Salud
En los países pobres, más del 75% de la gente está sin vacunar contra el covid-19: “Es un fracaso generacional”
Aunque hay estados nacionales donde las poblaciones se han aplicado masivamente hasta cuatro dosis anticovid, en otros la mayoría de la población no tiene ni la primera dosis.
Desde que empezó la pandemia del covid-19, el mundo ha aplicado alrededor de 12.998 millones de dosis de vacunas anticovid. Recientemente, se conoció que en el planeta hay alrededor de 8.000 millones de personas, con lo cual a cada ser humano del mundo le correspondería más de una dosis anticovid.
Su distribución, sin embargo, ha sido enormemente desigual. Sin ir más lejos, en Latinoamérica y el Caribe la situación es dramática.
De acuerdo con las cifras de Our World in Data, una base de datos de la Universidad de Oxford, Chile ya cuenta con el 90,25 % de su población con el esquema anticovid completo. A su vez, el 92,23 % de los chilenos ha recibido por lo menos una dosis de las vacunas. Las estadísticas fueron tomadas hasta este 6 de diciembre.
Mientras tanto, según los mismos datos de Our World in Data, en Haití solo el 2,05 % de la población está vacunada con su esquema completo. Y solo 3,4 % cuenta con al menos una dosis anticovid. En otras palabras, solo 3 de cada 100 personas en el territorio de Haití han podido vacunarse contra el covid-19. Al menos hasta el pasado 25 de noviembre, cuando Our World in Data tomó las últimas cifras disponibles.
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¿En qué se diferencian Chile y Haití? ¿Cómo se explica la falta de acceso a medicamentos y, con ello, al derecho efectivo a la salud? La respuesta está en su nivel de ingreso. De acuerdo con el Banco Mundial, Chile es un país de ingresos altos, mientras que Haití cuenta como uno de ingresos bajos. De hecho, este último es el país más pobre de todo el continente americano.
Las brechas enormes en las coberturas de vacunación entre países de ingresos altos y bajos son tan altas, que Our World in Data ofrece cifras discriminadas en las cuales muestra el avance en la inmunización por grupos de ingreso. Por ejemplo, advierte que en los países de ingresos altos y medio-altos ocho de cada diez personas han recibido por lo menos una vacuna contra el covid-19.
Pero en los países de ingresos más bajos las cifras prácticamente se invierten: allí el 75,05 % de las personas no han recibido ninguna vacuna contra la covid-19.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha calificado este panorama de inequidad como un “fracaso generacional” y ha pedido a los países implementar políticas sanitarias lo suficientemente responsables como para que no acaparen las vacunas.
Asimismo, ha sido un duro crítico de la falta de ayuda que les prestaron los gobiernos más ricos a los países más pobres, la cual todavía no alcanza para conseguir la meta que tenía la OMS desde la creación de las vacunas: que todos los países logren inmunizar a, por lo menos, el 70 % de su población contra el covid-19.
“La asequibilidad también es un obstáculo para el acceso a las vacunas. Si bien los precios tienden a estar escalonados según los ingresos, las disparidades de precios hacen que los países de ingresos medios paguen tanto, o incluso más, que los más ricos por varios productos de vacunas”, indicó la OMS recientemente, tras lanzar un informe sobre el mercado de vacunas a nivel mundial.
Esta desigualdad en el acceso a la protección contra el covid-19 de las poblaciones más vulnerables es una de las principales razones por las cuales la OMS no ha declarado el fin de la pandemia.
De hecho, expertos en epidemiología y salud pública de todo el mundo han señalado que esta desprotección no es peligrosa únicamente para las comunidades de los países más pobres, sino para todo el planeta. Esto se debe a que el coronavirus seguirá teniendo la posibilidad de contagiar a millones de personas y, con ello, continuará desarrollando nuevas mutaciones.