¿Cuándo es recomendable sacar las cordales? Esto dicen los expertos

Las cordales, también conocidas como las muelas del juicio, son piezas dentales que por lo general intentan salir o se manifiestan durante la edad adulta. Se calcula que pueden aparecer entre los 17 y los 25 años, pero en ocasiones ese rango de edad puede variar.

Si bien en algunos casos es necesario sacarlas para evitar que generen complicaciones de salud, también hay ocasiones en las cuales esta intervención no es necesaria.

Un texto publicado por la Clínica Mayo, una institución médica de Estados Unidos, da cuenta de los factores que deben tenerse en cuenta antes de decidir sacar una cordal o muela del juicio. La respuesta a la duda de varios pacientes está firmada por Thomas J. Salinas, odontólogo de la clínica estadounidense.

El profesional de la salud explica que cuando se presentan ciertas circunstancias, es preferible no retirar las cordales. Por ejemplo, cuando se trata de piezas dentales sanas que crecieron por completo, tienen la posición adecuada y se pueden limpiar con facilidad.

Este, sin embargo, no es el caso más común. “Muchas veces, las muelas de juicio no tienen espacio para crecer como corresponde y pueden causar problemas. Las muelas de juicio que salen pueden crecer en diversos ángulos de la mandíbula, a veces, incluso de forma horizontal”, indica Salinas.

En ocasiones, menciona que podrían quedarse completamente escondidas en las encías y retenidas en las mandíbula, lo cual puede representar un problema de salud, pues favorece la aparición de infecciones o podría provocar que aparezca un quiste que a la larga deteriore las raíces de los demás dientes e incluso dañar el hueso en el cual se apoyan.

También existe el riesgo de que estas piezas dentales “emerjan parcialmente de la encía. Debido a que esta zona es difícil de ver y limpiar, las muelas de juicio que emergen parcialmente crean un pasaje que se puede convertir en un imán para bacterias que causan enfermedades en las encías e infecciones orales”.

En otros casos, las cordales podrían amontonarse con los dientes que se encuentran cerca y afectar la mordida. Esto aumenta el riesgo de que dañen o tuerzan otros dientes.

“Las muelas de juicio retenidas que provocan dolor u otras complicaciones dentales suelen extraerse. Algunos dentistas y cirujanos orales también recomiendan extraer las muelas de juicio retenidas que no causan síntomas para prevenir futuros problemas”, anota la Clínica Mayo en otro artículo.

Entre los síntomas más frecuentes que afectan a las personas que tienen muelas del juicio retenidas, esa institución médica menciona el enrojecimiento y la hinchazón de las encías, sangrado, dolor en la mandíbula, mal aliento, hinchazón en la boca, percibir un sabor desagradable en la lengua y una dificultad para abrir bien la boca.

“Una muela de juicio retenida puede aparecer parcialmente, de modo que se ve parte de la corona (retención parcial), o pueden no atravesar nunca la encía (retención total)”, agrega la institución médica.

En estos casos, señala, podrían presentarse al menos cuatro escenarios. Por ejemplo, que la muela crezca en ángulo contra otra muela. También puede ocurrir que crezca en ángulo contra la parte posterior de la boca o que crezca en ángulo recto contra otra pieza dental, lo cual haría ver como si estuviera recostada. En otras ocasiones podría crecer derecho hacia abajo o hacia arriba, pero estando retenida en el maxilar.

Por último, la fuente médica apuntó que si bien no hay una forma de evitar que las cordales aparezcan, se pueden tomar algunas precauciones para que estos eventos no se compliquen.

“No puedes prevenir la retención de un diente, pero si visitas al dentista cada seis meses para que te haga una limpieza y un control, este puede supervisar el crecimiento y la aparición de las muelas de juicio. Las radiografías dentales regulares pueden revelar una muela de juicio retenida antes de que se manifieste algún síntoma”, concluye la Clínica Mayo.