El silencio de varios años de John Agudelo Ríos es producto de su mayor anhelo: la paz del país. Desde que presidió la Comisión de Paz durante la administración de Belisario Betancur, Ríos decidió refugiarse en sus cuarteles porque cree que su mejor contribución es no opinar para no generar ninguna controversia y permitir a las partes avanzar en la búsqueda de una salida negociada al conflicto armado.
“Me alejé de la política y de lo público. De la primera porque nunca coincidía lo que creía con lo que me convenía. De lo segundo porque soy un antijubilado por naturaleza”.
Sin embargo, este colombiano que es uno de los que más sabe de paz, recibe frecuentes llamadas para consultarlo. Entre ellos los presidentes posteriores a Betancur. Hoy, a sus 70 años, dice ser feliz por haber logrado la paz personal. Sigue ejerciendo como abogado laborista y desde que dejó el cargo con el que ‘mojó’ prensa durante años, está satisfecho con el anonimato de sus clases en la Javeriana, la Nacional, la Gran Colombia y Los Andes. Del conflicto dice que su única certeza es la frase de Napoleón: “Las guerras comienzan con soldados y terminan con cadáveres”.