SALUD

“Con la calidad de la salud no se puede tomar ningún riesgo”

La cobertura, la entrada de nuevos medicamentos y el manejo de los recursos son algunos de los retos más importantes que deben enfrentar a diario los sistemas de salud. Un experto habló con Semana.com sobre estos temas.

27 de octubre de 2017
El enfoque de costo efectividad ha tenido consecuencias bastante importantes sobre la posibilidad de que los países sean interesantes para desarrollar soluciones innovadoras biofarmacéuticas en distintas compañías y distintos ambientes. | Foto: Pixabay

El problema de la financiación no es el único desafío al que se enfrentan los tomadores de decisiones en los sistemas de salud. A parte de pensar cómo garantizar cobertura sin desangrar las finanzas, también deben velar por ofrecerle a la población los mejores tratamientos disponibles y crear políticas donde ellos sean el centro. Sin embargo, todas estas variables no siempre se toman en cuenta y los sistemas permanecen en una crisis constante.

Sobre estos retos habló Juan Carlos Trujillo de Hart, director de operaciones y política internacional de la Federación Latinoamericana de Industria Farmacéutica FIFARMA.

SEMANA: Una de las iniciativas de Fifarma es la construcción de un observatorio regional, ¿De qué se trata?

Juan Carlos Trujillo: Con el Observatorio Regional queremos desarrollar progresivamente, estudios que aporten datos y hechos concretos que van a ayudar a los tomadores de decisión a conocer con mucha precisión las situaciones y retos a los que se están enfrentando, con la información necesaria para tomar la mejor decisión posible. Empezamos los estudios en 2016 y la idea es ir incrementándolos de acuerdo a las temáticas que sean pertinentes para la región y los países en el momento oportuno.

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SEMANA: ¿En Colombia qué han hecho?

J.T: Con el observatorio comisionamos el año pasado un estudio para analizar cuáles son las condiciones de acceso a las moléculas innovadoras en el sistema colombiano en el Plan Obligatorio de Salud, en comparación con el resto de los países de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico). Esto porque Colombia tiene interés en acceder a la OCDE y es importante que se conozca un poco cómo se está comportando el acceso en moléculas innovadoras en comparación con los países del club al que se quiere ingresar.

SEMANA: ¿Y qué encontraron en ese estudio?

J.T: Identificamos unas barreras de acceso con demoras significativas en varias áreas terapéuticas y con un rezago en el tiempo de cumplir todos los requisitos para los registros, en comparación con otros países de Latinoamérica y esencialmente con otros países de la OCDE. Un estudio parecido se está haciendo en México en este momento. Adicionalmente, vamos a iniciar una evaluación de los sistemas de inmunización de los países de la OPS, que son 32, y creemos que esto se puede usar como una referencia de un país a otro, identificando fortalezas y debilidades de algunos que puedan beneficiar a todos entre sí en un diálogo en común.

SEMANA: Usted habla de un serio rezago de Latinoamérica en comparación con el resto del mundo en cuanto al desarrollo de industrias biofarmacéuticas ¿Por qué?

J.T: El enfoque de costo efectividad ha tenido consecuencias bastante importantes sobre la posibilidad de que los países sean interesantes para desarrollar soluciones innovadoras biofarmacéuticas en distintas compañías y distintos ambientes. Y al igual que otros aspectos de las políticas en salud, el enfoque tan grande en costo efectividad ha tenido efectos sobre las inversiones que se puedan hacer en distintas áreas de soluciones.

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SEMANA: ¿Cuál es la posición de Fifarma con respecto a la entrada de los biotecnológicos?

J.T: Estamos convencidos de la importancia de defender la calidad del producto que se vaya a ofrecer a los pacientes. Hay una discusión muy grande sobre la pertinencia de biosimilares frente a biotecnológicos. Nosotros como Fifarma lo que defendemos es la garantía de calidad en condiciones comparables de todos los medicamentos, porque no hay ningún motivo por el cual el paciente que recibe uno u otro medicamento deba tener un riesgo en su salud porque faltaron algunas consideraciones para que el producto sea óptimo. Si a nosotros nos muestran un producto que tiene un altísimo índice de calidad con las pruebas más exigentes, nos parece que está bien para acceder a la población, irrestrictamente de si es bioterapéutico o biosimilar.

SEMANA: Entonces ¿cuáles son los reparos?

J.T: El problema que vemos con mucha frecuencia, y como un reto serio en Colombia, es que para algunos biosimilares se quieren tener en cuenta mecanismos que son un poco más expeditos y menos exigentes. Lo que consideramos es que con la calidad de la salud no se puede tomar ningún riesgo, ni se puede aceptar ninguna medida que no la garantice totalmente.

SEMANA: En cuanto a la negociación de la compra centralizada de medicamentos, ¿qué papel ha jugado Fifarma?

J.T: Nosotros hemos hecho un seguimiento a algunas iniciativas de compra centralizada. Nuestra posición en general es que a nivel regional, con el enfoque de costo-efectividad, se tiene el riesgo de considerar únicamente el precio en detrimento de otras consideraciones para soluciones que pueden ser muy importantes. Dentro de esa compra centralizada, existe el peligro de que deje de tener relevancia el análisis de la calidad o de la pertinencia del producto y empiece a tener más importancia el costo, lo que salga más barato.

SEMANA: ¿Pero cómo ese enfoque basado en el costo puede afectar?

J.T: En algunos casos encontramos que el tema de compra centralizada puede dificultar las condiciones para los países de mayores necesidades porque su proporción de capacidad de negociación va a ser menos grande. Entonces, un país muy pequeño con un altísimo índice de pobreza, va a ser menos capaz de ofrecer una posibilidad de compra centralizada que sea interesante, al contrario de un país muchísimo más grande. Ahí se puede producir inequidad. El otro tema que preocupa es que la compra centralizada está basada solamente en que salga más barato y esto va a producir serios desincentivos para la industria de innovación y desarrollo en varios países.

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SEMANA: ¿Cuáles son los retos para implementar otros enfoques como el análisis multicriterio que no solo considera el factor económico?

J.T: El análisis multicriterio esencialmente requiere voluntad política para su aplicación. En este momento tenemos voluntad política muy grande, pero para implementar el criterio de costo-efectividad. Eso está soportado por el efecto financiero que se vive en la actualidad y adicionalmente, responde a un reto económico gigante que es innegable. Si se toma la decisión de enfocar el análisis multicriterio, se va a tener un análisis muchísimo más completo de cada reto en salud específico y se va a poder hacer un uso óptimo de los recursos con beneficios para la población, sin negar acceso a la población que requiere medicamentos que pueden ser innovadores. Pero, adicionalmente, con un beneficio a mediano y largo plazo en donde vamos a tener menos complicaciones y hospitalizaciones y nos puede sorprender ver que en el mediano y largo plazo, lo que hoy aparentemente parece más costoso, nos va a significar ahorros muy grandes para el sistema.