Salud
¿Cómo empieza el cáncer de pulmón?
Uno de los riesgos para el desarrollo de esta enfermedad está relacionado con el consumo de cigarrillo.
El cáncer es una enfermedad en la cual las células del cuerpo comienzan a multiplicarse sin control. En ocasiones se origina en el pulmón, pero se puede diseminar a los ganglios linfáticos o a otros órganos, como el cerebro. A su vez, el cáncer originado en otros órganos se puede extender a los pulmones.
Cuando las células cancerosas se diseminan de un órgano a otro, se le llama metástasis, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Los cánceres de pulmón por lo general se agrupan en dos tipos principales, de células pequeñas y no pequeñas. Estas dos enfermedades crecen de manera distinta y requieren diferentes tratamientos. El cáncer de pulmón de células no pequeñas es más frecuente.
Según American Cancer Society, la mayoría de los cánceres de pulmón solo causan síntomas cuando ya se han propagado. Sin embargo, hay pacientes que en etapas tempranas presentan algunas señales. La mencionada fuente asegura que si la persona acude al médico cuando comienza a notar los síntomas, es posible que el cáncer se diagnostique en una etapa más temprana y es más probable que el tratamiento sea eficaz.
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El cáncer de pulmón comienza en estos órganos y se puede diseminar a los ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo, como el cerebro.
El instituto de investigación Mayo Clinic indica que las personas que fuman tienen el mayor riesgo de presentar este padecimiento, aunque también puede ocurrir en quienes nunca han tenido ese hábito. Este aumenta con la cantidad de cigarrillos y el tiempo durante el cual haya fumado. Si la persona deja de consumir tabaco, incluso después de haber fumado durante muchos años, puede disminuir de manera significativa las posibilidades de contraer cáncer de pulmón.
Algunas de las señales que indican que se puede estar iniciando o que se tiene cáncer de pulmón son las siguientes:
- Una tos que no desaparece o que empeora
- Tos con sangre o esputo (saliva o flema) del color del metal oxidado
- Dolor en el pecho que con frecuencia empeora cuando respira profundamente, tose o se ríe
- Ronquera
- Pérdida del apetito
- Pérdida de peso inexplicable
- Dificultad para respirar
- Cansancio o debilidad
- Infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen o que siguen recurriendo
- Nuevo silbido de pecho
Si la enfermedad se propaga a otras partes del cuerpo, puede causar:
- Dolor en los huesos (como dolor en la espalda o las caderas).
- Alteraciones del sistema nervioso (como dolor de cabeza, debilidad o adormecimiento de un brazo o una pierna, mareos, problemas con el equilibrio o convulsiones) a causa de la propagación del cáncer al cerebro.
- Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia) a causa de la propagación del cáncer al hígado.
- Hinchazón de los ganglios linfáticos (grupos de células del sistema inmunitario) como las del cuello o por encima de la clavícula.
Factores de riesgo
Hay varios factores que es posible que incrementen el riesgo de que se presente esta afección, de acuerdo con los expertos.
- Tabaquismo. El riesgo de cáncer de pulmón aumenta con la cantidad de cigarrillos que la persona fume por día y la cantidad de años que haya tenido esta práctica. Dejar de fumar a cualquier edad puede disminuir de forma significativa el riesgo de padecer la enfermedad.
- Exposición al humo de otros fumadores. Incluso si la persoa no fuma, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta si está expuesta al humo de otros fumadores.
- Radioterapia previa. Si la persona se ha sometido a radioterapia en el pecho por otro tipo de cáncer, puede ebfrentar un mayor riesgo de presentar este padecimiento.
- Exposición al gas radón. El radón se produce por la descomposición natural del uranio en el suelo, las rocas y el agua y, con el tiempo, se vuelve parte del aire. Los niveles peligrosos de radón se pueden acumular en cualquier edificio, incluso en los hogares.
- Exposición al asbesto y otras sustancias carcinógenas. La exposición laboral al asbesto y otras sustancias que se demostró que producen cáncer (como el arsénico, el cromo y el níquel) también puede aumentar el riesgo de tener cáncer de pulmón, sobre todo si eres fumador.
- Antecedentes familiares de cáncer de pulmón. Las personas con un padre, hermano o hijo con esta enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.