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¿Por qué las boas son catalogadas como una especie poco grata en Quindío?
La proliferación de boas constrictor e imperator, especies que no tienen rango de distribución en ese departamento, se ha constituido en una amenaza para diversos animales nativos e incluso para los humanos. Autoridad ambiental realizó guía de control y manejo.
Las boas constrictor, también conocidas como guios en algunas regiones de Colombia, se han ido convirtiendo en una preocupación mayor para las comunidades de Quindío.
El aumento de reportes de aparición cerca a centros poblados, al igual que el notorio incremento de incautaciones, recuperación y rescate de estos ejemplares, especialmente en municipios como La Tebaida, encendieron las alarmas de las autoridades, ya que -según Mónica Jaramillo, líder del área de fauna silvestre de la entidad - estos especímenes no tienen rango de distribución en ese departamento.
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En 2018 se inició el proceso de elaboración del plan de manejo de esa especie por parte de la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ). Sin embargo, ante el aumento de registros ocurrido en 2020, con un saldo de 26 inindividuos entre incautados y recuperados, se tomó la decisión de actualizarlo y formular una guía de control y manejo de este tipo de serpiente.
La CRQ hace un llamado para que la población no libere animales silvestres sin su acompañamiento. Foto: CRQ.
Para tal fin, fue contratado un biólogo con experiencia en herpetos (anfibios y reptiles). "Empezamos a hacer un proceso de investigación en el área donde se había detectado la mayor presencia de esta especie, es decir, en varias veredas del municipio de La Tebaida, con el apoyo con la oficina de regulación y control que hace las incautaciones", indicó Carolina Valencia Zapata, profesional universitaria de la Subdirección de Gestión Ambiental de la CRQ.
La funcionaria explicó que implementaron un proceso metodólogico completo para identificar de forma visual (encuentros) la especie, el cual fue complementado con entrevistas a la comunidad. "La idea era saber qué conflictos se estaban presentando, con qué tanta frecuencia se estaban evidenciando individuos, qué afectaciones se estaban causando frente a los animales domésticos o si habían sido avistadas muy cerca a los centros poblados. Esto nos indicaría qué acciones debíamos tomar"; comentó.
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Valencia Zapata informó que, tras el proceso adelantado en 2018, desde la corporación se había tomado una decisión de definir a la boa constrictor como especie en conflicto por estar tan cerca a los centros poblados. No obstante, al término de esta actualización realizada el año pasado se logró determinar que la categoría más apropiada para situar a esta especie era la de traslocada o relocalizada, es decir, que es trasladada desde un determinado lugar geográfico donde habita en forma silvestre a otra área natural.
"No es invasora, ya que esta especie tiene una distribución nativa en Colombia, sin embargo, al departamento llega por introducción del humano", apuntó.
Debido a su rápido proceso reproductivo, las boas han proliferado en varias zonas del Quindío. Foto: CRQ.
Lo complejo, en este caso - según la autoridad ambiental - es que por ser un ofídico de gran tamaño y con amplia tolerancia y adaptabilidad ambiental puede reproducirse y convertirse en una posible amenaza para el funcionamiento de los ecosistemas donde está presente, así como para la diversidad nativa de aves, mamíferos, anfibios y los mismos reptiles propios del Quindío.
De ahí la importancia de esta guía, que cuenta con tres líneas de trabajo: prevención, divulgación y capacitación; investigación y monitoreo, y manejo y control.
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El documento también incluyó el manejo de la boa imperator, originaria de la Amazonia, al ser considerados como dos individuos taxonómicamente cercanos, a pesar de sus diferencias morfológicas y de distribución, ya que la boa constrictor puede encontrarse en los Andes orientales y la Costa Caribe, mientras que la imperator en los Andes occidentales. No obstante, de acuerdo con el biólogo que adelantó la investigación, las medidas tomadas para la constrictor también servirían para la imperator, que también ha sido avistada en esa región del país y, por esa razón, se tomó la decisión de trabajar la guía en conjunto.
En el marco del estudio se generaron los mapas de distribución actual y potencial en Latinoamérica, Colombia y el departamento para conocer los sitios con las condiciones ideales a los que la especie podría desplazarse, determinando que las probabilidades son moderadas para municipios como Armenia, Montenegro, Quimbaya y Buenavista, aunque presenten características similares a La Tebaida, que obtuvo una alta probabilidad.
Las serpientes que son decomisadas en Quindío luego son liberadas en los departamentos donde está su hábitat natural. Foto: CRQ.
“Para cualquier tipo de especie la comunidad es un actor fundamental. Hay que enseñar a quienes viven cerca a los sitios de aparición de boas los protocolos al momento de avistar esta especie y enfatizar en que no deben maltratarlas ni convertirlas en mascotas, situación que se ha presentado. La guía ya está formulada y será entregada a la Subdirección de Regulación y Control para el inicio de la próxima fase de ejecución y educación ambiental”, puntualizó Valencia.
Para este estudio la autoridad ambiental contó con el aporte de la Universidad del Quindío en lo concerniente a las herramientas herpetológicas necesarias para el desarrollo de la investigación en campo. Desde la corporación señalaron, además, que fueron invertidos más 13 millones de pesos en la contratación del personal idóneo para esta labor.
El origen del problema
Hace algún tiempo, decenas de serpientes, entre ellas las boas constrictor, fueron liberadas por la ciudadanía en algunas zonas rurales de La Tebaida y con el paso de los años estos animales comenzaron a reproducirse y moverse a sus anchas por diversos territorios del municipio, llegando incluso a los terrenos del aeropuerto El Edén, donde los funcionarios han reportado la presencia masiva de estos animales.
Momento en el que una boa de dos metros fue rescatada en el aeropuerto El Edén de La Tebaida. Video:CRQ.
Carlos Truke, subdirector de regulación y control ambiental de la CRQ, dijo en octubre del año pasado, que en una época era muy común que la población tuviera esta fauna silvestre en cautiverio. Sin embargo, muchas personas decidieron liberar a estos reptiles sin ningún tipo de control, una actividad que es ilegal y que hoy en día está ocasionando esta problemática.
Ante ese panorama, la autoridad ambiental realiza permanentes recorridos por inmediaciones de la pista de la terminal aérea para hacer los rescates de todas las serpientes y luego trasladarlas al centro de fauna para que puedan regresar a los lugares que hacen parte de sus rangos de distribución.
La corporación recordó que el tráfico de fauna era un delito que castigaba con penas que iban desde millonarias multas hasta prisión.
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La boa constrictor tiene una amplia distribución en el continente americano, desde México hasta Argentina. Habita en desiertos, sabanas, bosques húmedos e incluso cultivos y puede alcanzar tamaños de hasta cuatro metros de largo.
Los periodos de gestación duran unos cuatro meses y luego las hembras pueden dar a luz entre 20 y 60 crías, con tamaños que oscilan entre los 30 y 40 centímetros.