PREMIO COLOMBIA LÍDER 2012
Juan Carlos Granados Becerra: el gobernador que se atreve
Gobernador de Boyacá, ganador del Premio Colombia Líder 2012 en la categoría de gobernadores.
Sin duda alguna, lo que ha obtenido este joven líder en tan pocos años no sorprendería para nada a su abuela “Mamá María”. Ella sola, con la venta de tamales, logró financiar sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Colombia.
Oriundo de Nobsa (Boyacá), el gobernador Juan Carlos Granados Becerra, es especialista en Gobierno Municipal de la Universidad Javeriana, en Derecho Internacional del Transporte de la Universidad Externado de Colombia y en Alto Gobierno de la Universidad de los Andes. Se ha desempeñado como miembro de la Junta Directiva de Acerías Paz Del Río S.A., de la Junta Directiva de CorpoBoyacá y Secretario General de la Lotería de Boyacá.
Empezó su carrera política desde muy joven: siendo estudiante universitario se postuló a la edad de 24 años al concejo de Nobsa con un slogan muy a su estilo ¨Un proyecto Político inconforme y reflexivo¨. Logró la máxima votación. Posteriormente, a sus 27 años fue elegido alcalde del mismo municipio, cargo desde el cual logró implementar una política fiscal seria y con sentido social. Con una idea central, incrementó los impuestos a los grandes contribuyentes y alivianó las cargas tributarias a los pequeños, haciendo que los ingresos de este municipio en un año se triplicaran. A partir de estas reformas tributarias, Nobsa se ubicaría en el ranking de los cinco municipios con mayor eficiencia fiscal del DNP.
Como Gobernador de Boyacá ha brindado un nuevo panorama a los boyacenses, promoviendo las potencialidades turísticas e históricas con las que cuenta el departamento. En particular se destacan sus políticas en favor de la población vulnerable descritas en el plan “Boyacá se atreve”.
Mediante unos espacios de participación activa, el Gobernador logró la inclusión directa de los menores del departamento estableciendo una relación directa del nivel directivo de la administración. “Cuando un niño participa en la construcción de una política pública está usando un espacio de reflexión propio, en el cuál es reconocido como persona. Además, está fortaleciendo sus capacidades mentales, de interrelación con los demás y sobretodo de tolerancia a la diferencia” dice Granados.