Salud
¿Cuáles son los alimentos que aumentan el riesgo de padecer acné?
Tanto las personas que sufren de esta condición de salud como aquellas que quieren prevenirla deben tener en cuenta algunas recomendaciones para su dieta.
Las personas que padecen de acné presentan distintos tipos de brotes de barros, espinillas o granos en una o varias partes de su cuerpo. Hay, además, múltiples factores que pueden aumentar el riesgo de presentar esta condición médica, entre ellos la mala alimentación.
De acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos, hay ciertas comidas que pueden agravar los síntomas de acné, pero falta acumular más evidencia científica al respecto.
“Los estudios indican que el consumo de determinados alimentos, incluidos los alimentos ricos en carbohidratos, como el pan, los bagels y las papas fritas, puede empeorar el acné. Se necesitan más estudios para evaluar si las personas con acné se beneficiarían con algunas restricciones específicas de alimentación”, sostiene la Clínica Mayo.
Pero también señala que hay múltiples mitos sobre los alimentos que pueden o no comer las personas que padecen acné o que quieren prevenir su aparición.
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De hecho, sostiene que si bien la cultura popular indica que comer chocolate u otros alimentos que cuentan con un alto contenido de grasas pueden provocar más acné, lo cierto es que sus ingredientes tienen “muy poca o ninguna” incidencia en las probabilidades de padecer esta condición de salud.
De otro lado, MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, coincide en que tampoco hay evidencia de que alimentos como las nueces y las comidas grasosas causen acné y advirtió que, en cambio, tener una dieta rica en azúcares refinados o ciertos productos lácteos sí podría provocar estos brotes. “Pero esa conexión es controversial”, indica MedlinePlus.
Por el contrario, las fuentes expertas en salud advierten que vale la pena prestarles atención a otros factores que sí pueden ser más determinantes a la hora de padecer de acné.
La Clínica Mayo, por ejemplo, señala que entre los factores de riesgo que más deben tenerse en cuenta está la edad, pues el acné es mucho más frecuente entre los adolescentes que en el resto de la población.
También hay otros aspectos que inciden en el riesgo de tener acné como los cambios hormonales producidos por el embarazo, los antecedentes familiares, el uso de sustancias “grasas o aceitosas” que entran en contacto con la piel o la fricción y la presión en la piel causada por el uso de “elementos como teléfonos, teléfonos celulares, cascos, cuellos ajustados y mochilas”.
MedlinePlus indica que el acné se presenta cuando los poros, que son orificios minúsculos que se encuentran en la piel, resultan taponados. El poro generalmente tiene una glándula sebácea que secreta un aceite que a su vez permite eliminar las células viejas de la piel y hace que esta se sienta muy suave.
“Cuando las glándulas producen demasiado aceite, los poros pueden resultar obstruidos. Se acumula suciedad, bacterias y células inflamatorias. La obstrucción se denomina tapón o comedón. Si la parte superior del tapón es blanca, se denomina acné miliar. Si la parte superior del tapón es oscura, se denomina espinilla negra. Si las bacterias quedan atrapadas en los poros, el sistema inmunológico del cuerpo reacciona, provocando espinillas”, explica MedlinePlus.
Además, señala que en las ocasiones en las que el acné es más profundo puede provocar la aparición de quistes que producen dolor en los pacientes, lo cual se conoce como acné noduloquístico.
Pese a todo, no es cierto que el acné sea sinónimo de suciedad, pues no está relacionado con la cantidad de veces que una persona se lava la piel.
“La piel sucia no provoca acné. De hecho, frotar la piel con demasiada fuerza o limpiarla con sustancias químicas o jabones fuertes irrita la piel y puede empeorar el acné”, explica la Clínica Mayo.