Salud
Cuidado con la semaglutida: las falsas promesas de un fármaco usado para bajar de peso, pero con un alto costo para la salud
La semaglutida es una hormona que funciona como un supresor del apetito, por eso quienes la toman logran bajar de peso en cuestión de días o semanas.
En tiempos de redes sociales, la semaglutida se ha popularizado entre miles de celebridades e influenciadores como una sustancia para bajar de peso rápidamente.
Sin embargo, su real uso es otro: ayudar a bajar esos kilos de más a los adultos con obesidad o sobrepeso y que tengan alguna afección relacionada como la hipertensión arterial, el colesterol elevado y la diabetes de tipo 2.
Por eso, la comunidad médica está alarmada: irresponsablemente se está ingiriendo sin prescripción médica, poniendo en grave riesgo la salud de millones de personas en buena parte del mundo.
La semaglutida es un principio activo en medicamentos conocidos como Wegovy, Rybelsus y Ozempic, medicamento que viene siendo utilizado por varias personalidades, entre ellas Elon Musk, quien el año pasado con solo un tuit de tres palabras incrementó las ventas del fármaco, aprobado en Estados Unidos para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad.
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Fue tan grande el revuelo que causó la recomendación del magnate, al que se sumaron miles de influenciadores en TikTok, que provocó la escasez del medicamento en cuestión de días, poniendo en riesgo la continuidad del tratamiento de millones de personas que lo usan para controlar su nivel de azúcar en la sangre.
“Ayuno y Wegovy”, respondió Musk a un seguidor de Twitter que le preguntó qué hacía para estar en forma y tener un cuerpo “sorprendente”. Se refería, por un lado, al ayuno intermitente, técnica que logra un descenso saludable de peso y se ha convertido en un método eficaz para mantenerse en forma.
Pero sobre el Wegovy las autoridades de salud ya venían advirtiendo de sus riesgos. De ahí que la polémica no tardara en desatarse.
En Colombia, su uso se ha popularizado desde hace cerca de dos años. SEMANA consultó en cinco de las más importantes cadenas de droguerías en el país y comprobó que puede alcanzar hasta los 800.000 pesos.
Pero, de acuerdo con varios medios internacionales, entre ellos The Economist, el uso de este fármaco se ha convertido en “el secreto peor guardado de Hollywood”, pues miles de famosos lo convirtieron en un atajo eficaz, pero sumamente peligroso, para bajar rápido de peso, sin pensar en las serias contraindicaciones por su uso indiscriminado.
Es que según un artículo publicado en 2022 por la revista Variety, dicho fármaco “ha saturado la industria del cine y el entretenimiento en Hollywood en los últimos meses, pues ha ayudado a las personas bellas y ricas a perder sus kilos de más rápidamente”.
Ha sido tal su auge que compañías de seguros en Estados Unidos se niegan a cubrir el costo de su uso, que ronda en ese país los 1.300 dólares al mes, en personas que no son diabéticas o que no lo toman como medicamento recetado.
¿Cómo funciona?
Este fármaco se administra a través de una inyección subcutánea, cuyo efecto parece simple: provoca que la persona se sienta más llena y satisfecha, lo que, claro, la lleva a ingerir menos alimentos.
“Su principal componente es la semaglutida, una hormona que funciona como un supresor del apetito imitando una hormona intestinal llamada péptido-1, que está dirigida a las áreas del cerebro que regulan el apetito y el consumo de alimentos”, explica el médico nutricionista Juan Carlos Osorio Varela.
Agrega que se trata de una hormona que se libera después de comer y, generalmente, hace que las personas se sientan más llenas, lo que ayuda a reducir la ingesta total de calorías en cada comida. “De ahí que los resultados de pérdida de peso se vean rápidamente reflejados. Pero, como se sabe desde hace años, no existen tratamientos milagrosos, porque son muchos los riesgos a los que se enfrenta una persona cuando baja de peso de forma súbita”.
De hecho, varias autoridades sanitarias, entre ellas la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos, advierten que es seguro y efectivo para el control de peso crónico en adultos con obesidad que presentan al menos un trastorno vinculado con ese sobrepeso, como hipertensión o diabetes tipo 2.
Solo en esos casos, aclara Osorio Varela: “No es la situación de alguien que solo quiere bajar de peso por simple vanidad, es decir, unos 5 o 10 kilos. El Ozempic está realmente dirigido a personas con obesidad mórbida, por ejemplo”.
Y es enfático al explicar que su uso debe estar “irrestrictamente acompañado de una dieta baja en calorías y programas de actividad física regular; el mero medicamento no actúa por sí solo, que es lo que creen muchos. Hay evidencia de que la semaglutida ayuda a reducir peso en más del 10 por ciento, pero solo si se implementa junto con cambios estrictos en la nutrición y el estilo de vida”.
El medicamento viene en dos presentaciones: en dosis de 0,25, 0,5 y 1 miligramo para el tratamiento de la diabetes, en cuyo caso el nombre comercial es Ozempic; y semaglutida 2,4 miligramos es Wegovy, indicado para el sobrepeso y la obesidad en mayores de 18 años. Ambas presentaciones fueron aprobadas en 2021 por la FDA.
Graves riesgos
Y es ahí donde entra a jugar uno de los mayores riesgos del uso indiscriminado de este fármaco. “Resulta que estas inyecciones tienen que ser recetadas por un especialista y la indicación es que se usen durante un máximo de dos años. De lo contrario, los riesgos para la salud podrían ser graves”, explica a su turno Joel Mariano Ruiz, médico endocrinólogo.
Este especialista los enumera: dolor de estómago, náuseas, diarrea y vómitos. Y existen otros efectos secundarios: dolor de cabeza, fatiga, indigestión, mareos, distensión abdominal, flatulencia, gastroenteritis y enfermedad por reflujo gastroesofágico. Algunos estudios, incluso, muestran que tiene un efecto rebote grande y propicia que las personas ganen hasta el doble de peso que tenían antes de su consumo.
La FDA señala, además, que los profesionales de la salud deben advertir sobre el riesgo potencial de tumores de tiroides al consumir la semaglutida. “No debe usarse en pacientes con antecedentes personales o familiares de carcinoma medular de tiroides o en pacientes con una enfermedad rara llamada síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2″, indica.
A esto se suma, dice Ruiz, que la pérdida rápida de peso provoca que la piel reduzca sus niveles de elastina y de colágeno. De ahí que varios medios especializados hablan ya del fenómeno “cara de semaglutida”, que ocurre cuando la persona luce un aspecto demacrado producto de una pérdida de peso sin control. “Es allí cuando la reducción de peso deja de ser saludable y el remedio termina siendo peor que la enfermedad”, concluye Ruiz.