El defensor del pueblo es en una suerte de ‘termómetro’ de las grandes problemáticas sociales de una democracia. | Foto: David Amado

COLUMNA

¿Qué es un ‘ombudsperson’?

El término viene del sueco y se refiere al defensor del pueblo, quien según la apreciación del presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es un ‘termómetro’ de las grandes problemáticas sociales de una democracia.

Eduardo Ferrer Mac-Gregor*
11 de diciembre de 2018

Tras las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial emergió una nueva conciencia mundial: todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. En torno a esta idea surge la necesidad de crear un sistema jurídico para la defensa, protección y promoción de los derechos humanos. Es así como nace una nueva arquitectura para protegerlos con una dimensión multinivel: universal, regional y nacional.

Dentro de este andamiaje jurídico, la figura del ombudsperson (defensor del pueblo) cumple un rol esencial, al ser, en muchas ocasiones, el primer eslabón de ese sistema multinivel de protección. A los ombudspersons les toca la difícil misión de fiscalizar la actuación del Estado en la protección de los derechos humanos y de crear conciencia sobre la importancia de estos. Se convierte entonces en una suerte de ‘termómetro’ de las grandes problemáticas sociales de una democracia.

En infografía: Miles de protegidos

Uno de los desafíos más importantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es fortalecer el diálogo e interacción con los ombudspersons de la región.

En lo que respecta a Colombia, destaco la iniciativa de la Defensoría del Pueblo de realizar una serie de actividades pioneras cuyo objetivo es coadyuvar en el cumplimiento de las sentencias dictadas por la Corte Interamericana.

Al respecto, se debe resaltar el acto simbólico del 16 de noviembre denominado ‘Jardín de los Sueños’ que reunió varias de las víctimas reconocidas en sentencias de la Corte Interamericana respecto de Colombia, escuchó los diferentes problemas y obstáculos que afrontan a la hora de la implementación de estas y, a través del diálogo, se espera que se elabore un diagnóstico y hoja de ruta para facilitar un mejor y más pronto cumplimiento de las sentencias.

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En definitiva, el fortalecimiento de este diálogo e interacción tiene por objetivo dotar a los ombudspersons con una ‘vocación interamericana’ y coadyuvante del trabajo jurisdiccional de la Corte Interamericana y, por el otro lado, hacer que se cuente con un aliado natural en las instancias nacionales para un mejor conocimiento e implementación de sus decisiones.

*Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos