Salud
“Comprar alimentos orgánicos es una estafa”: investigador de Harvard desmiente que estos productos sean más saludables
La evidencia que sugiere que los alimentos orgánicos son más nutritivos no es confiable y consumir menos pesticidas puede no tener un impacto en la salud.
No existe evidencia científica que demuestre que los alimentos orgánicos sean más saludables que los productos cultivados convencionalmente. Esto es lo que afirma un profesor de la Universidad de Harvard, cuyas declaraciones han generado controversia en todo el mundo.
Es que, desde hace años, los alimentos orgánicos han sido promocionados como superiores a los alimentos cultivados convencionalmente. Incluso, algunos estudios afirman que tienen propiedades adicionales para la salud y pueden proteger contra varias enfermedades.
Por ello, más de dos tercios de los estadounidenses creen que estos alimentos, que afirman que se cultivan con menos pesticidas y que a menudo cuestan mucho más que los alimentos tradicionales, son más saludables.
Sin embargo, el doctor Robert Paalberg, profesor del Programa de Ciencias de la Sostenibilidad de la Universidad de Harvard, hizo una revelación que ha causado polémica: la evidencia que sugiere que los alimentos orgánicos son más nutritivos no es confiable y consumir menos pesticidas puede no tener un impacto en la salud.
Lo más leído
“No hay pruebas fiables que demuestren que los alimentos cultivados orgánicamente sean más nutritivos o más seguros para comer”, afirmó. Y agregó: “Si seguimos la ciencia, los alimentos orgánicos pierden su ventaja aparente.”
¿Existen diferencias?
El doctor Paalberg recordó una revisión de 2012 de la Universidad de Stanford, que analizó 237 estudios sobre alimentos orgánicos. Los investigadores no encontraron diferencias convincentes en nutrientes o beneficios para la salud entre los alimentos orgánicos y convencionales. La principal diferencia fue que los alimentos orgánicos tenían menos pesticidas.
La doctora Dena M. Bravata, autora principal del estudio, dijo en su momento que “no existe mucha diferencia entre los alimentos orgánicos y los convencionales si eres un adulto y tomas una decisión basada únicamente en tu salud”.
Los alimentos orgánicos todavía usan pesticidas, pero según el Departamento de Agricultura de EE. UU., en su mayoría están restringidos a fuentes naturales, como cobre y azufre, mientras que los productos convencionales pueden usar pesticidas sintéticos.
Sin embargo, los agricultores orgánicos todavía tienen acceso restringido a 25 pesticidas sintéticos, mientras que la agricultura convencional puede utilizar más de 900.
El doctor Paalberg dijo entonces que prohibir los pesticidas sintéticos en los alimentos orgánicos no tiene ningún beneficio para la salud.
Y señaló un análisis del USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) de 2021, sobre residuos de pesticidas en más de 10.000 muestras de alimentos convencionales. Encontró que más del 99 % de las muestras tenían residuos que estaban por debajo de los niveles de tolerancia de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que son una en cien partes de exposición.
“Los científicos de alimentos de la Universidad de California concluyen a partir de tales estudios que los ‘beneficios marginales’ de reducir la exposición humana a los pesticidas en la dieta mediante un mayor consumo de productos orgánicos parecen ser insignificantes”, afirmó el doctor Paalberg.
Por ello, para que el USDA los considere orgánicos, estos alimentos deben haber sido cultivados en un suelo que no contenga ninguna de estas sustancias prohibidas durante al menos tres años antes de la cosecha.
Las regulaciones sobre la carne orgánica requieren que los animales sean criados en condiciones que se adapten a sus comportamientos naturales, como pastar en pastos, alimentados 100 % orgánicos, y que no se les administren antibióticos ni hormonas.
Aun así, alrededor del 40 % de los estadounidenses creen que al menos algunos de los alimentos que consumen son orgánicos, según datos de Pew Research. Y el 68 % cree que los alimentos orgánicos son más saludables que las opciones cultivadas convencionalmente.
Esto podría deberse al precio más alto de los alimentos orgánicos, así como a algunos estudios que sugieren que podrían ser más saludables.
Por ejemplo, en 2018, un estudio francés en Jama Internal Medicine mostró que entre 70.000 adultos, aquellos que consumían alimentos orgánicos tenían un 25 % menos de cánceres que aquellos que nunca consumían alimentos orgánicos. Dos años antes, un metaanálisis en el British Journal of Nutrition encontró que la carne y la leche orgánicas proporcionaban un 50 % más de ácidos grasos omega-3, que son vitales para la salud del cerebro y el corazón, que los productos no orgánicos.
El doctor Paalberg sugirió que los estadounidenses pueden sentirse más atraídos por los alimentos orgánicos porque creen que apoyan a los pequeños agricultores, pero ese no es el caso.
“Muchos consumidores siguen pensando que los alimentos orgánicos provienen de pequeñas granjas locales, pero ahora la mayoría proviene de granjas industriales lejanas. Según una estimación en 2014, solo el 8 % de las ventas orgánicas en EE. UU. todavía las realizaban pequeños agricultores a través de mercados de agricultores o mediante agricultura apoyada por la comunidad”, dijo.
Y señaló que “la prohibición orgánica de los productos químicos sintéticos tampoco mejora la seguridad alimentaria en EE. UU., ya que el uso de pesticidas ahora está significativamente regulado en la agricultura convencional” (el uso de insecticidas hoy es un 82 % menor que en 1972), y porque “los productos en los supermercados se han lavado para eliminar casi todos los residuos químicos que pudieran quedar”.