Salud
Cáncer gástrico se ha convertido en el más mortal en Colombia; oncólogo revela preocupantes detalles del crecimiento de la enfermedad
Juan Carlos Velásquez, jefe del Centro Oncológico de la Clínica del Country, revela preocupantes cifras sobre la incidencia del cáncer en territorio nacional.
Cada año en Colombia se diagnostican unas 120.000 personas con cáncer. Y a futuro, el panorama no es alentador: para el año 2040, se estima que el número de nuevos casos podría crecer hasta en un 70 por ciento.
Quien lo explica es Juan Carlos Velásquez, jefe del Centro Oncológico de la Clínica del Country. Según el experto, aunque los de seno y de próstata siguen siendo los tipos de cáncer de mayor prevalencia en el país, preocupa el crecimiento de los cánceres gástricos.
SEMANA: ¿A qué se atribuye el aumento en el número de casos de cáncer? La Organización Mundial de la Salud estima un aumento del 40 por ciento para 2040...
Juan Carlos Velásquez: Se debe a varios factores. Por un lado, el envejecimiento de la población. Hay una relación entre cáncer y edad: a medida que envejecemos, mayor es la probabilidad de adquirir cáncer. Por supuesto, dejando claro que el cáncer no es exclusivo de las personas de cierta edad. En la medida en que mejoramos la expectativa de vida, se aumenta el número de casos de cáncer. También hay factores relacionados con el estilo de vida: la obesidad, que es una verdadera pandemia, porque cada vez hacemos menos ejercicio y consumimos más comida procesada y de menor calidad nutricional y con mayores calorías, lo que constituye un gran riesgo de cáncer. En esa misma línea va el sedentarismo, que viene en aumento. Otro factor importante es el cambio climático que está afectando el sistema respiratorio y la piel.
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SEMANA: ¿Cómo está Colombia en materia de cifras y de casos?
J.C.V: La situación es delicada por esas mismas cifras de proyección de casos a nivel mundial son aún más altas en Latinoamérica, donde se estima un aumento de poco más del 62 por ciento para 2040. En Colombia será cerca del 70 por ciento. Un panorama para el cual hay que prepararse. El cáncer de seno y el de próstata son los tipos que más afectan a los colombianos. El cáncer de pulmón también ha tenido un aumento en la frecuencia de los casos, que afecta por igual a hombres y mujeres. Un cáncer que preocupa es el colorrectal y el de estómago, el cuarto tipo de cáncer más diagnosticado. Mientras tenemos unos 15 mil casos al año de cáncer de seno, se presentan unos 8.200 mil de gástrico. Hoy, en Colombia la primera causa de muerte por cáncer es el gástrico, que es más agresivo que otros.
SEMANA: ¿Qué factores influyen en el aumento de casos de este cáncer?
J.C.V: Hay varios. Uno muy importante: la infección por la bacteria helicobacter pylori, asociada a ciertas condiciones de vida y hábitos de higiene y que está dispersa por el medioambiente. También inciden los hábitos de fumar y el excesivo consumo de carnes rojas y embutidos que influyen en tumores del tubo digestivo. En Colombia hay regiones, como el altiplano cundiboyacense y Nariño, donde una sustancia de la dieta, los nitritos, se relaciona con mayor frecuencia de cáncer gástrico.
SEMANA: El gástrico entonces se convirtió en el más mortal en el país...
J.C.V: Sí, aunque el cáncer de estómago no es tan frecuente —en Colombia es el cuarto tipo en frecuencia— sí es la primera en mortalidad. En el cáncer de seno, por ejemplo, hay muchas opciones de tratamiento y se puede identificar en estados más tempranos. En el gástrico, la mayoría de las veces está avanzado y el número de líneas de terapia son menores, por eso la tasa de mortalidad es más alta.
SEMANA: ¿Cómo está Colombia en materia de diagnósticos?
J.C.V: Hay tipos de cáncer que son tamizables y se pueden identificar de manera temprana, mediante exámenes periódicos que hace una persona asintomática, como el de seno a través de la mamografía o el de cuello uterino con pruebas de evaluación de exámenes de papiloma o la citología; el de colon a través de colonoscopia. Pero no hay buenos sistemas de tamización para el cáncer de pulmón, gástrico o de páncreas. En esos casos se descubren en estados avanzados y las campañas no han tenido el despliegue que deberían tener para identificar casos tempranos. Eso depende del grupo socioeconómico y del acceso al sistema de salud del paciente.
SEMANA: La tasa de muertes anual es de unos 40.000 en Colombia...
J.C.V: Si comparamos la mortalidad en Colombia con la de países más desarrollados, precisamente por un diagnóstico más tardío, la tasa es alta. Si bien nuestro sistema de salud, como lo conocemos hoy en día, tiene buena oferta en tratamientos y la terapia se hace siguiendo protocolos internacionales, lo que nos sigue impactando son los diagnósticos tardíos.
SEMANA: ¿En qué estamos fallando para que esa cifra sea tan alta?
J.C.V: En varias cosas: las campañas de concientización de la población tienen que ser más eficientes para que se tenga mayor claridad de los factores de riesgo del cáncer. Fallamos en las campañas de vacunación del papiloma humano (VPH); hay enfermedades como el cáncer de cuello uterino que son inmunoprevenibles hasta en un 96 por ciento. Colombia, desde 2012, tenía tasas de vacunación contra el VPH superiores al 98 por ciento, pero hemos tenido una caída importante. Y debemos agregar que en el pensum de las facultades de medicina el cáncer no ocupa el papel que debería ocupar. De todos modos, estamos en un buen nivel de atención con relación al resto de la región. El país tiene una tasa de aseguramiento muy alta que permite que cualquier colombiano pueda acceder al sistema de salud. Y tenemos acceso a un portafolio de medicamentos amplio para tratar de manera adecuada.
SEMANA: Pero, en los últimos meses miles de pacientes se han quejado de que han tenido dificultades para el acceso a medicamentos...
J.C.V: Empezó a suceder hace algunos meses y está causando problemas en pacientes que han visto interrumpidos sus tratamientos. Urge que el Gobierno nacional tome medidas sobre este asunto, pues la interrupción de tratamientos afecta las posibilidades de sobrevivir de estos pacientes. Es un tema de vida o muerte. Pacientes con esquemas eficaces de tratamiento, al verse interrumpidos, se enfrentan a la progresión de su enfermedad y con el tiempo a una disminución de la expectativa de vida.
SEMANA: ¿Le preocupa lo que pueda pasar en el sector oncológico de cara a la reforma a la salud que impulsa el Gobierno?
J.C.V: En el Instituto Nacional de Cancerología trabajé hasta 2021 y allí veíamos pacientes de todas las regiones, remitidos para tratamiento. Y lo recibían de manera integral, completo y con un suministro aceptable de medicamentos por parte de sus compañías de aseguramiento. Hay problemas de acceso, sí, eso debe mejorar, pero pacientes de condiciones sociales bajas recibían tratamientos, está democratizado el servicio. Colombia era envidiada por otros países de la región. Si a esas personas les tocara pagarlo de su bolsillo, sería insostenible. Entonces, reformar la salud debe basarse en estudios técnicos bien hechos, que no se basen en opiniones o ideologías, para que cualquier cambio que se vaya a introducir corrija de verdad las falencias que actualmente tiene el sistema.