¿Cuánto tiempo se puede escuchar música alta sin dañar la audición?

El uso de audífonos es cada vez más común no solo porque es una forma entretenida y personalizada de consumir contenido en audio, sino también porque resulta muy cómodo y práctico. No obstante, deben tenerse en cuenta algunas recomendaciones para tomarlos.

KidsHealth, una organización sin ánimo de lucro que brinda información pediátrica, señala que un aspecto clave que debe tenerse en cuenta es si se trata de audífonos externos o intraurales (que se introducen en los oídos). Estos últimos deben utilizarse con mayor cuidado.

“Los auriculares de botón (o intraurales) son, básicamente, un par de pequeños altavoces que llevas dentro de los oídos. A volúmenes bajos, pueden ser unos dispositivos muy útiles. Pero, si reproduces la música a volúmenes altos y tan cerca de los tímpanos, podrías tener una pérdida auditiva permanente”, señala KidsHealth.

Pero, para entender por qué esto puede ser nocivo, antes hay que entender cómo está compuesto el oído. Esa organización sin ánimo de lucro advierte, precisamente, que el oído está dividido en tres partes que reciben los sonidos: primero está el oído externo, luego el medio y por último el interno.

“Una parte del oído interno, llamada ‘cóclea’, contiene pequeñas células pilosas. Estas células pilosas ayudan a enviar los mensajes sonoros al cerebro. Pero el ruido fuerte puede dañar estas las células. Cuando ocurre esto, la cóclea no puede enviar tan bien los mensajes sonoros al cerebro”, añade KidsHealth.

Lo inquietante es que las lesiones que se presentan en esta parte del oído pueden ser irreversibles, pues el organismo no tiene la capacidad de curar los daños que se producen allí. En ese sentido, la organización sostiene que a medida que se les hace más daño a las células pilosas (por ejemplo, cuando se escucha música a volúmenes muy altos), la audición se va deteriorando.

Para saber cómo escuchar música de forma segura, la sede chilena de la empresa especializada en audición Widex da algunos consejos que pueden resultar útiles.

Para empezar destaca la importancia de ponerle límites a la música o a los contenidos auditivos que se escuchan. En general, advierte que los oídos solo se encuentran realmente a salvo cuando las personas mantienen el volumen de sus dispositivos por debajo de 85 decibeles (dB).

En otras palabras, la recomendación es nunca escuchar música por encima de esos niveles, sin importar cuánto tiempo sea.

Sin embargo, es cierto que la mayoría de celulares o dispositivos no indican en su pantalla de inicio a cuántos dB está el volumen, por lo cual la mencionada empresa recomienda usar algo llamado la “regla 60/60″, que consiste básicamente en mantener el volumen a un máximo del 60 % y limitarse a escuchar música o contenidos auditivos durante máximo 60 minutos diarios.

También manifiestan la importancia de dejar que los oídos descansen por lo menos cinco minutos entre cada hora. Así mismo, destaca que podría ser una buena alternativa ir a la configuración de los dispositivos y constatar si se pueden fijar límites para el volumen.

¿Cómo saber si está teniendo problemas con sus oídos?

KidsHealth asegura que una vez las personas han hecho actividades que afectan sus oídos podrían manifestar distintos síntomas, que no siempre se presentan de inmediato.

“Al ocurrir de forma gradual, mucha gente no se da cuenta de que tiene un problema hasta que ya es demasiado tarde”, indica la organización sin ánimo de lucro.

Entre otras cosas, advierte que pueden experimentarse signos como zumbidos, pitidos y ruido de fondo tras escuchar un sonido muy fuerte. Además, algunas personas pueden tener la sensación de que los sonidos se amortiguan o se distorsionan.

“Si crees que podrías tener una pérdida auditiva, llama a tu médico. Es posible que te explore y que te recomiende consultar con un audiólogo, una persona especializada en la audición. El especialista también podrá responder a las preguntas que tengas sobre el uso de los auriculares de botón y sobre cómo protegerte los oídos”, añade KidsHealth.

Y concluye señalando que este tipo de lesiones son relativamente sencillas de prevenir en la medida en la que se usen dispositivos como los audífonos con la debida precaución.