Salud
Botulismo, la enfermedad que se transmite por comer alimentos mal conservados
Es importante ser muy cuidadoso con los alimentos que se consumen.
Recientemente, en Francia murió una mujer tras comer sardinas en conserva en un restaurante. A su vez, turistas de varias nacionalidades también se habrían intoxicado, informaron este miércoles las autoridades sanitarias. Todo parece indicar que la mujer perdió la vida a causa del botulismo.
El botulismo es una enfermedad neurológica grave que suele producirse por la ingestión de alimentos mal conservados.
Vale mencionar que el botulismo, entre el 5 % y el 10 % de los casos, es mortal, debido a una toxina generada por la bacteria Clostridium botulinum, que puede aparecer cuando los alimentos conservados no están suficientemente esterilizados.
Esta enfermedad puede causar parálisis muscular durante varias semanas y el peligro más inmediato se deriva de la afectación de los músculos respiratorios.
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Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el botulismo “puede causar dificultad para respirar, parálisis muscular y hasta la muerte”. Y mencionan cuándo es mejor botar los productos:
- “El recipiente tiene fugas o está abultado o hinchado.
- El recipiente parece dañado, agrietado o anormal.
- El recipiente chorrea líquido o espuma al abrirlo.
- El alimento cambió de color, está enmohecido o huele mal”.
Por ello, recomiendan refrigerar “todos los alimentos envasados o curtidos (curados) después de abrirlos. También a los aceites con ajo o hierbas preparados en la casa y deseche los que no haya usado después de 4 días”.
La Organización Mundial de la Salud, por su parte, indica que “existen siete formas diferentes de toxina botulínica identificadas con las letras A a G. Cuatro de ellas (tipos A, B, E y ocasionalmente F) pueden causar botulismo humano. Los tipos C, D y E provocan enfermedades en otros mamíferos, aves y peces”.
Síntomas
Los síntomas “iniciales incluyen fatiga intensa, debilidad y vértigo, seguidos generalmente por visión borrosa, sequedad de boca y dificultad para tragar y hablar. También pueden concurrir vómitos, diarrea, constipación e inflamación abdominal”, indica la OMS.
La enfermedad “puede dar lugar a debilidad en el cuello y los brazos, y afectar posteriormente los músculos respiratorios y los músculos de la parte inferior del cuerpo. No se presentan síntomas febriles o pérdida de consciencia”, agrega el organismo.
El más reciente caso
Sobre el hecho particular, se sabe que las sardinas fueron conservadas en el mismo restaurante de Burdeos “Tchin Tchin Wine Bar”, en el que habían comido las víctimas, según informó la autoridad sanitaria DGS.
Aún no se ha determinado la nacionalidad de la mujer fallecida, de 32 años, según una fuente cercana al caso. Por su parte, el médico del hospital Pellegrin de Burdeos, Benjamin Clouzeau, manifestó que otras 12 personas seguían recibiendo tratamiento de urgencia a primera hora de este 13 de septiembre.
A su vez, otras cinco personas contaban con respiración asistida. Entre ellas había ciudadanos de Estados Unidos, de Irlanda y de Canadá. De hecho, un ciudadano alemán está siendo tratado en su país, a donde había regresado; y habría otro caso similar en Barcelona (noreste de España), explicó el médico.
Todos ellos habían comido en ese restaurante de Burdeos entre el 4 y el 10 de septiembre, cuando suele haber una gran afluencia de turistas en la ciudad, famosa por su vino y su gastronomía. De igual manera, comieron sardinas que el propio dueño del restaurante había hecho en conserva, según la DGS.
El periódico local Sud Ouest citó al gerente del restaurante, diciendo que había tirado algunos de los tarros que contenían sardinas debido al “fuerte olor” que emanaba de los recipientes al abrirlos. Pero otros “parecían en buen estado y se sirvieron a los clientes”, agregó.
Las autoridades seguían realizando pruebas en el restaurante y no descartan la aparición de más casos de botulismo, que tiene un periodo de incubación de hasta varios días.