SOSTENIBILIDAD

GRI: un mal gobierno corporativo dinamita la confianza inversionista

Andrea Pradilla, directora para Hispanoamérica del GRI, explicó durante su participación en Dinero Al Tablero que si el mercado pierde la confianza en una organización, la opinión al respecto a la firma empeora por lo que la confianza es esencial para las empresas.

26 de agosto de 2020
Andrea Pradilla, directora GRI Hispanoamérica. Foto: Cortesía

Durante su presentación en Dinero Al Tablero, la directora para Hispanoamérica del GRI, Andrea Pradilla, habló sobre la importancia de un buen Gobierno Corporativo de cara a los inversionistas y cómo lograr una reactivación económica desde la sostenibilidad.

Desde el GRI, el buen gobierno corporativo es entendido como una piedra angular de la sostenibilidad que incide en la gestión de la sostenibilidad y en la apropiación del deber fiduciario asociado a la junta directiva. 

Así las cosas, el buen gobierno corporativo posibilita y favorece las buenas prácticas y su ausencia complica la gestión en cualquier tipo de organización y mucho más en un emisor. Además, va de la mano de la transparencia en la gestión.

Para Pradilla, el gobierno corporativo y la sostenibilidad son una alianza, pues desde este sistema se explica cómo las compañías están gestionando esos capitales sociales y naturales.

Frente a los recientes hechos relacionados con renuncias en diversas juntas directivas del país, Pradilla consideró que “de alguna manera esas renuncias que se han dado son una apropiación de ese deber fiduciario, y decir ‘no estoy de acuerdo con las decisiones que se están tomando y cómo se desbalancean los poderes entre accionistas mayoritarios y demás, me veo impedido en el ejercicio como administrador y por ende tomo la decisión de separarme‘”.

Y agregó que "lo que sucedió durante las semanas pasadas se llevó de entrada la confianza, que es esencial tanto en los mercados como en los negocios y por eso se evidenciaron manifestaciones de agencias calificadoras, diciendo ‘no me genera confianza este modelo y quisiera cambiar mi opinión respecto a esta organización‘".

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Sin embargo, los inversionistas no se limitan únicamente a revisar si el gobierno corporativo de una empresa es bueno malo, sino que deben estar atentos a una serie de factores Ambientales, Sociales y de Gobierno (ASG) a la hora de invertir en una compañía.

Para Pradilla, el primer paso para que más inversionistas y empresas valoren estos factores es el de generar conciencia, pero esto tiene un efecto limitado si no se logra generar incentivos desde diferentes actores.

Por un lado, Pradilla explicó que debe darse un escenario de política pública en el que el Estado reconoce el rol en la toma de decisiones por el lado de los inversionistas y reconoce a las compañías que le están apostando a la sostenibilidad.

“Por ejemplo, que te reconozcan como empresa que tiene buenas prácticas y tengas una puntuación diferenciada a la hora de contratar con el Estado. El Estado tiene ahí una función muy importante como diseñador de políticas públicas para generar esos incentivos”, explicó.

Sin embargo, no es una función exclusiva del Estado. Hay distintos organismos que tienen un rol importante como las instituciones financieras, con créditos diferenciados en los que el mercado mismo reconoce estos esfuerzos de inversión.

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¿Es posible plantear una recuperación económica sostenible?

Tradicionalmente los inversionistas miran únicamente la información financiera y, en el mejor de los casos, revisan algunos temas de gobierno corporativo,  por lo que para Pradilla se debe hacer un trabajo en enseñarle a los inversionistas a analizar información social, ambiental y económica.

Y agregó que para esta recuperación económica desde la sostenibilidad hay que asegurarse que el ambiente conducente, tanto de políticas públicas como del sector financiero, sector bursátil, la misma BVC, hablen ese idioma. 

Es decir, que les digan a los grupos de interés "‘nos interesa que una empresa dé rentabilidad, pero nos interesa también cómo una empresa llegó a ese resultado y cuál fue su impacto social y ambiental, porque finalmente esos factores sociales y ambientales van a impactar la habilidad de generar el resultado financiero‘”, destacó Pradilla.

Por otra parte, la directiva señaló que hay mucha gente que no se anima a ser sostenible pues piensa que le costaría más, y si bien es cierto en algunos casos, esto puede traer ahorros en el largo plazo que recuperan la inversión hasta generar ganancias para las compañías.

“Te voy a dar un ejemplo, la covid-19 era un riesgo social, el Foro Económico Mundial dijo que el riesgo número 10 era enfermedades infecciosas contagiosas, y en ese momento, la gente dijo ‘puede que llegue a impactar nuestra habilidad de crecer, puede que no‘. Ocurre covid-19; era un riesgo social, se materializó, ninguna matriz de riesgo tenía esto mapeado e integrado e impactó la habilidad de muchas empresas de seguir operando al punto que muchas desaparecieron”, explicó Pradilla.

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