Reforma a la salud
“Algunas actividades científicas estarían en riesgo de ser desfinanciadas”: el doctor Juan Manuel Anaya sobre reforma a la salud
El reconocido investigador colombiano explicó para SEMANA cuál es su lectura de la propuesta que lidera la ministra Carolina Corcho.
El tono de voz y la certeza en las palabras del doctor Juan Manuel Anaya hacen que sus argumentos llamen la atención. Pero más allá de eso, es su amplia, reconocida y premiada experiencia la que lo respalda como un vocero con peso en el sector. Sus galardones incluyen el Premio al Investigador en 2022 y hace parte de la Misión de Sabios y la Academia Nacional de Medicina; además, es docente en varias universidades.
En comunicación con SEMANA se refirió a la reforma a la salud. Es que su opinión frente a la propuesta del gobierno es obligada debido a la coyuntura que vive Colombia.
SEMANA. ¿Qué ha analizado de la reforma a la salud, qué opinión le merece?
Juan Manuel Anaya. El sistema de salud actual no es perfecto, como no lo es ninguno. Lo perfecto puede ser enemigo de lo bueno. En este sentido, el sistema de salud colombiano es bueno. Así lo muestran los indicadores. La cobertura es superior al 90%, aunque el acceso sea inferior, habiendo áreas del país donde deba implementarse y otras donde deba mejorarse. Hay EPS que funcionan muy bien, a pesar de que haya otras que no tanto, y algunas que haya que clausurar y buscar que las que funcionen puedan recibir los pacientes de aquellas que se cierren. Luego, más que una reforma, es necesario mejorar lo existente y poner en marcha la normatividad vigente, como por ejemplo la ley estatutaria (del 2015) o la ley 1438 (del 2011) que buscaba fortalecer del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS). Así mismo, hay que mejorar las condiciones laborales del personal de salud. Para lograr estos objetivos no haría falta una nueva ley. Lamento que el articulado no se haya hecho público para discusión y aportes, y que muchos de los que se hicieron días previos a la radicación del proyecto de ley no se hayan tenido en cuenta.
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La reforma, en su estado actual, es ingenua y anacrónica. No quisiera pensar nada distinto. Es ingenua porque desconoce el alcance actual del recurso humano y técnico en salud, podría confundir lo que es atención primaria con primer nivel de atención en salud, desconoce lo que costaría, en recursos y tiempo, un sistema robusto de información, hace caso omiso del riesgo de corrupción que se podría generar en la ADRES y de la incompetencia de las secretarias de salud, para no mencionar sino algunos argumentos.
Y es anacrónica porque contiene conceptos que bien podrían ser actualizados y aclarados. Algunas de las definiciones de salud no corresponden con la evidencia científica global. El plan de “prevención y predicción” debería ser al revés. No puede haber prevención sin previa predicción. De otra parte, no es claro cómo se haría dicha predicción, como tampoco es claro, por ejemplo, como se llevará a cabo el enlace entre los EMIT en zonas urbanas y las RIIS, o cómo se adelantará la gestión del riesgo; temas fundamentales en la administración y atención en salud.
SEMANA. En una de sus últimas columnas se refirió al sector de investigación en salud, ¿qué encontraron en relación con la reforma?
Juan Manuel Anaya. La investigación es tratada de manera modesta en la reforma. El artículo 123 concluye que la destinación del FIS (Fondo de Investigación en Salud) será “únicamente para investigación en salud pública”. No sobra recordar que la investigación es libre (artículo 71 de la constitución), no se puede restringir, como tampoco se pueden desconocer las importantes líneas de investigación existentes y las capacidades científicas, humanas y técnicas del país en diversas áreas, distintas a la salud pública. Colombia debería contar con un sistema de salud basado en el conocimiento integral y no parcial.
SEMANA. Menciona también las recomendaciones que hicieron desde la Misión Internacional de Sabios para el sector salud, ¿son tenidas en cuenta en la reforma?
Juan Manuel Anaya. Desde la Misión Internacional de Sabios se presentaron, el semestre pasado y con la participación de representante de MinSalud, las “Prioridades y recomendaciones para la salud en Colombia basadas en la gran encuesta en CTI en salud”. Si bien algunas de las recomendaciones podrían coincidir con temas de la reforma, por la obviedad y sentido común, el enfoque que plantea la reforma es incompleto y confuso. Como parte de las recomendaciones, se insistió en la orientación de la investigación hacia los principales problemas de salud pública; la prevención y promoción integral de la salud, la equidad y el acceso a medicamentos, entre otros temas.
Las recomendaciones también incluyeron la implementación de líneas de investigación específicas de acuerdo con los requerimientos regionales, priorizar procesos de innovación y apropiación social del conocimiento, así como contar con un estatuto del investigador e integrar los institutos públicos que adelantan actividades de ciencia, tecnología e innovación, con el fin de potenciar las capacidades científicas del país.
Se dio preferencia a la investigación en medicina personalizada. En la categoría de salud pública, el estudio y la atención de la salud mental fueron considerados prioritarios entre los encuestados. Para la apropiación social del conocimiento, se consideró que una de las estrategias claves es la creación de parques o centros didácticos interactivos en salud. La mayoría de quienes respondieron la encuesta aprobaron el empoderamiento de las asociaciones de pacientes para la toma de decisiones compartidas.
SEMANA. Menciona en su columna, “el mayor conocimiento científico generado en Colombia a lo largo de los años es en áreas de la salud. La salud pública es importante, pero en investigación no es “lo único”. Existen diversas capacidades científicas construidas en el área de la salud que no pueden ser abandonadas”. En ejemplos, qué investigaciones o conocimiento se ha generado y también que capacidades científicas se han construido y están en riesgo de ser abandonadas con la propuesta de reforma.
Juan Manuel Anaya. Se asume que todas las actividades científicas que no estén relacionadas con la salud pública estarían en riesgo de ser desfinanciadas. Entre las que más se perjudicarían están actividades de investigación clínica, la inmunología, la genética, la biología molecular, la investigación traslacional, los estudios en salud mental, incluyendo Alzheimer, todos temas en los que Colombia ha hecho progresos enormes para beneficio del país y de la humanidad. En efecto, una de las paradojas de la investigación en salud en Colombia es que a pesar de que los recursos sean cada año más escasos, la producción científica del país es cada vez mayor; y es precisamente el área de la salud la que mayor conocimiento científico ha generado en Colombia a lo largo de los años.