SEXO
Cuando la pornografía se vuelve un problema
Según Pornhub en el año 2015 sus visitantes consumieron 87.849 millones de videos, que suman un total de 4.392 millones de horas de reproducción.
El consumo de pornografía siempre ha generado polémica. Los principales detractores lo desaprueban por fundamentos morales y religiosos, otros no están de acuerdo con la forma en que es producido el contenido, y otros no lo defienden por otras problemáticas que se derivan de esta industria como la prostitución, el abuso sexual, abuso infantil o la discriminación de género.
Sin embargo, hay quienes lo defienden y sobre todo hay un gran público que lo consume. Solo dos sitios de pornografía gratuita Redtube y Pornhub – que también ofrecen contenido ‘Premium’ por suscripción- suman un total de 60 millones de usuarios únicos al mes. Y según las cifras de Pornhub, en el año 2015 sus visitantes consumieron 87.849 millones de videos, que suman un total de 4.392 millones de horas de reproducción. Esto equivale a 12 videos vistos por cada humano que habita en el planeta.
Más allá de lo polémico que puede ser el consumo y la producción de este tipo de contenidos, se está haciendo evidente que hay personas que tienen problemas debido a esta práctica y cada vez se conocen más historias de personajes que dicen que el porno “casi les arruina la vida”.
José Manuel González, director del Centro de Psicología y Sexología – CEPSISEX, quien además lleva 40 años trabajando con personas que sufren de algún tipo de adicción, aseguró a Semana.com que hace 30 años no veía a muchos pacientes con problemas por ver porno, pero ahora “cerca del 35 % de los pacientes que tiene en Bogotá y Barranquilla son adictos a este contenido.”
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Según lo que explicó a este portal la sexóloga y psicóloga Claudia Botero, el problema del consumo de pornografía comienza cuando alguien prefiere ver este contenido que socializar con la gente o realizar otras actividades. Otra de las posibles señales del problema puede ser la interrupción de otras actividades como el sueño, el estudio, o el trabajo para ver estos contenidos. También si una persona se siente reacia a estar sin la pornografía, incluso por un corto tiempo. Y si habitualmente se masturba durante o después de ver estas imágenes.
Dentro de los efectos negativos que sufren las personas adictas al consumo de porno está la depresión elevada, la ansiedad y la soledad. Quien lo ve con frecuencia también experimenta menos felicidad y menos satisfacción con la vida.
Además, como otras adicciones, la del porno puede afectar la vida laboral, social y las relaciones de pareja. The New York Times publicó la historia de Alexander Rohdes, un joven de 26 años, quien confesó que no tuvo una relación de pareja por mucho tiempo por su adicción a la pornografía, “solo era capaz de mantener una erección si pensaba en la pornografía. Llegué a masturbarme hasta 14 veces al día viendo porno”, dijo al diario estadounidense.
El doctor González explica que ya hay un problema cuando la persona ve porno varias veces a la semana y llega a masturbarse al menos una vez al día viendo estas imágenes. El especialista también dijo a este portal que muchos de sus pacientes han tenido problemas con su pareja porque el porno distorsiona la imagen del sexo.
La pareja del adicto al porno se queja porque se sienten como un objeto de placer y a veces se siente incómoda por cosas que le pide su conyugue. “Las personas adictas se acostumbran a un tipo de sexo brusco, poco cariñoso e irreal. También a ver cuerpos perfectos, alejados de lo natural. Este contenido muchas veces se enfoca mucho en la penetración y no en el proceso de seducción o en el diálogo”, afirmó el experto.
Botero, por su parte, ha dicho que encuentra que el adicto al porno prefiere masturbarse viendo porno que tener relaciones con su pareja y esto afecta la emoción y los sentimientos del otro.
Terry Crews, un famoso ex jugador de futbol americano, actor y humorista, reveló a la BBC que su matrimonio estuvo a punto de terminar por su adicción al porno. “Seguramente han escuchado que el porno es fantástico pero no se compara con lo verdadero, pero cuando eres un adicto al porno, sientes lo opuesto; el sexo es fantástico pero no se compara con el porno".
La sexóloga Botero argumenta que al ver estas imágenes se liberan respuestas bioquímicas que generan una sensación de placer y bienestar, aunque pueden terminar siendo destructivos, como pasa con otras adicciones.
Una vez alguien tiene el hábito de consumir pornografía será muy difícil dejarlo. Por eso los expertos recomiendan buscar ayuda profesional. También hay varios grupos de personas que tienen el mismo problema y suelen ayudarse mutuamente. Rohdes por ejemplo es el creador de un sitio llamado NoFap.com para guiar a personas que como él tienen problemas con el porno.
Algunos recomiendan el consumo moderado de porno ya que puede contribuir a mejorar las relaciones sexuales de la pareja. Otros dicen que no es recomendable ya que existen otras alternativas que potencian la compenetración entre la pareja y el consumo del porno podría reducir deseo sexual. “La evidencia está en: Mayor cantidad del estimulante es igual a la disminución de la capacidad”, concluye Botero.