Salud
El peligro de contraer la bacteria Helicobacter pylori y su relación con el cáncer
Las autoridades de salud han indicado que el microorganismo se ha vuelto muy resistente y difícil de erradicar.
En la década de los 80, por primera vez, dos investigadores australianos, Barry J. Marshall (gastroenterólogo) y John Robin Warren (patólogo), aislaron y cultivaron una bacteria que asociada a casos médicos que les apasionaban.
Se trataba de la Helicobacter pylori. Y aunque al comienzo no les creyeron que este microorganismo estaba estrechamente relacionado con afectaciones gástricas, el paso de los años y el avance de otros hallazgos les fue dando la razón.
Ya en detalle, la Organización Panamericana de la Salud, OPS, explica que “más de la mitad de la población mundial está infectada por Helicobacter pylori (H. pylori); bacteria causante de gastritis crónica y que en el 15-20% de los casos origina úlceras pépticas, linfomas tipo Malt (tejido linfoide asociado a mucosa) y cáncer gástrico”.
Justo este tipo de cáncer genera más de un millón de muertes en el mundo y el 90 % de esos tumores son secundarios a la infección por H. pylori, bacteria que en 1994 fue declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como cancerígeno tipo I y que fue ratificada en 2010.
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Y aunque años atrás se comprobó que la H. pylori se erradicaba con antibióticos, que además se sanaba la gastritis y se reducía el riesgo de cáncer, desde el 2021 la Organización Panamericana de la Salud, advirtió que la bacteria se ha vuelto muy resistente y difícil de erradicar.
Ahora, hay que mencionar un reconocido estudio de la Pontificia Universidad Javeriana y la Universidad Nacional de Colombia. En este caso, los investigadores, a través de la farmacovigilancia primaria, a los principales antibióticos utilizados en terapias de erradicación de H. pylori (amoxicilina, claritromicina, levofloxacina y metronidazol), hicieron seguimiento durante seis años a 758 pacientes de Bogotá (Colombia).
“Este trabajo nace tiempo atrás con una preocupación del grupo, al ver cómo los pacientes infectados con H. pylori y con riesgo de desarrollar úlceras pépticas o incluso cáncer gástrico, tenían dificultad para erradicar la infección, y una de las causas era la resistencia antimicrobiana, que reduce las opciones terapéuticas”, señaló en su momento la investigadora Alba Trespalacios.
Allí llegaron a conclusiones preocupantes como que la resistencia a los medicamentos aumenta año tras año.
“Cuando iniciamos, uno de los antibióticos más utilizados era claritromicina, cuya resistencia ya está alrededor del 20%, cuando los lineamientos internacionales dicen que este medicamento puede usarse cuando no se supera el 15% de resistencia local. Con levofloxacina sucede algo similar, ha pasado de ser una molécula esperanzadora a presentar una resistencia que sobrepasa el 27% en aislamientos de H. pylori”, agrega la profesora titular de Microbiología y directora de posgrados de la Facultad de Ciencias de la Universidad Javeriana.
A esto se suma que la resistencia bacteriana en general pone en riesgo la salud de quienes presentan infección por H. pylori. “Hemos visto pacientes que nunca habían sido tratados para H. pylori, pero que, sus aislamientos son resistentes a dos o más antibióticos; esto podría indicar el consumo previo de antibióticos ya sea de manera guiada para otro tipo de infecciones (respiratorias, urinarias u otras) o de manera indiscriminada, y ha generado una resistencia ‘cruzada’ que impacta en las terapias de erradicación para H. pylori”, explica Azucena Arévalo.
Agregan los académicos que “la gastritis crónica, producida por H. pylori, tarda por lo menos dos a tres décadas para llevar al cáncer gástrico; que se inicia con una gastritis superficial y progresivamente lleva a unos cambios irreversibles como la atrofia y metaplasia intestinal; entonces, existe una gran ventana de oportunidad para cortar esa cadena de transformaciones, erradicando esta infección”, señala el doctor William Otero, profesor titular de Medicina y director de Gastroenterología de la Universidad Nacional de Colombia.
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Ya la OPS había señalado que hay un punto de partida. “Entender que este patógeno está ahí y no subestimarlo, como sucede muchas veces. La bacteria es real y tiene altos niveles de resistencia a los antibióticos”, expresa la investigadora Jenny Ávila Coy.
Aquí viene otro punto bastante mencionado últimamente y es la automedicación, que mal enfocada, lleva a generar resistencia en las bacterias.
“Si bien la resistencia a los antibióticos es la mayor causa de falla terapéutica, la dosificación y duración no apropiada de la terapia, así como la falta de adherencia al tratamiento, entorpece la erradicación de esta infección”, argumentó la doctora Liliana Rosero para la Organización.
Finalmente, la autoridad de salud indicó que es importante resaltar que la infección por H. pylori no produce síntomas. “Sin embargo, ante la presencia de dispepsia (sensación de llenura), antecedentes familiares de cáncer gástrico o anemia por deficiencia de hierro se debe consultar con el médico gastroenterólogo, para que tome las medidas pertinentes a que haya lugar”, concluyeron.