Salud
Cuidado con el Ligandrol: reportan en Bogotá paciente grave por consumo de esta sustancia prohibida que se promociona en redes
El caso fue detectado en el Hospital Universitario de La Samaritana de Bogotá. Este producto, sin evidencia científica, se comercializa con la promesa de ganar masa muscular y aumentar el rendimiento atlético. Jóvenes, los mayores afectados.
Una lesión hepática grave fue diagnosticada en un paciente de 30 años, atribuida al consumo de suplementos no autorizados y para los cuales se emitió una alerta sanitaria, el pasado 29 de abril, por parte del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima.
Juan Pablo León Linares, del programa de Farmacia de la Universidad Nacional, y quien participó en el seguimiento del caso en el Hospital Universitario de La Samaritana de Bogotá, menciona que el paciente había iniciado cambios en su estilo de vida a mediados de febrero, lo que incluía prácticas de gimnasio y una dieta alta en proteínas.
Meses atrás, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) advirtió que permanentemente recibe informes sobre efectos adversos relacionados con los llamados Moduladores Selectivos de Receptores de Andrógenos, conocidos comúnmente en inglés como SARM. Y alertó sobre publicaciones en redes sociales provenientes de personas influyentes, lo que contribuye a la venta y promoción de estos productos peligrosos.
Según la FDA, dirigidos a adolescentes y adultos jóvenes, lo que preocupa de los SARM es que se promocionan como una manera rápida o fácil de mejorar la apariencia física, ganar masa muscular e incluso aumentar el rendimiento atlético.
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En el caso del paciente diagnosticado en Bogotá, este no tenía antecedentes médicos relevantes, y debido a su actividad física comenzó a consumir varios productos, entre ellos creatina, tiamina, omega 3 y un suplemento con varios compuestos (niacina, ácido glutámico y vitaminas del complejo B, entre otros), además del controvertido Ligandrol.
Los primeros síntomas aparecieron el 25 de abril de este año cuando, relata el paciente, notó un color amarillo en sus ojos y piel, lo que clínicamente se conoce como ‘tinte ictérico’, que se da por la acumulación de bilirrubina en la sangre.
Inicialmente en el Hospital María Auxiliadora de Mosquera lo diagnosticaron con hepatitis, pero ante la demora en el diagnóstico definitivo y el tratamiento, pidió la salida voluntaria y buscó atención médica en el Hospital de La Samaritana.
León relata que “el paciente fue atendido por el área de medicina interna y los exámenes paraclínicos que se le hicieron revelaron hiperbilirrubinemia, un aumento en las transaminasas y una hipercalemia, es decir exceso de calcio en los huesos”.
Luego de descartar posibles causas virales, los médicos hicieron una exploración clínica (anamnesis) y sospecharon de un daño en el hígado, inducido por medicamentos, específicamente por Ligandrol. El diagnóstico se confirmó el 31 de mayo mediante una biopsia hepática (estudio de una muestra de tejido tomada del hígado).
“El Ligandrol es un modulador selectivo de los receptores de andrógenos (SARM) que se promociona para aumentar la masa muscular y ósea. Sin embargo, su uso no está aprobado por las autoridades sanitarias y representa un riesgo significativo para la salud”, explica León.
Esto se confirma en la alerta sanitaria reciente que hizo la Dirección de Medicamentos y Productos Biológicos del Invima, en la cual se enfatiza en la comercialización ilegal de este producto y de otro conocido como Testolone.
En el documento de la alerta se lee: “Estos productos no cuentan con registro sanitario emitido por el Invima. Por lo anterior, su comercialización en el territorio nacional es ilegal (...) Según la normatividad sanitaria vigente, los productos fraudulentos no cuentan con registro sanitario, por lo tanto no ofrecen garantías de calidad, seguridad y eficacia, representando un riesgo para la salud de los consumidores”.
Al respecto, León explica: “Hicimos un análisis exhaustivo de farmacovigilancia. Al aplicar los criterios de causalidad de Bradford Hill determinamos que el Ligandrol sí puede generar un daño hepático (DILI) de patrón colestásico o mixto”.
El análisis también se hizo en los otros suplementos, utilizando escalas de validación que permiten establecer la causalidad de un daño en el hígado inducido por medicamentos.
“Encontramos que la creatina, la vitamina A, el ácido glutámico y la niacina tenían puntajes muy altos; sin embargo, complementando con el análisis de Bradford Hill, y basándonos en el componente de gradiente, determinamos que el Ligandrol era el que tenía más posibilidades de generar el daño hepático”, precisó León.
La preocupación que manifiestan los expertos es la tendencia actual de recurrir a la automedicación y al consumo indiscriminado de suplementos, pues erróneamente se cree que estos productos son seguros por no requerir receta médica. Sin embargo, como se evidencia en este caso, las consecuencias pueden ser graves.