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El polémico líder de Chechenia que quiere acabar con los gais y los divorciados

El mandatario checheno Ramzán Kadyrov ha sido acusado de crear campos de concentración para homosexuales y ha sido vinculado con la muerte de varias personalidades críticas con Rusia. Kadyrov, aliado de Vladimir Putin, lo niega todo.

Alianza BBC
26 de agosto de 2017
Ramzán Kadyrov ha hecho del apego estricto al islam una de las características de su mandato. | Foto: AFP

Un chiste frecuente entre los críticos del matrimonio sostiene que quienes se casan por segunda vez son tan tontos que merecen hacerlo de nuevo con la primera pareja.

Esa rareza -volver a casarse con la misma persona- está ocurriendo de forma masiva en la república rusa de Chechenia, donde según cifras oficiales en las últimas seis semanas unas 948 parejas que se habían divorciado han vuelto a estar juntas.

Detrás de este fenómeno, sin embargo, no está ningún extraño virus de la reconciliación sino una iniciativa política del líder del país, Ramzán Kadyrov.

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El controvertido líder checheno, quien se describe a sí mismo como un creyente en el islam tradicional, lanzó la iniciativa en julio pasado con el argumento de que los hijos de parejas divorciadas tienen más probabilidades de ser reclutados por grupos radicales.

"El clero, las autoridades de las aldeas y de los distritos, los jefes policiales, deben descubrir por qué las parejas se divorciaron. Debemos leerles las lecciones (religiosas), enseñarles, ayudarles, trabajar en este asunto", dijo Kadyrov al establecer la consecución de estas reconciliaciones como un objetivo del gobierno.

La iniciativa no ha sido bien recibida por todos los ciudadanos, pues algunos consideran que se trata de un proceso coercitivo.

"Es un acto de violencia contra las personas. Si una pareja se divorció, lo más probable es que haya sido una decisión definitiva", comentó a periodistas del servicio ruso de la BBC una mujer llamada Bariyat, quien vive en Grozny, lleva 12 años divorciada y dice no estar dispuesta a volver con su exmarido.

Zarema, otra residente de la capital chechena, explicó las dificultades implícitas en rechazar los planes de Kadyrov de reconciliar a las parejas.

"Si te niegas, no solo quiere decir que estás en contra de la religión y de las costumbres, sino también en contra de su voluntad. Es claro que, cuando te presionan por todas partes, tienes que ceder", dijo.

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Ley islámica

El gobernante checheno nombró una comisión para impulsar el proceso de reconciliación de divorciados en la que participan imanes que predican la ley islámica, la sharía.

Por eso, más que razones de seguridad como las citadas por Kadyrov, algunos ven detrás de su iniciativa una muestra más del conservadurismo del mandatario que también ha sido acusado de homofobia.

A comienzos de este año, hubo reportes sobre una "purga" de homosexuales en Chechenia.

Se denunciaba que estaban siendo detenidos en redadas y que les enviaban a prisiones secretas, calificadas por algunos como "campos de concentración para homosexuales", donde eran golpeados y torturados.

El portavoz de Kadyrov, Alvi Karimov, negó a través de un comunicado los reportes de las detenciones, asegurando que eran mentiras pues en Chechenia no hay homosexuales.

"Si tales personas existiesen en Chechenia, la ley no tendría que preocuparse por ellas ya que sus parientes lo habrían enviado a un lugar de donde nunca regresarían", señaló en el comunicado.

Leal a Putin

Ramzán Kadyrov inició su ascenso hacia el poder en 2004 tras la muerte de su padre, el entonces presidente checheno Akhmad Kadyrov, quien falleció en un atentado en un estadio en Grozny.

Entonces, con 27 años de edad, Ramzán no tenía la edad requerida para sustituir a su padre en la presidencia, pero se convirtió en vice primer ministro y, luego, en primer ministro.

En 2007, finalmente fue designado como presidente de Chechenia por el mandatario ruso, Vladimir Putin, de quien es considerado como un aliado muy leal.

Según explicó a la BBC el analista político checheno Murad Batal Shishani, los métodos despiadados aplicados por Kadyrov en contra de los grupos armados islamistas han sido útiles para los intentos de Rusia por pacificar la región del Cáucaso Norte.

Kadyrov ha sabido continuar con el trabajo de su padre de cooptar a la principal organización del islamismo sufí en Chechenia, la Qadiriya.

"Ellos siempre habían sido hostiles a Rusia, pero ahora por primera vez en la historia se han convertido en un aliado en contra de los islamistas", apuntó Shishani.

El gobernante checheno, además, ha expresado públicamente su apoyo a los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania, así como a la anexión de Crimea por parte de Moscú, lo que le ha valido el ser incluido en la lista de sancionados por la Unión Europea.

La sombra de la muerte

Pero detrás de Kadyrov planea la sombra de acusaciones más escabrosas.

Ya antes de ser presidente, disponía de una poderosa milicia conocida como los "Kadyrovtsy", conformada por miles de paramilitares que tenían la misión de eliminar las fuerzas rebeldes de Chechenia.

Organizaciones de derechos humanos han acusado a esta milicia de estar detrás de muchos de los asesinatos, secuestros y crímenes atroces cometidos en esa república del Cáucaso, algo que Kadyrov niega aunque sí ha admitido que hay ciertos "elementos canallas" entre los milicianos.

Los críticos de Kadyrov lo vinculan con varios casos de asesinato, algo que él niega rotundamente.

Una de estas muertes fue la de reconocida periodista rusa Anna Politkovskaya, quien fue asesinada a las afueras de su apartamento en Moscú en 2006 y era muy crítica de Kadyrov y de Putin. Dos hombres fueron condenados por el caso, pero los investigadores no lograron identificar al autor intelectual.

Natalia Estemirova, una defensora de los derechos humanos rusa muy crítica con los métodos aplicados por Kadyrov para someter a los rebeldes, fue asesinada en la región del Cáucaso Norte en 2009.

También ha habido casos de asesinato fuera de Rusia, por los que se ha señalado a Kadyrov.

Uno de estos fue el de su exguardaespaldas Umar Israilov, muerto en Viena en 2010. Las autoridades austríacas señalaron entonces al mandatario checheno como el presunto autor intelectual.

En 2015, el nombre de Kadyrov volvió a estar vinculado con un asesinato de alto perfil en Rusia, cuando el mandatario salió en defensa de Zaur Dadayev, uno de los chechenos acusados por el asesinato del líder de la oposición rusa Boris Nemtsov.

Kadyrov dijo que Dadayev era alguien "sinceramente entregado a Rusia, listo para dar su vida por su patria" y un devoto musulmán.