Salud
Endometriosis: el costo psicológico de una enfermedad crónica
Solo 15% de las mujeres con endometriosis reciben apoyo psicológico, de acuerdo con la última encuesta de ASOCOEN (Asociación Colombiana de Endometriosis e infertilidad). El diagnóstico tardío y la normalización de los síntomas de la endometriosis son factores que ocasionan la aparición de trastornos psicológicos en las pacientes.
A lo largo de la historia, la salud mental ha emergido como un factor de gran relevancia en la región, evidenciando su papel crucial en la discapacidad y mortalidad, una tendencia que se ha visto acentuada, particularmente, en el contexto pospandémico de la COVID-19. Este impacto no es uniforme y ha afectado de manera significativa a aquellos que ya enfrentan desafíos continuos, como es el caso de las personas que lidian con enfermedades crónicas, entre las cuales la endometriosis destaca.
Para quienes enfrentan la carga diaria de la endometriosis, las implicaciones en la salud mental se entrelazan con las restricciones ya presentes en diversos aspectos de sus vidas. Esta enfermedad crónica no solo se traduce en desafíos físicos, sino que también arroja una sombra sobre la vida laboral, social, familiar y sexual de quienes la padecen. La complejidad de la endometriosis se refleja en cómo afecta no solo el bienestar físico, sino que se extiende a dimensiones emocionales y psicológicas.
Según cifras de la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad, se estima que en Colombia hay cerca de 3.5 millones de mujeres que padecen de endometriosis. Esta es una enfermedad inflamatoria y crónica, cuyos síntomas suelen ser en la mayoría de los casos no solo debilitantes, sino incapacitantes, afectando la calidad de vida, las relaciones de pareja, la fertilidad y el estado emocional de las mujeres.
“Se estima que 86 % de mujeres con endometriosis padece depresión o ansiedad. La preocupación constante por los síntomas, la incapacidad para concebir en algunos casos y la incertidumbre sobre el curso de la enfermedad pueden provocar altos niveles de estrés y ansiedad. Las mujeres con endometriosis pueden evitar actividades debido a los síntomas, lo que puede resultar en la pérdida de conexiones sociales, llevando al aislamiento social”, explica Luz Marina Araque, terapeuta menstrual y fundadora de ASOCOEN.
Lo más leído
De acuerdo con los profesionales, la endometriosis, que se caracteriza por fuertes síntomas de dolor pélvico crónico, cansancio generalizado, cefaleas, dolor muscular, distención abdominal, estreñimiento y dolor al tener relaciones sexuales, entre otros, impone una carga emocional en la paciente, generando trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión y la bipolaridad, los cuales, a su vez, aumentan la percepción del dolor.
“Cuando aparece la carga psicológica en las pacientes, empezamos a notar un desinterés frente a actividades y la normalización de los síntomas y esto, asociado a un dolor crónico y un diagnóstico tardío, va en aumento. Es por ello que obtener un diagnóstico temprano al sospechar la enfermedad es fundamental. La persistencia de la enfermedad ocasiona la aparición e intensificación de los trastornos psicológicos”, añade el Dr. Daniel Sanabria, ginecólogo oncólogo.
Un estudio de la Universidad de Yale halló que las mujeres con endometriosis tenían 3.6 veces más probabilidades de tener depresión, 2.9 veces más probabilidades de tener trastornos alimentarios y 2.6 veces más probabilidades de tener ansiedad que las mujeres que no la padecen.
Luz Marina Araque añade que la endometriosis, al ser una condición multisistémica, debe ser abordada de manera integral. “En la última encuesta realizada por ASOCOEN se evidenció que solo 15% de las mujeres con diagnóstico reciben apoyo psicológico. Esto debido a que todavía hay mucha desinformación, sumado a los estigmas y tabúes en torno a la menstruación que minimizan el impacto de la endometriosis en la calidad de vida”.
Para el Dr. Sanabria esto aún es un reto para el abordaje de la enfermedad. De acuerdo con el experto, en la actualidad los equipos médicos multidisciplinarios de la endometriosis no cuentan con un fuerte componente de psicología, psiquiatría y terapia sexual.