Alemania
Condenan a cadena perpetua a enfermero que asesinó a dos personas: les inyectaba cócteles mortales de medicamentos
El profesional de la salud trabajaba en salas de guardia de un hospital de la ciudad de Múnich, Alemania.
La opinión pública de Alemania se estremeció después de que se conociera la condena de un enfermero de 27 años que estaba siendo juzgado por el asesinato de dos pacientes en la ciudad de Múnich, en el sur del país. El delito lo cometió mientras estaba trabajando en una sala de recuperación de un hospital.
Una corte de la ciudad reveló algunos detalles del caso que estaba en sus manos, aunque se limitó a dar solo una parte del nombre del enfermero: lo llamaron Mario G., de acuerdo con lo que reportó el diario británico The Daily Mail.
El hombre, que también es señalado de intentar matar a otras seis personas que eran sus pacientes, estaba trabajando en unas salas a las cuales llegaban los enfermos después de haber sido sometidos a procedimientos quirúrgicos.
La corte a la que llegó el caso lo declaró culpable de aplicarles a las personas cócteles de medicamentos mortales sin ningún tipo de receta. Las dos víctimas que fallecieron tenían 80 y 87 años y perdieron la vida después de entrar a un complejo estado de coma al cual los indujo el asesino.
El caso ha llamado la atención de los medios de comunicación de toda Europa a raíz de que es lo que se conoce como “ángel de la muerte”, un término que se usa para denominar a los asesinos en serie que tienen roles como enfermeros o cuidadores de pacientes que se encuentran en difíciles estados de salud.
Así descubrieron al “ángel de la muerte”
Al enfermero Mario de Múnich, por ejemplo, lo descubrió un auxiliar de enfermería que se dio cuenta de que los pacientes del hospital estaban presentando un repentino deterioro de su estado de salud. Cuando lo notó, se lo dijo a la dirección del centro hospitalario.
Tras practicar unos análisis de sangre, descubrieron que a los enfermos les habían inyectado una sobredosis de medicamentos que no se les habían recetado.
El enfermero dijo que había actuado así para estar tranquilo y poder consultar su celular. Además, a menudo estaba ebrio en horas de trabajo o con malestar tras haber ingerido alcohol la víspera. “Como estaba borracho, solo tenía una opción: hacerlos callar”, explicó el hombre durante la audiencia, según informó el semanario Der Spiegel.
Por su parte, The Daily Mail advirtió que el asesino manifestó que les aplicaba el cóctel mortal porque consideraba que de esa forma podían “dejarlo en paz”.
Este no ha sido, sin embargo, el único caso de su tipo. En los últimos años, también se produjeron otros asesinados protagonizados por “ángeles de la muerte” que operaban en distintas partes de Alemania.
En 2019 se conoció el caso de Niels Högel, un exenfermero con un trastorno de personalidad narcisista, según los psiquiatras que lo evaluaron durante el proceso judicial. Fue conocido como uno de los peores asesinos en serie de la historia reciente de Alemania.
De hecho, fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de al menos 85 pacientes en Baja Sajonia, en el noroeste de Alemania. A Högel lo habían despedido de un hospital a raíz de que había cometido errores durante su trabajo. No obstante, no denunciaron lo ocurrido, pues no consideraron que hubiera cometido delitos.
Pero un compañero de trabajo notó un ascenso particularmente alto de personas muertas en otro centro hospitalario en el cual ambos trabajaban.
Más tarde, descubrieron que los fallecidos tenían niveles altos de potasio en la sangre, para luego constatar que en efecto los estaban envenenando. Durante los juicios, Högel admitió lo que había hecho y dijo algo insólito: que llevaba a sus pacientes casi hasta la muerte para luego reanimarlos y poder destacar su trabajo entre sus compañeros.
“Hay tantas (víctimas) que el espíritu humano capitula ante semejante cantidad de crímenes”, le dijo el presidente del tribunal a Högel cuando le leyó el fallo condenatorio en 2019. “Lo que usted ha hecho es incomprensible, es simplemente demasiado”, agregó dirigiéndose al condenado.
*Con información de AFP.