Salud
Cuidados caseros para aliviar el dolor muscular y cómo prevenirlo a la hora de hacer ejercicio
En algunos casos, estos dolores pueden estar relacionados con lesiones.
Los dolores musculares son un problema común que aqueja a todas las personas. Esta dolencia puede comprometer más de un músculo, así mismo, involucrar ligamentos, tendones y fascias, tejidos blandos que conectan los músculos, huesos y órganos.
De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, el dolor muscular suele estar relacionado con tensión, sobrecarga o lesión muscular por el ejercicio o el esfuerzo físico. En ese sentido, por lo general, aparece luego de haber realizado actividad física, aunque puede haber excepciones.
“El dolor muscular tiende a comprometer a músculos específicos, comienza durante o justo después de la actividad. A menudo la actividad que causa el dolor es bastante obvia”, precisa el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Pero el ejercicio no es la única causa del dolor muscular. Otros factores incluyen enfermedades que afectan todo el cuerpo, como ciertas infecciones y trastornos que impactan los tejidos conectivos. Por esta razón, es clave atender a los síntomas y acudir al médico para un diagnóstico más preciso.
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De hecho, una causa común de dolores y molestias musculares es la fibromialgia, una afección que causa sensibilidad en los músculos y tejido blando circundante, dificultades para dormir, fatiga y dolores de cabeza.
Las causas más comunes de malestares y dolores musculares son:
- Lesión o trauma, incluso esguinces y distensión muscular.
- Sobrecarga: usar demasiado el músculo, muy rápido, sin calentamiento o con excesiva frecuencia.
- Tensión o estrés.
No obstante, el dolor muscular también puede deberse a algunos medicamentos, dermatomiositis, desequilibrios electrolíticos, lupus, infecciones como influenza (la gripe), enfermedad de Lyme, malaria, absceso en el músculo, polio, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, y triquinosis.
Mayo Clinic indica que la mayoría de los malestares y dolores musculares desaparecen en poco tiempo y por sí solos, aunque hay ocasiones en que pueden permanecer durante meses. Ahora bien, ¿hay forma de prevenir estas dolencias? La evidencia médica ha permitido definir hábitos que podrían ser de gran ayuda.
Así puede prevenir el dolor muscular
Incluso los deportistas de alto rendimiento están expuestos a experimentar dolor muscular. Por ello, es clave adoptar los siguientes cuidados básicos para reducir el riesgo:
- Estirar antes y después de hacer ejercicio.
- Calentar antes del ejercicio y permitir que los músculos se enfríen después de la actividad física.
- Beber muchos líquidos antes, durante y después del ejercicio.
- Para las personas que trabajan en la misma posición durante la mayor parte del día (como estar sentado frente a una computadora), esa vital estirarse al menos cada hora.
Siguiendo estos consejos, el riesgo de presentar dolor muscular luego de realizar actividad física puede reducir. Respecto a cuándo acudir a un médico, los expertos recomiendan hacerlo en los siguientes escenarios:
- Si el dolor muscular persiste por más de tres días.
- En caso de que el dolor muscular sea intenso e inexplicable.
- Se presenta cualquier signo de infección, como hinchazón o enrojecimiento, alrededor del músculo sensible.
- Se presenta circulación deficiente en la zona donde están los dolores musculares.
- El dolor muscular ha estado asociado con el comienzo o el cambio de dosis de un medicamento.
¿Cómo aliviar el dolor muscular?
La reacción inmediata al dolor muscular por sobrecarga o lesión debe ser descansar la parte afectada del cuerpo y, si el médico lo sugiere, tomar medicamentos.
El tratamiento clásico para aliviar el dolor muscular consiste en aplicar hielo dentro de las primeras 24 a 72 horas posteriores a la lesión para reducir la inflamación y el dolor. Cuando son producto de sobrecarga y fibromialgia suelen responder bien a los masajes. Los ejercicios de estiramiento suaves después de un período de descanso largo también son útiles.
Finalmente, el ejercicio regular puede ayudar a restaurar el tono muscular apropiado. Para ello, es recomendable realizar actividades como caminar, montar en bicicleta y nadar. También es clave dormir bien y tratar de reducir el estrés.