Salud
El ayuno intermitente podría ser una nueva esperanza para el tratamiento del Alzheimer
Un estudio científico lanzó esperanzadores resultados para esta enfermedad que impacta a millones de personas en el mundo.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta primordialmente el funcionamiento del cerebro, órgano esencial para la vida de las personas. Entonces, con el paso del tiempo, mayoritariamente sobre la etapa de la vejez, hay quienes son diagnosticados con esta afección por falta de memoria y otros síntomas.
Padecer de Alzheimer no es fácil; de hecho, entre las complicaciones que presenta esta enfermedad predomina la interrupción del ritmo circadiano del cuerpo, también conocido como el reloj biológico que presenta cambios físicos, mentales y conductuales en determinadas horas.
Precisamente, mediante la publicación de un nuevo estudio, un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, Estados Unidos, se interesó en dar una posible solución de dichas interrupciones con la ayuda de la alimentación restringida o ayuno intermitente, según términos médicos.
Para ello, el colectivo científico trabajó con muestras de ratones. Los animales fueron alimentados con las restricciones horarias, pero, cabe aclarar, este tipo de ayuno no limita por completo la comida.
Lo sorprendente del hallazgo, el cual se encuentra en Cell Metabolism, es que los roedores mostraron una mejoría en la memoria, al igual que menos acumulación de proteínas amiloides en el cerebro. Por ende, no se descartó la idea de que ahora la investigación pase al estudio con seres humanos.
Según el concepto de Paula Desplats, docente del Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de California y autora principal del estudio, “durante muchos años, asumimos que las alteraciones circadianas que se observan en las personas con Alzheimer son el resultado de la neurodegeneración, pero ahora estamos aprendiendo que puede ser al revés: la alteración circadiana puede ser uno de los principales impulsores de la patología del Alzheimer”.
En ese orden de ideas, la investigadora precisó que, de ahora en adelante, lo más probable es que las interrupciones circadianas se conviertan en un tema de interés para los nuevos tratamientos contra el Alzheimer. “Nuestros hallazgos proporcionan la prueba de concepto de una manera fácil y accesible de corregir estas interrupciones”, aseguró.
Sumado a esto, la misma líder de estudio comentó que “las alteraciones circadianas en la enfermedad de Alzheimer son la causa principal de la colocación en hogares de ancianos”.
Ejecución de la investigación
Resulta que el reloj circadiano es necesario de controlar para preservar la salud. En vista de ello, para esta investigación la alimentación y el ayuno jugaron un papel fundamental.
Entonces, lo que hizo el colectivo científico fue tomar la muestra de roedores con Alzheimer, cuya alimentación se dio con horarios restringidos dentro de un período de seis horas cada día; 14 horas de ayuno al día para los humanos.
Con dicho patrón alimenticio, los ratones no solo mostraron mejora en la memoria, también menos hiperactividad e interrupciones a la hora de dormir. En efecto, entre los resultados más significativos, esta sería la muestra de que el horario de alimentación restringido en el tiempo ayuda a mitigar los síntomas conductuales de Alzheimer.
En la misa línea, el grupo de investigadores encontró que hubo mejoras moleculares en los roedores, ya que la neuroinflamación que produce la enfermedad mental tuvo otras manifestaciones. En adición, con la restricción del horario para comer hubo resultados en cuanto a la reducción de la cantidad de proteína amiloide en el cerebro.
Con todo lo anterior, la esperanza médica aumentó, puesto que cabe mencionar que, actualmente, no existe ningún tratamiento que elimine el Alzheimer.
Para Paula Desplats, “la alimentación con restricción de tiempo es una estrategia que las personas pueden integrar fácil e inmediatamente en sus vidas”.
“Si podemos reproducir nuestros resultados en humanos, este enfoque podría ser una forma sencilla de mejorar drásticamente la vida de las personas que viven con la enfermedad de Alzheimer y de quienes los cuidan”, concluyó la autora principal del estudio en la publicación de Cell Metabolism.