Salud
Cáncer de próstata: síntomas iniciales y la relevancia de un diagnóstico oportuno
Un diagnóstico oportuno puede mejorar notablemente el pronóstico del paciente.
La Sociedad Americana contra el Cáncer reseña en su sitio web que el cáncer de próstata es el que más afecta a los hombres (sin contar el de piel). No obstante, precisa que —a menudo— puede tratarse con éxito.
El cáncer se origina cuando las células del cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. En ese orden de ideas, las células de casi cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en células cancerosas y luego se pueden extender a otras áreas del cuerpo.
Puntualmente, sobre el cáncer de próstata, este se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer fuera de control. La próstata es una glándula que solo tienen los hombres y su función consiste en producir parte del líquido que conforma el semen.
“El tamaño de la próstata puede cambiar a medida que el hombre envejece. En los hombres más jóvenes, la próstata es del tamaño aproximado de una nuez. Sin embargo, puede ser mucho más grande en hombres de más edad”, anota la fuente consultada.
Tendencias
Respecto a las causas del cáncer de próstata, la enciclopedia médica MedlinePlus precisa que las investigaciones no han encontrado un elemento único. No obstante, indica que “sí saben qué ocurre cuando hay cambios en el material genético (ADN)”.
“En ocasiones, estos cambios genéticos se heredan, lo que significa que se nacen con ellos. También hay ciertos cambios genéticos que ocurren durante la vida que pueden aumentar el riesgo de cáncer de próstata. Pero a menudo se desconoce la causa exacta de estos cambios genéticos”, expone el Servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
La Sociedad Americana contra el Cáncer también detalla que “casi todos los cánceres de próstata son adenocarcinomas. Estos cánceres se desarrollan a partir de las células glandulares (las que producen el líquido prostático que se agrega al semen)”.
Otros tipos de cáncer que se pueden originar en la próstata son:
- Carcinomas de células pequeñas.
- Tumores neuroendocrinos (aparte de los carcinomas de células pequeñas).
- Carcinomas de células transicionales.
- Sarcomas.
Síntomas del cáncer de próstata
MedlinePlus recoge que el cáncer de próstata no siempre causa síntomas, sobre todo durante las etapas iniciales. No obstante, algunas señales de alerta incluyen:
- Problemas para orinar “chorro de orina que es débil, difícil de comenzar o comienza y se detiene”.
- Necesidad repentina de orinar de inmediato.
- Orinar con frecuencia, especialmente por la noche.
- Dolor o ardor al orinar.
- Sangre en la orina o semen.
- Dolor en la parte baja de la espalda, las caderas o la pelvis que no desaparece.
- Dolor durante la eyaculación.
Sin embargo, muchos de estos síntomas también pueden estar relacionados con otros problemas de la próstata, sin que se trate necesariamente de cáncer.
En tal virtud, ante cualquier sospecha, lo mejor es acudir a un profesional de la salud para proceder con los exámenes correspondientes, de esta manera, será posible obtener un diagnóstico preciso.
Respecto al tratamiento, este depende del diagnóstico. La detección temprana del cáncer de próstata, así como de otros tipos de cáncer, mejora el pronóstico del paciente. A menudo incluye:
- Cirugía para extirpar la próstata.
- Radioterapia para destruir las células cancerosas o evitar que crezcan.
- Terapia hormonal para impedir que las células cancerosas obtengan las hormonas que necesitan para crecer.
- Quimioterapia para destruir las células cancerosas, retrasar su crecimiento o evitar que se propaguen.
- Terapia dirigida mediante el uso de medicamentos u otras sustancias que atacan células cancerosas específicas.
- Inmunoterapia para ayudar al sistema inmunitario a combatir el cáncer.
¿El cáncer de próstata se puede prevenir?
El Instituto Nacional del Cáncer indica que hacer cambios saludables en el estilo de vida puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer de próstata. En general, se trata de adoptar hábitos saludables como:
- Tener un peso saludable.
- No fumar
- Hacer ejercicio con regularidad.
- Consumir alimentos saludables.