Salud
Científicos revelan cuáles son las dietas que causan más riesgo de padecer Alzheimer
Investigadores chinos señalaron que la alimentación puede ser clave para prevenir la enfermedad.
El alzheimer es una de las enfermedades neurológicas que más retos les plantea a los científicos, pues por lo pronto no han logrado dar con una cura y sigue siendo un padecimiento que afecta la vida de millones de personas en todo el mundo.
No obstante, en los últimos años la ciencia ha avanzado y ha logrado conocer nuevos detalles de la enfermedad. Ahora la humanidad conoce los factores de riesgo, síntomas y características genéticas que pueden ser útiles a la hora de identificar qué tan probable es que un paciente desarrolle alzheimer. De hecho, recientemente un grupo de investigadores chinos publicó un estudio sobre los efectos de la dieta en este padecimiento.
Los autores del estudio de la Universidad de Hangzhou, ubicada en la provincia china de Zhejiang, tenían el objetivo de revisar los hallazgos científicos que se han hecho en los últimos años sobre los efectos del estado nutricional y las intervenciones nutricionales en los pacientes que han sido diagnosticados con alzheimer.
“La enfermedad de alzheimer (EA) es un trastorno neurodegenerativo progresivo caracterizado por una disminución de la capacidad cognitiva. Actualmente, no existen tratamientos efectivos para esta condición. Sin embargo, ciertas medidas, como las intervenciones nutricionales, pueden retrasar la progresión de la enfermedad”, advirtieron los investigadores en su estudio.
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Para realizar el análisis, escogieron múltiples ensayos clínicos que se realizaron de forma aleatoria, revisiones sistemáticas e incluso metaanálisis que se centraron en la relación que hay entre las intervenciones nutricionales y el diagnóstico del alzheimer.
Estas investigaciones habían sido publicadas entre 2018 y 2022 en bases de datos científicas como PubMed, Web of Science, Scopus y Cochrane Library.
“Se identificaron un total de 38 estudios, de los cuales 17 eran ensayos clínicos aleatorizados y 21 eran revisiones sistemáticas y/o metanálisis”, indicaron los autores del trabajo investigativo.
Los hallazgos que hicieron fueron sorprendentes y pueden ser motivo de preocupación para algunas culturas. Entre otras cosas, señalaron que los resultados mostraron que lo que llamaron como “dieta occidental” puede ser considerado como un factor de riesgo del azlheimer. Pero el deterioro cognitivo también se puede presentar a raíz de dietas que incluyan altas dosis de colesterol, grasas y azúcar.
“En cambio, la dieta mediterránea, la dieta cetogénica y la suplementación con ácidos grasos omega-3 y probióticos son factores protectores. Este efecto es significativo solo en casos de EA de leve a moderada”, indicaron los investigadores. En otras palabras, las dietas bajas en grasas y azúcares pueden tener efectos positivos sobre la salud de las neuronas.
También señalaron que en algunas investigaciones se ha demostrado que “un apoyo nutricional adecuado puede mejorar significativamente la calidad de vida, la función cognitiva y el estado psicológico y nutricional de los pacientes ancianos con EA”.
Además, dieron detalles de lo que encontraron en otros estudios sobre los efectos que algunos nutrientes pueden tener sobre el buen funcionamiento de las neuronas.
“El uso de ácidos grasos omega-3 en la EA ha sido ampliamente estudiado. Sin embargo, los ácidos grasos omega-3 no mejoraron el deterioro cognitivo y funcional ni los síntomas depresivos en un ensayo controlado aleatorizado (ECA) realizado por Lin et al. (2022), pero la capacidad del lenguaje hablado sí. Parece que esta biomolécula debe interactuar con otros micronutrientes para lograr este efecto”, puntualizaron los autores de la investigación.
Por último, anotaron que los resultados que encontraron permiten concluir que llevar a cabo intervenciones nutricionales en los pacientes sí puede ralentizar el ritmo de deterioro cognitivo producido por el alzheimer, mejorar el desempeño de las neuronas y potenciar la calidad de vida de las personas.
No obstante, admitieron que aún hay “algunas lagunas” sobre estos hallazgos nutricionales y, por ello, señalaron que es fundamental que la investigación científica siga profundizándose.