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Vicky Dávila lanza preocupante advertencia sobre Gustavo Petro y las elecciones del 2026: “El presidente se convirtió en una amenaza para el país”
La directora de SEMANA fue aplaudida en el congreso de Fenalco, en Barranquilla.
Estas fueron las palabras de Vicky Dávila, directora de SEMANA, en el congreso de Fenalco, en Barranquilla:
“Estoy muy agradecida con esta invitación tan generosa de ustedes, los comerciantes de Colombia. Qué duro que les ha tocado. Primero, la pandemia, y cuando ya estaban tratando de recuperarse, empezaron a padecer, como todos los colombianos, a Gustavo Petro. Entonces llegó la tributaria, la de 2022, se golpeó el consumo y la capacidad de ahorro de los colombianos. Afectaron directamente a los asalariados y a las personas naturales. Un golpe para su sector. Por ejemplo, los aranceles para la ropa importada, qué problema. Lo último fue que el presidente Petro no quiso sancionar la ley que, por lo menos, permitía el regreso del Día sin IVA. Lo digo con sinceridad: lo veo como una venganza a la gente que trabaja, a la gente que busca el progreso en Colombia, a la gente que se esfuerza. Menos mal la Corte Constitucional tiene la última palabra.
Estoy aquí como una periodista, no como una politiquera, nunca lo he sido. Estoy aquí como una colombiana a la que no le da el alma para mirar hacia el otro lado, de manera conveniente, y ser indiferente ante el riesgo y las amenazas contra la democracia y la libertad.
Y quiero que escuchen esta historia: en abril, después de las intervenciones del Gobierno Petro a las dos EPS más grandes en el país, y después de que varios empresarios de las EPS llegaron a acuerdos con el Gobierno, a puerta cerrada y a espaldas de los colombianos, la familia de una niña de cinco años, Valentina, vivió una tragedia. A Valentina la llevaron con un cuadro convulsivo al hospital de Facatativá. Allí la entubaron, los médicos poco pudieron hacer y la trasladaron de inmediato a Bogotá, donde la niña murió.
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Su mamá contó después que la EPS le estaba dando sólo un medicamento de los tres que tenía que darle y que ella tuvo que dejar de darle comida a Valentina y a varios de sus otros hijos simplemente porque necesitaba comprarle la droga a la niña. Cuando la niña muere, 15 días después, le llega un correo a su mamá en el que la EPS, que por cierto es una de las que fue y se arrodilló ante el Gobierno Petro, le decía: ‘Estamos viendo cómo le solucionamos el problema de las medicinas a su hija’. Ya para qué.
Por cierto, un dato: desde que hubo las intervenciones se dispararon las quejas de los pacientes en un 12 %. Esas intervenciones no han servido para mucho. Al contrario, convirtieron al sistema de salud, al lado del ‘chu, chu, chu’, en una verdadera bomba de tiempo. Tampoco sirvió que algunas EPS fueran, arreglaran y se entregaran al Gobierno.
En este caso de Valentina, la EPS le falló. Pero también le falló el Gobierno Petro. Y es que les ha fallado a tantos, a los jóvenes, por ejemplo, que andan en busca de una oportunidad, pero claro, si no son matones, no les llega el millón de pesos de ayuda. Porque aquí a los jóvenes no se les paga, se les ayuda o se les auxilia, para que trabajen y para que produzcan y para que se creen un futuro, sino para que no maten.
El Gobierno también les falló a todos aquellos que viven en zonas confinadas y secuestradas por lo que llaman disidencias de las Farc, el ELN, el Clan del Golfo y otros criminales. ¿Qué ha hecho el Gobierno por esas personas? Ha hecho poco o nada.
Lo cierto es que, mientras en Colombia baja la natalidad, entre enero y julio, un 15,2 %, los criminales sí se reproducen como las ratas. Porque, definitivamente, es rentable ser criminal en el Gobierno Petro.
Mientras miles de profesionales idóneos están buscando un empleo, el Gobierno se empeña en hacer crecer el gasto público, en tener una burocracia voraz, que sólo sirve para hacer favores, para favorecer a los enchufados, y, por supuesto, para pavimentar su proyecto político destructivo para Colombia.
La situación económica del país no es buena, así nos quieran hacer creer lo contrario. El recaudo de impuestos, por ejemplo, bajó un 30 % en agosto.
¿Y qué tal lo que está pasando con Ecopetrol que hasta hace un tiempo era la joya de la corona pero ha perdido su valor? ¿Quién responde? Absolutamente nadie. Definitivamente estamos frente a un gobierno inepto, ineficaz, que gasta a manos llenas, alejado de ese Estado austero que necesitamos con urgencia.
Ni qué decir de la corrupción. El Gobierno Petro nada en la corrupción. Uno de los ejemplos más claros es, sin lugar a dudas, el escándalo de la UNGRD, plata de los colombianos, plata de ustedes. ¿Quiénes están salpicados? Algunos ministros, otros altos funcionarios que, según Olmedo López y Sneyder Pinilla, terminaron cogiendo esa plata de los colombianos para activar una máquina de corrupción que se encargara de comprar congresistas para pasar las reformas del presidente.
Hay casi 6 millones de personas en pobreza extrema, en total 16 millones de pobres, ¡hombre!, gente que no tiene con qué comer, quieren un trabajo, que les cumplan, quieren la posibilidad de tener una casa. Mi abuela decía: ‘Tener casa no es riqueza, no tenerla es una gran pobreza’. Y sí que tenía razón.
La gente quiere un crédito para un emprendimiento, para poder volverse independiente. No sé qué es lo que no han entendido el Gobierno Petro, los politiqueros y los enchufados que ayudan a este gobierno.
Estos y muchos otros problemas son los que debería estar resolviendo Petro. Pero no. Él y su gente están empeñados en incendiar el país.
Por eso me gusta mucho el mensaje de este congreso, me gusta que sea la unión para hablar de la Colombia del futuro. La unión de la gente, sí, pero de la gente común y corriente, de los comerciantes, de los estudiantes, las amas de casa, los médicos, los empresarios, los obreros, con la gente de a pie, una unión desinteresada, pero con un objetivo común: salvar a Colombia del yugo, de ese proyecto político destructivo del petrismo.
No se trata de la unión traducida en una alianza politiquera para buscar el poder, para llegar allá a despilfarrar la plata de los colombianos y robársela para que sigamos de mal en peor.
No se puede tratar de un pacto de corrupción. No. Aquí llegó la hora de la conciencia, aquí llegó la hora de defender la democracia y la libertad. Oigan bien, no por la fuerza, sino con la fuerza de la Constitución y la ley, dando ejemplo, con respeto, con decencia, y sobre todo con mucho amor por nuestros nietos, nuestros hijos, nuestras familias y nuestros amigos. Es es la unión que necesitamos.
Los colombianos no se pueden volver a equivocar. Es cierto. Confiaron en el cambio que les prometió Gustavo Petro. Hoy ese cambio lo necesitamos más que nunca. Es urgente. La gente creyó y la estafaron, la gente creyó y le mintieron, la creyó de buena fe y sencillamente le incumplieron.
Pero a unos cuantos conversos, ciertamente bien informados, no les creo. Y no los justifico. Como usted, María Jimena Duzán, usted sabía, como todos los que ahora son conversos y que son bien informados, lo que pasaría si se votaba por Petro. Usted, María Jimena, votó por Petro, y además llevó a otros a votar por Petro, usted lo hizo, como lo hicieron otros conversos, sin importarles el país, sin importar lo que pasaba, porque todos sabíamos lo que iba a pasar si Gustavo Petro ganaba con su proyecto político destructivo.
Ellos, los conversos bien informados, como usted María Jimena, también son responsables de la tragedia que viven los colombianos. Muy fácil criticar ahora, muy fácil bajarse del barco, pero no les crean. Porque allí hay solo una cosa, o tienen candidata, como usted María Jimena, o candidato, o sencillamente son candidatos o candidatas que están buscando votos. No se pueden dejar engañar. Eso, señoras y señores, es deleznable.
Lamentablemente, y pensé mucho, si podía decir o no decir lo que les diré a continuación. Creo que el presidente Petro, lamentablemente, se ha convertido en una amenaza para el país y para Colombia. Los ataques a la prensa, al Congreso, a las altas cortes, a algunos expresidentes, al CNE, a los empresarios, tienen al país sometido y en una convulsión permanente. Así, en tal inestabilidad política, Colombia se ha quedado estancada. Ya no genera la confianza de otros años atrás. Petro se ha encargado de minarla y la inversión se ha venido al piso.
Hoy quiero dejar las alarmas encendidas. ¿Hacia dónde nos está llevando el Gobierno Petro? ¿Hacia dónde lleva Petro al país? Su discurso radical solo demuestra una cosa y esto también quiero que se les quede aquí: si fuera por él, se quedaría después del 7 de agosto de 2026. Pero si no, se empeñará en poner a uno de sus esbirros para que continúe su proyecto político destructivo, y lo hará en cuerpo ajeno, generando e invocando caos y terror.
En estos dos años, Gustavo Petro se ha dedicado a hacer terrorismo político. Eso es lo que hace todos los días. ¿Alguien duda de que Petro se quiere quedar? Si no puede, lo hace con sus esbirros.
Aquí tenemos que estar preparados, tenemos que defender el país, la democracia y la libertad, no con violencia, como ellos están acostumbrados, pero sí con toda la firmeza y la determinación.
Petro no está débil, ni derrotado, ni tampoco está loco, no es invencible. A Petro hay que enfrentarlo con la Constitución y la ley, que son sagradas.
Petro está siguiendo un libreto, el que siguen varios líderes de la región, entre ellos varios dictadores, y Cuba, Venezuela, Rusia y otros más están detrás.
No es coincidencia que Petro, hablando de un supuesto golpe de Estado en su contra, llame a la gente para que haga revueltas en las calles y lo defiendan, y al mismo tiempo ordene a sus generales no combatir la violencia, muy peligroso. Mientras tanto, la fiscal Camargo saca una directiva en la cual deja a los colombianos en manos de los vándalos y les amarra las manos a la Fuerza Pública.
Definitivamente, quedamos desprotegidos. La vida del presidente es sagrada, como es la de cada uno de ustedes y del resto de colombianos. Al presidente hay que cuidarlo, no le puede pasar nada, hay que protegerlo, ojalá él pensara así sobre su obligación constitucional con todos los colombianos. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Él no está por encima de la ley. Si el CNE llega a la conclusión de que su campaña violó los topes, pues no será el CNE el que tome decisiones con respecto a Petro, como tanto lo repite mentirosamente el presidente. No. Será la Comisión de Acusación. Nuestra obligación es rodear las instituciones, apoyarlas, respaldarlas.
Es desolador ver cómo el presidente, por conveniencia, un día ataca a la Corte Suprema, y le manda a los vándalos, otro día a la Corte Constitucional o al Consejo de Estado, a la Procuraduría, lo hacía con la Fiscalía, ya no, porque ahora está muy cómodo, ¿cómo no?
Mientras los colombianos necesitan comer, estudiar, trabajar, que los atienda el médico, que les dé una oportunidad, nosotros pasamos largas horas llevados por el presidente, hablando del golpe de Estado. Sencillamente, es un un gobierno que se la pasa promoviendo el odio, la rabia, el resentimiento, atacando con su ejército digital, los youtubers, que por cierto todos nosotros los pagamos, son muy bien caros, muy caros.
Tampoco es una coincidencia que Petro critique el software de la Registraduría, ese con el que se hizo elegir presidente. O que su gente en el Congreso de la República quiera bajarle el presupuesto en un 77 %.
Tenemos que cuidar las elecciones de 2026, tenemos que defenderlas. No es una paranoia, es una amenaza y es real. No queremos llorar cuando nos pase lo de Venezuela. Maduro se robó las elecciones y ya ven, no pasó absolutamente nada, a Venezuela la han dejado sola, a los venezolanos los han dejado solos, incluyo a la comunidad internacional, no han pasado de comunicados muy sentidos.
El día en que, Dios no quiera, nos pase a nosotros, nadie nos va a defender, por eso tenemos que defendernos nosotros mismos desde ya, con la ley, la democracia y en defensa de la libertad.
Aquí no sirven las medias tintas, tampoco arrodillarse ante el Gobierno. Quienes se arrodillan, supuestamente cuidando su capital, están alimentando el proyecto político destructivo de Petro. Así lo han hecho algunos empresarios enchufados por poder, dinero o simpatía. O porque está de moda posar en algunos sectores de socialistas de élite, esos están pensando en el presente, no en el futuro. Y esos también serán tragados por las hienas, tarde o temprano, aunque ahora, simplemente como cómplices, vean cómo poco a poco se van tragando a otros.
Les pido que hagamos un ejercicio, imagínense por unos instantes, estos dos años y dos meses del Gobierno Petro, sin que existiéramos periodistas y medios, o que existiéramos y sencillamente nos quedáramos callados o nos arrodilláramos a aplaudir, ¿verdad que cualquier escenario como ese es escabroso?
Pues somos los periodistas quienes hemos destapado la podredumbre del Gobierno Petro. Por eso nos trata de desprestigiar, a las mujeres periodistas nos llama “las muñecas de la mafia”, nos pone en peligro a todos, nos acusa falsamente, por ejemplo, de usar las tácticas de comunicación de Hitler y Goebbels. No. Él es el que utiliza esas tácticas. Y voy con algunas:
- Exagerar y desfigurar con narrativas mentirosas, lo hacían Hitler y Goebbels, y lo hace Petro.
- Repetir una mentira las veces que sea necesario hasta que parezca verdad, la gente creerá más fácil una mentira grande que una pequeña. Lo hacían Hitler y Goebbels, y lo hace Petro.
- Nunca hay que admitir un error, y hay que encontrar a un culpable, a un enemigo para echarle la culpa de todo. Lo hacían Hitler y Goebbels, y lo hace Petro. Y muchas cosas más.
En el caso de SEMANA, la lista es larga. Revelamos los petrovideos y el país pudo conocer a conciencia, antes de votar, la suciedad de la campaña, hasta cómo se hablaba del pacto de La Picota y de las visitas a las cárceles para hacerles promesas a los extraditables. Se planeaba cómo enfrentar a la opinión pública.
También destapamos la confesión de Day Vásquez que tiene a su exesposo, a Nicolás Petro, aunque todavía están casados, respondiendo en juicio por lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Eso sí, la Fiscalía con los abogados están haciendo toda clase de piruetas para ver cómo logran que (Nicolás Petro) pase el menor tiempo detenido, seguramente en una guarnición militar. En todo caso, las pruebas son contundentes.
También revelamos la confesión del propio Nicolás Petro, y esa sí que me parece importante, culpó a su propio padre de supuestamente estar enterado de la financiación ilegal de su campaña, salpicó a su circulo más cercano, incluso a la primera dama, con corrupción, contratos y coimas.
También revelamos el escándalo de la exniñera de Laura Sarabia, con el cual me duele el corazón. Hace apenas unos días condenaron a dos de los policías que la chuzaron a ella, a la niñera, y a una amiga y un amigo. Los policías dijeron que las órdenes las dieron desde la Casa de Nariño. ¿Quién las dio? ¿Dónde están esas investigaciones? ¿Quién va a responder por eso? ¿Solamente los policías? También revelamos los audios de Armando Benedetti, donde se hablaba de 15 mil millones de pesos, y donde también él expresaba que si contaba todo, se iban a la cárcel o se hundían todos.
Han sido muchas cosas las que hemos revelado en todos estos dos larguísimos años y dos meses.
En una democracia, la libertad de prensa es un imperativo, una garantía, y en un país como Colombia, en medio de las circunstancias que vivimos, se convierte en una esperanza.
No quiero terminar sin hablarle a la Fuerza Pública. Quiero hablarle a esa Fuerza Pública que, tarde o temprano, después del 7 de agosto de 2026, va a terminar su horrible noche, va a volver a ser valorada, tecnificada, eficaz, una Fuerza Pública que respete los derechos humanos, nadie aquí quiere una Fuerza Pública brutal, pero tampoco bobalicona.
La mesada 14 para los veteranos y el aumento en las primas de los activos, en las bonificaciones, no son un regalo del Gobierno Petro, son un derecho, por tanto ellos se lo merecen, dan su vida y la exponen por nosotros todos los días, por eso los quiero tanto, los quiero de corazón y de verdad. Eso es lo que tenemos que recuperar en Colombia.
Les digo que tengan en cuenta que Petro, en medio de la campaña, dijo: ‘Bueno, si a ustedes les van a comprar su voto, reciban la plata pero voten por mí'. Hoy a la Fuerza Pública le digo: reciban todos los beneficios que tiene para entregarle el Gobierno Petro, ustedes no tienen precio, y eso sí reciban y defiendan la Constitución y la patria, defiendan a los colombianos.
Finalmente, el 7 de agosto de 2026 tengo fe que va a terminar esta horrible noche, Colombia tiene que volver a progresar, Colombia tiene que volver a cumplir sus sueños, no solamente soñar, hoy hasta de pronto los sueños se los han matado a los colombianos. No solo hay que soñar, hay que acostumbrarse a cumplir los sueños. Y lo vamos a lograr.
Juntos, unidos, sin miedo, en un país seguro, humanitario, que no use a los pobres políticamente para ganar las elecciones, que los ayude, que les cumpla, un país de oportunidades, donde se premien el trabajo y el esfuerzo.
Donde los empresarios, los comerciantes, como ustedes, puedan volver a trabajar, que no sean hostigados, que hagan lo que saben hacer, que no tengan un revolver en la cabeza por parte de un Gobierno, esa es la Colombia que todos estamos soñando después del 7 de agosto del 2026.
Quiero dejarles un mensaje ya que estamos hablando de unión: Colombia no va hacia la derecha, no va hacia el centro, no va hacia la izquierda, únicamente tiene que ir hacia adelante. Así que tenemos que resistir, de esta salimos, y que Dios nos cuide a todos, que Dios les pague por este rato tan especial para mí, que me llevo en el corazón”.