Vida Moderna
¿Cuál es el nivel de presión normal en una persona de 50 años?
Al momento de llegar a esta edad, la vejez tiende a deteriorar las arterias, por lo que controlarla se vuelve prioridad.
La presión arterial alta, o hipertensión, es un problema de salud importante que es común en las personas mayores. Es por ello que en cierto punto de la vida, es necesario prestarle más atención a este asunto.
Uno de los efectos consecuentes a la edad es el deterioro del sistema cardiovascular. Tarde que temprano, los vasos sanguíneos tienden a volverse más rigidez, lo cual consecuentemente termina haciendo subir la presión arterial. Empero, esta situación no es exenta para la población joven, debido a que los malos hábitos también pueden anticipar el deterioro.
Cuando la presión arterial se mantiene en niveles altos y no se controla, el estilo de vida puede verse afectado, dado que los problemas cardiovasculares se vuelven más probables. Entonces, cambiar ciertos hábitos es vital a la hora de devolverle el control a los niveles arteriales.
Los expertos de National Institutes of Health (NIH) señalan que la presión arterial hace referencia a la fuerza ejercida por la sangre entre las paredes arteriales cuando el corazón bombea. Practicando un examen de presión arterial, el cual consiste en colocarse un brazalete especial que se infla en el brazo, es posible saber con exactitud el nivel.
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El procedimiento arrojará dos variables. El primero corresponde a la presión arterial sistólica, lo cual es igual a la presión ejercida por el corazón al momento de bombear sangre. Por otro lado, el segundo número es la presión arterial diastólica, la cual es la presión ejercida por el corazón en relajación para llenarse nuevamente de sangre.
Teniendo en cuenta ello, la presión arterial normal se presenta en adultos cuando la sistólica está en menor cifra que 120, mientras que la diastólica es inferior a 80. Cuando esos niveles se conservan de ese modo, no hay riesgo alguno. En cambio, si las cifras son superiores o inferiores a esta, el cuerpo está en problemas.
No obstante, un aumento o reducción leve (no más de cinco puntos) es algo de nula gravedad. El problema radica cuando hay una baja grande o llega a niveles altos en gran medida. Por ejemplo, tener una presión sistólica similar o superior a 130 y una diastólica inferior, corresponde a una hipertensión sistólica aislada; condición en la que las arterias están demasiado rígidas.
Esta forma de desequilibrio de presión arterial es la más común en personas mayores a 50 años, por lo que la recomendación de los expertos es no llegar a esos niveles, sino mantener el 120/80 en estabilidad. Frente a un incremento o reducción significante, es sugerido acudir ante un cardiólogo para saber la causa que genera ello y el respectivo procedimiento.
Como se mencionó anteriormente, cualquier persona puede tener presión arterial alta. Sin embargo, hay ciertos factores que riesgo que aumentan la probabilidad; en especial para personas mayores a 50 años. Los expertos señalan que, al superada esa edad, los hombres tienen mayor probabilidad de presión arterial alta que las mujeres.
Como tal, esta enfermedad no presenta signos o síntomas, lo cual hace que sea una condición camuflada. Sin embargo, no está de más realizarse controles de rutina para mantener en monitoreo constante los niveles. En caso que la lectura sea inestable, lo más propenso es que se requiera redoblar esfuerzos en torno a este tema.
Al momento de iniciar un tratamiento para recuperar el control de la presión arterial alta, las personas mayores deben tener en cuenta los cambios relacionados a los hábitos alimenticios y de actividad física. Es por ello que modificar algunas comidas, realizar determinadas rutinas o tomar medicamentos son aspectos cruciales.
Las principales recomendaciones a la hora de volver a tener los niveles de la presión arterial son:
- Mantener un peso saludable.
- Realizar actividad moderada (150 minutos por semana).
- Seguir una dieta saludable.
- Reducir el consumo de sal.
- Bajar el consumo de licor.
- No fumar.
- Dormir adecuadamente en la noche.
- Controlar el estrés.