ENTREVISTA
“Volverse un amigo incondicional de Maduro no es conveniente para Petro”: la dura advertencia de un excanciller al presidente. Las razones aquí
En entrevista con SEMANA, el experto en relaciones internacionales hizo un análisis de lo que puede pasar en la histórica conversación entre Petro y Maduro este martes.
El decano de la facultad de la Facultad de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario y exministro de Relaciones Exteriores, Julio Londoño, conversó con SEMANA sobre el almuerzo entre Gustavo Petro y Nicolás Maduro en Caracas.
Londoño afirmó que, si bien es un paso histórico, no está seguro de la conveniencia que esto pueda traer para el mandatario colombiano o para superar la profunda crisis que se vive en ese país.
SEMANA: ¿Qué impacto tendrá la reunión entre los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro?
JULIO LONDOÑO (J.L.): Yo creo que eso tiene dos significados. Primero, uno práctico que es tratar de subsanar y de superar los obstáculos que se han presentado hasta este momento en el restablecimiento de las relaciones entre ambos países. Para nadie es un secreto que una cosa es la apertura normal, el restablecimiento de las naciones y el otro pasar a la práctica en varias áreas.
Lo más leído
Por otra parte, tiene un significado a mi juicio simbólico, porque hace muchísimos años los dos presidentes de Colombia y de Venezuela, sea cualquiera el que fuera, no se han reunido, a pesar de ser países limítrofes con una interdependencia muy importante; tiene ese efecto simbólico que creo que es importante y hay que tenerlo en cuenta.
SEMANA: Uno de los puntos que conversarán entre ambos es el tema de derechos humanos, ¿qué podrían discutir allí?
J.L.: Petro ha reiterado en varias oportunidades que le ha recomendado a Venezuela reincorporarse al acuerdo general que hay dentro del marco de la OEA sobre los derechos humanos. En alguna oportunidad, Petro le señaló al gobierno venezolano que su razón de ser, su existencia como presidente, en alguna forma se lo debía a la Convención Interamericana de Derechos Humanos y que era un error, a su juicio, que Venezuela se hubiera retirado de eso. Entonces esa es una recomendación que creo que Petro le va a reiterar a Maduro, no sé si la acogerá o no, porque eso tiene un marco dentro de la posición de Venezuela en el retiro que hizo de la Organización de Estados Americanos.
SEMANA: En el caso hipotético de que Maduro aceptara volver a ese organismo internacional, ¿qué impacto tendría?
J.L.: Muy importante. No dudo que para Maduro, así como para el pueblo venezolano, sería importante. Yo creo que Venezuela en un momento determinado, con la condición actual que hay en el continente, debería reconsiderar su posición del retiro de la Organización de Estados Americanos. De todas maneras, la OEA es un foro en el que están tirios y troyanos, por lo tanto, si en un momento determinado la recomendación no es solamente a vincularse nuevamente a la Convención Interamericana de Derechos Humanos, sino reintegrarse a la OEA, sería un triunfo importante para Venezuela y también para Petro.
SEMANA: ¿Petro hace bien buscando a Maduro?
J.L.: No lo sé. Petro es una persona bastante pragmática y todos sabemos que Maduro es una de las personas que genera mayor reacción contraria en nuestro país. Entonces volverse en un momento determinado un amigo incondicional de Maduro no es conveniente para Petro y yo creo que él lo sabe. Yo creo que las cosas van avanzando poco a poco.
SEMANA: ¿Qué podrán conversar ambos sobre las dificultades de la reapertura de la frontera?
J.L.: Creo que pueden dar instrucciones a las autoridades aduaneras, militares y civiles para generar una situación diferente en la frontera paulatinamente. Esto no es de un momento para otro. Pueden dar instrucciones, pero eso no se va a dar de la noche a la mañana.
SEMANA: ¿Qué podrían conversar de la presencia de la guerrilla colombiana en ese país y las negociaciones con el ELN?
J.L.: Creo que simplemente se hará el respaldo de Venezuela en posición para actuar. Como usted sabe, durante los gobiernos hubo negociaciones del Ejército de Liberación Nacional en Venezuela. No sería la primera vez que sucediera, las negociaciones se van a llevar a cabo en Cuba, pero de todas maneras hay una presencia importante de los señores del ELN en territorio venezolano y la actitud y la disposición de Venezuela para facilitar el diálogo sin parcializarse será muy importante.
SEMANA: Algunos dicen que con estos hechos y el triunfo de Lula en Brasil la izquierda se está fortaleciendo en la región, ¿es así?
J.L.: Todas las izquierdas latinoamericanas son diferentes. Yo no creo que se pueda hablar de un bloque ni de un conjunto, cada una de esas izquierdas tiene características completamente diferentes. No se puede poner en el mismo lugar a Nicaragua que a Chile o a Bolivia, al mismo tiempo que Venezuela, entonces tienen características diferentes. Pueden tener una tendencia, pero que se haya armado un bloque de izquierda en América Latina no es así. Es como decir que hubo bloques de derecha en América Latina, no todos los países tenían esa tendencia. Entonces yo creo que sí, hay gobiernos de izquierda, pero no que haya identidad absoluta entre esos gobiernos sobre las prácticas y sobre las líneas que van a adoptar interna e internacionalmente.
SEMANA: ¿Petro podría ayudar para retornar la democracia en Venezuela, es un escenario posible?
J.L: No lo sé. Eso depende del presidente. De todas maneras, hay una base. Maduro va a ser presidente por lo menos hasta el 2024, entonces habrá que ver. Lo mejor para Maduro sería asegurar unas elecciones limpias y transparentes en el año 2024. Esa es una garantía para él. Es posible que gane, no lo descarto, pero garantizar unas elecciones transparentes y limpias para el 2024 sería una demostración de democracia que para Colombia es muy importante.
SEMANA: ¿Este acercamiento y el tono de Petro con Maduro podría ayudar a solucionar la crisis migratoria?
J.L.: Es un problema muy complicado y difícil, porque no depende de las relaciones entre dos presidentes, es un problema que existe en Venezuela, objetivo, los venezolanos han salido y siguen saliendo, no con la misma profusión que antes. Eso no es un problema que se arregle entre dos mandatarios. Además, Colombia no puede ser el único que está recibiendo en este momento a los refugiados de Venezuela. Es una situación social, política y económica que vive Venezuela y lo mejor para nosotros es que se superen esas condiciones. Lo mejor para Colombia es que pudiéramos tener a una Venezuela próspera y rica porque sería la salvación para Colombia.