Los pacientes renales denuncian dificultades para acceder a tratamientos tan vitales como las diálisis.
Los pacientes renales denuncian dificultades para acceder a tratamientos tan vitales como las diálisis. | Foto: Getty Images

Crisis de la salud

Diálisis demoradas, medicamentos que no llegan, escasez de especialistas: el drama que viven los pacientes renales en el país

En medio de la crisis de la salud que afronta el país, los pacientes renales están viviendo un viacrucis: desde dificultades en el acceso a diálisis hasta demoras en la entrega de medicamentos. Radiografía.

Redacción Salud
29 de junio de 2024

En el último año se ha agudizado la crisis de la salud en el país debido, especialmente, al déficit financiero del sector. En el medio se encuentran los pacientes, que cada día ven disminuido su acceso a tratamientos, especialistas y medicamentos.

El capítulo más reciente de este trance lo escriben los pacientes renales, miles de los cuales afrontan una verdadera carrera contra el tiempo para beneficiarse de las diálisis, un tratamiento esencial en este tipo de enfermos, pues les ayuda a eliminar de la sangre el exceso de sustancias nocivas que el cuerpo no puede realizar por sí mismo.

La vida de los pacientes trasplantados de riñón depende de medicamentos especializados que les garanticen que el órgano que recibieron será tolerado. | Foto: Getty Images

En este lado están los pacientes trasplantados de riñón, cuya vida depende de medicamentos especializados que les garanticen que el órgano que recibieron será tolerado.

La historia la conoce de cerca Jorge Ernesto García Rojas, director de la Fundación Retorno Vital, creada por él hace 20 años, cuando requirió de un trasplante para seguir viviendo.

La radiografía que hace García es aterradora, pues la crisis que viven los pacientes renales se origina en varias causas. La principal, que, en medio del derrumbe de las EPS, estas entidades están cambiando de proveedores, por lo que los tiempos para recibir los tratamientos se retrasaron considerablemente.

“En este momento lo que se vive es una incertidumbre total. Hay desconfianza entre los proveedores y todos los actores del sistema. Muchos exigen que les paguen por anticipado, pero no hay suficientes recursos. Entonces, lo que sucede es que prestan los servicios hasta cuando les alcanza la plata”, asegura este odontólogo bogotano.

Carlos Zorrilla es paciente renal. Vive en Zarzal, Valle del Cauca, y en su caso requiere de una diálisis peritoneal, que debe realizarse a diario en su casa con los insumos que le provee la IPS. “Llevo varias semanas en que esos insumos no llegan. Y no dan respuesta, me ponen a voltear de un lado a otro, en Cali, en Pereira. Y nada. Es como si te dijeran: mejor resígnese a morir”.

En este momento lo que se vive es una incertidumbre total. Hay desconfianza entre los proveedores y todos los actores del sistema. | Foto: Serproen

Lo grave en estos casos, subraya García Rojas, es que la diálisis, de la que dependen unos 30.000 colombianos, según la Cuenta de Alto Costo, es un proceso vital, “porque si no expulsamos las toxinas, nos envenenamos y llega la muerte”.

Otro frente de preocupación lo viven los pacientes trasplantados, como el propio García, que suman cerca de 9.000 en toda Colombia. Todos dependen de varios medicamentos, entre ellos los inmunosupresores, también llamados antirechazo, que evitan que el sistema inmune dañe el órgano que ha recibido el paciente.

Y un paciente que no recibe a tiempo esos medicamentos “no solo ve empeorar su condición de salud, sino que comenzará a demandar más servicios debido a su gravedad. En mi caso, he tenido que ver cómo me demoran hasta dos meses o más los medicamentos para tratar el colesterol, una condición que nos afecta a los pacientes renales, además de la insulina, porque también soy diabético. Me he ayudado con algunas reservas, pero no duran para siempre”.

A esto se suma la zozobra que viven hoy los pacientes en lista de espera para recibir un órgano. Por cuenta del cambio de proveedores de las EPS en medio de la crisis, les ha tocado empezar de cero: ser valorados para analizar su condición y entonces ingresar de nuevo a una lista y quedar a la espera de un donante.

Pero los pacientes no son los únicos que se están viendo afectados en medio de esta aguda crisis. La Asociación Colombiana de Nefrología le hizo un llamado urgente al Gobierno nacional a causa de las condiciones laborales de los profesionales de la salud que atienden a estos enfermos con fallas renales.

médico
Los pacientes no son los únicos que se están viendo afectados en medio de esta aguda crisis. La Asociación Colombiana de Nefrología le hizo un llamado urgente al Gobierno nacional a causa de las condiciones laborales de los profesionales de la salud que atienden a estos enfermos con fallas renales. | Foto: Getty Images

Según denuncia la entidad, ya se presenta un déficit de especialistas en las unidades de atención renal.

García respalda esa denuncia con cifras: desde que las grandes EPS fueron intervenidas, dice, se han extendido los tiempos de consulta con médicos y especialistas. “Llegar hasta un médico general está tomando desde dos meses hasta los 100 días y a uno especializado hasta 200 días. Lo mismo pasa incluso en la prepagada. El temor es que los pocos especialistas con los que cuenta el país para pacientes como nosotros se pasen al sector privado, lo que en la práctica va a dificultar aún más el acceso para pacientes tan delicados”.

Para García, es “dramático” el panorama de los pacientes renales en el país. “Es la primera vez que vivimos esta crisis tan aguda por pretender cambiar el sistema de un momento a otro. Yo fui paciente del Seguro Social y viví en carne propia lo que era esperar a que te atendieran tirado en el piso. Y hacia allá nos quieren llevar. Esto es una pugna de poderes y quienes estamos en el medio somos los pacientes con poca capacidad de pago, a quienes el sistema nos está golpeando más fuerte que la propia enfermedad”, dice.

Confiesa que como líder de los pacientes ha tocado a las puertas de la Superintendencia de Salud, pero no ha tenido obtenido respuesta. Mientras tanto, las quejas hacia las EPS crecen como un torrente incontenible. “Los pacientes deberíamos ser una prioridad, pero en estos estos cambios no nos han tenido en cuenta”.