Crisis de la salud
EPS Sura pide a la Supersalud autorización para dejar de operar como EPS; ¿cómo se realizará esa transición?
La entidad apunta a realizar un “desmonte progresivo” para hacer el retiro del sistema de salud de manera ordenada. Está a la espera de una respuesta de la Supersalud.
Este martes, 28 de mayo, las directivas de EPS Sura presentaron al Gobierno Nacional un Programa de Desmonte Progresivo con el objetivo de retirarse del Sistema General de Seguridad Social en Salud, una solicitud que ya fue radicada ante la Superintendencia Nacional de Salud.
Según explica Sura, la figura jurídica del desmonte progresivo permite el retiro de manera ordenada del sistema de salud. Y la solicitud de la entidad consiste en hacer una “transición coordinada y planificada de sus afiliados, que garantice la entrega completa de la información clínica y favorezca la continuidad del tratamiento, según las necesidades de salud de las personas. Este programa prevé, además, mecanismos para proteger las reservas técnicas de EPS SURA, con el fin de gestionar sus obligaciones con distintos actores del sistema, como, clínicas, IPS y hospitales”.
De ser aceptado el Programa de Desmonte Progresivo, EPS SURA está en capacidad de gestionar responsablemente las obligaciones actuales, haciendo uso de las reservas técnicas que respaldan los compromisos adquiridos. En caso contrario, los resultados e indicadores de habilitación financiera tendrán un deterioro, impactando la capacidad del servicio.
El origen de la crisis
En agosto pasado, tres de las EPS más grandes del país (Sura, Compensar y Sanitas) anunciaron, a través de una carta enviada al gobierno nacional, que estaban reventadas y que, si las cosas seguían como hasta entonces y no les pagan lo que les debían, no irían más. Por primera vez, las tres entidades, que reunían unos 13 millones de usuarios y 34.000 empleados, ponían una fecha para este temido adiós: el mes de septiembre de 2023.
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Las EPS habían sacado sus números en rojos: Sura, Sanitas y Compensar no cumplirían con los indicadores financieros al finalizar ese año, pues habían agotado un capital cercano a los 400.000 millones de pesos, en el caso de Sura; 415.500 millones, en el caso de Sanitas, y 278.700 para Compensar, los cuales fueron construidos durante casi 30 años existencia. Dos razones expusieron para haber llegado a este punto: el pago de la UPC y los presupuestos máximos.
Precisamente, tal como mencionó Juana Francisca Llano, presidente de Suramericana, Sura realizó “un gran esfuerzo para continuar en el sistema de salud (...) Sin embargo, en este momento se deben tomar medidas oportunas para evitar un mayor deterioro que nos impida cumplir con las obligaciones asumidas”.
Agrega que la situación del sistema de salud en Colombia es un problema histórico y estructural. Si bien la salud es un derecho fundamental y lo hecho constituye un gran logro social para el país, la cobertura y los servicios ilimitados contrastan con un presupuesto insuficiente, señalaron las directivas de la entidad.
“Aunque las coberturas han aumentado en los últimos años, los recursos asignados mediante la Unidad de Pago por Capitación (UPC) no alcanzan. Además, los Presupuestos Máximos para lo no incluido en el Plan de Beneficios en Salud (PBS) tampoco cubren las necesidades, agravando las deudas acumuladas. Estos problemas estructurales del sistema de salud han llevado a que EPS SURA no cumpla con el indicador del patrimonio adecuado, dado que se agotó. De hecho, entre 2022 y 2023 se registraron unas pérdidas netas por más de 360 mil millones de pesos. Para el 2024, EPS Sura proyecta que las pérdidas podrían llegar hasta los 500 mil millones de pesos, suma que confirma la inviabilidad de la EPS en las condiciones actuales”.
Juana Francisca Llano, presidente de Suramericana, confirma que la EPS Sura está en riesgo de ser intervenida y manifiesta la voluntad de la entidad de dialogar con el Gobierno. https://t.co/if1kX8qDUN pic.twitter.com/FY9vPaHfMh
— Revista Semana (@RevistaSemana) May 28, 2024
“Los retos estructurales que enfrenta nuestro sistema de salud se han agravado por la insuficiencia de la asignación presupuestal de los últimos años. En esas condiciones, hemos buscado hacer nuestra labor de la mejor manera posible, de la mano de miles de colaboradores y de una amplia red de prestadores con quienes durante 30 años hemos creado relaciones de confianza y compartido el objetivo de cuidar la vida de nuestros afiliados”, agregó Pablo Otero, gerente de la EPS.