“El paciente puede estar bien, pero próximo a quedar ciego”: así puede prevenir afectaciones a la salud visual

En entrevista con SEMANA, el oftalmólogo Juan Carlos Rueda contó que hay casos de ceguera prevenibles, pero para ello es determinante actuar a tiempo.

“Que estés viendo bien, no quiere decir que estés sano porque la mayoría de las enfermedades graves visuales no producen mala visión, sino hasta estados muy avanzados”, dice el experto.

Cuando el doctor Rueda habla de estas enfermedades, enfatiza en el glaucoma, una afectación que se da por el incremento de la presión dentro del globo ocular y que causa un daño progresivo en la retina y, en ocasiones, pérdida de la visión.

“El paciente está sin molestias y aparentemente bien, pero es importante que se realicen valoraciones especializadas para su detección oportuna, más aún cuando hay antecedentes familiares de esta enfermedad”, sostuvo Rueda Galvis.

Cuando el doctor insiste en los antecedentes, se apoya en estudios que aseguran, que por lo menos un 15 % de las personas afectadas con esta enfermedad son mayores de 60 años, tenían enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, pero también eran afrodescendientes o hispanos.

Como explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la ceguera y la discapacidad visual se pueden prevenir en aproximadamente el 80 % de las personas.

“Es casi cuatro veces más frecuente en personas pobres y analfabetas que viven en zonas marginadas y rurales que en barrios ricos. Para reducir la ceguera y la discapacidad visual, se necesita aumentar el acceso a los servicios de atención oftalmológica mediante el fortalecimiento de los servicios públicos en las áreas más pobres de cada país. El acceso a la atención oftálmica puede reducir el deterioro visual y los errores de refracción a lo largo del curso de vida”, argumenta la OPS.

En ese sentido, el experto santandereano, quien también pertenece a la Sociedad Latinoamericana de glaucoma, afirma que hay una deficiencia de profesionales de la salud visual.

“La demanda es insuficiente. Hay un oftalmólogo por cada 40.000 habitantes en promedio para el país. Hay zonas más desprotegidas como los Llanos, donde hay uno por cada 180.000 habitantes. En Santander debe estar el promedio en uno por cada 25.000”, contó.

También es importante tener en cuenta que “la ceguera está en las primeras causas de discapacidad y está claro que hay leyes y protocolos que recomiendan cómo disminuir las cegueras con tecnologías y métodos simples y económicos”.

¿Cómo prevenir la ceguera?

Por eso, afirmó para SEMANA que es necesario prevenir. Para ello hizo tres recomendaciones:

“Primero es importante la educación de quiénes son las personas de mayor riesgo. Segundo, un examen periódico y oportuno con un oftalmólogo. La frecuencia mínima una vez año para las personas con antecedentes. Y tercero, seguir las indicaciones ante un diagnóstico de una enfermedad ocular. A mucha gente le dicen, requiere de una consulta urgente, hacer este tratamiento, aplicarse estas gotas o estas inyecciones intraoculares y no lo hacen, lo postergan. Cuando tienen estas enfermedades graves como glaucoma, retinopatía diabética, hay que seguir lo que indica el médico”, sostuvo.

¿Qué está pasando con la salud visual de los jóvenes?

Se ha normalizado el uso de gafas para estudiar o trabajar. Es que unos lentes con filtros especiales, hacen parte de las recomendaciones para cuidar los ojos mientras se exponen a las pantallas de los computadores, televisores o celulares.

Pero también es cierto que se ha generado la necesidad de usar gafas, porque en edades tempranas, la imagen que aprecia el ojo no es tan clara.

“Se habla de que vienen generaciones con alta frecuencia de miopía, también relacionado con la ceguera reversible. Entonces está la persona que necesita gafas o cirugía. Se piensa que puede venir una epidemia de miopía, relacionado con el alto trabajo en computador. Seguramente esto va a llevar a una generación de alta frecuencia de miopía”, concluyó en conversación con este medio.