio eso de que sacar petróleo mata a la gente, le va a hacer daño a la economía colombiana y a los pobres de Colombia. Así de dogmático veo a Petro. Es muy grave ese tema, es muy grave que Petro crea que la extracción de petróleo es en sí misma mala para la humanidad. Del petróleo y el gas natural vive Europa en los inviernos. Y del carbón. Cuando Petro va a China, ¿por qué no le dice a los chinos, o cuando va a Rusia, por qué no le dice a los rusos, dejen de contaminar el planeta? El país que más contamina es China. Pero cuando va a reunirse con Biden, ahí se ‘guapea’ a Biden.
VICKY DÁVILA: ¿Le gusta Nayibi Bukele, presidente de El Salvador?
JAIME BAYLY: No me gusta nada.
VICKY DÁVILA: ¿Por qué?
JAIME BAYLY: Porque es la derecha que yo repudio. Es una derecha matonesca, prepotente, es la derecha pistolera, es como la derecha de Fujimori en Perú. ¿Has visto esta cárcel para 40.000 maras? Yo no defiendo a los criminales tatuados de El Salvador, pero todo delincuente debería, en una sociedad democrática, tener derecho a un debido proceso, a un juicio justo y a un abogado defensor. En El Salvador no es así. En El Salvador te arrestan sin un debido proceso y sin un abogado defensor. Y vas a la cárcel porque así lo decide el señor Bukele. No estoy de acuerdo.
VICKY DÁVILA: Sin embargo, Bukele siempre ha defendido que, mientras las pandillas estaban apoderadas de El Salvador, nadie defendía al país. Y había un Estado fallido.
JAIME BAYLY: En parte tiene razón.
VICKY DÁVILA: Y que ahora, que él tiene su política contra las pandillas, y que los homicidios han bajado a cero, y que El Salvador es el país más seguro de la región, entonces lo critican. ¿Cómo entender eso, cuando el 90% de los ciudadanos está contento?
JAIME BAYLY: Tú has dicho una gran verdad. Bukele es inmensamente popular, la mayoría lo adora.
VICKY DÁVILA: Quieren que se reelija.
JAIME BAYLY: Claro. Porque es verdad que El Salvador es ahora un país mucho más seguro. Ese es un dato de la realidad. No lo voy a negar. Pero no puedo admirar a un gobernante que arrasa con la independencia de la justicia. Si tu quieres meter en la cárcel a un individuo, tienes que demostrar sus delitos y, para ello, debe haber un debido proceso y abogado defensor. En eso creo yo.
VICKY DÁVILA: ¿Y qué piensa de Gabriel Boric en Chile? ¿Va mal, no?
JAIME BAYLY: Va mal, pero no tan mal como Petro y no tan como López Obrador.
VICKY DÁVILA: ¿Va peor Petro que Boric?
JAIME BAYLY: Ciertamente.
VICKY DÁVILA: ¿Por qué?
JAIME BAYLY: Porque Boric no va a sonreírle a Maduro. Comencemos por ahí. Boric sí confronta a Maduro.
VICKY DÁVILA: Y al de Nicaragua.
JAIME BAYLY: También confronta a Ortega. Entonces, Boric es de izquierda, pero no le hace coqueteos y arrumacos a Maduro. Para mí, ahí hay una primera diferencia moral. Y lo otro es que Boric es gordito, tiene cara de nerd, y es lector, eso me da cierta ternura, porque él y yo somos gorditos, y yo defiendo la gordura.
VICKY DÁVILA: (Risas). ¿Por qué?
JAIME BAYLY: Porque en esta época todos son flacos. Ya no se puede ser gordo. Te multan por ser gordo. A mí en Miami me para la Policía. Me hace pagar 80, 120 dólares, por ser gordo.
VICKY DÁVILA: Ay no, Jaime.
JAIME BAYLY: Alguien se tiene que comer el postre. Va a quebrar la industria de los chocolates. Anoche estaba comiendo tardísimo y me dicen: ¿quiere un helado? Claro que quiero un helado. ¿Cómo no? Mañana con Vicky saldré gordito, no importa. Tú me perdonas, ¿cierto?
VICKY DÁVILA: Ha sido fantástico poder conversar con usted.
JAIME BAYLY: Lo mismo digo.
VICKY DÁVILA: Venga más a Colombia.
JAIME BAYLY: Vendré más. Te felicito por el éxito de SEMANA.COM.
VICKY DÁVILA: Muchas gracias.
JAIME BAYLY: Veo mucho SEMANA.COM, sé que tienen millones de espectadores, así que lo que han hecho es realmente formidable. Y tú eres ahí el alma, la inspiración.
VICKY DÁVILA: Es una redacción que trabaja todo el tiempo.
JAIME BAYLY: Es buen periodismo. Independiente, moderno y punzante, como debe ser, y con sentido del humor.
VICKY DÁVILA: Muchas gracias.
JAIME BAYLY: A ti.
VICKY DÁVILA: Muchos éxitos con tu novela. ¿Cómo era de churro Vargas Llosa?
JAIME BAYLY: ¿Viste? Todo un galán. Y cómo Gabo se ponía corbata antes de tener éxito.
VICKY DÁVILA: Y siempre con bigote.
JAIME BAYLY: Pero luego se quitó la corbata.
VICKY DÁVILA: ¿Usted nunca usa bigote?
JAIME BAYLY: No, yo no. Soy muy de depilación.
VICKY DÁVILA: ¿Siempre, en todas partes?
JAIME BAYLY: En todas partes (risas).
VICKY DÁVILA: (Risas).
JAIME BAYLY: Hasta pronto, un beso. ¡Qué tremenda entrevista, ha sido genial!