Lo dañino en el cigarrillo no es la nicotina sino su combustión ya que el humo contiene cerca de 4.000 productos químicos de los cuales más de 50 producen cáncer.

Salud

¿Es fumador o fumadora pasiva? Estos son los riesgos de aspirar humo del cigarrillo o del vaper

El Día Mundial Sin Tabaco se conmemora en todo el mundo el 31 de mayo de cada año.

30 de mayo de 2023

Antes tabaquismo pasivo, ahora fumadores pasivos. Así se le llama a quienes, a pesar de no consumir cigarrillo o vaper, sí pueden resultar afectados. “El humo que inhala el fumador pasivo es el de la corriente secundaria, que contiene hasta tres veces más nicotina y alquitrán que la corriente principal que aspira el fumador y unas cinco veces más de monóxido de carbono”, señala la Universidad de Navarra.

Agrega la institución española que un fumador pasivo expuesto al humo de tabaco durante una hora, “inhala una cantidad equivalente a dos o tres cigarrillos”. Además, desde el Hospital Alemán, la doctora Elisa Behrmann señala que por más pasiva que pueda parecer estar cerca del humo, esta acción está relacionada con “graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, entre ellas la cardiopatía coronaria, el cáncer de pulmón y el síndrome de muerte súbita en el lactante”. Asimismo, los efectos inmediatos incluyen irritación de los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones. También dolor de cabeza, náuseas y mareos.

Los espacios libres de humo podrían llevar a buen término las intenciones de los fumadores de dejar el cigarrillo.

En cifras, la institución española recalca que un fumador pasivo tiene un 20 a 30% más de riesgo de padecer una enfermedad coronaria y cáncer de pulmón. “Los hijos de padres fumadores tienen un 20% más de riesgo de padecer asma, infecciones respiratorias (30%), otitis (50%), catarros frecuentes, tos persistente, etc”, adicionan.

Cuentan también que en la mujer, el tabaco, reduce la fertilidad, genera mayor riesgo de tener abortos prematuros y espontáneos, produce hemorragias durante el embarazo y complicaciones en el parto. Cuando una mujer fuma durante el embarazo, el feto debe ser considerado fumador pasivo.

Volviendo al humo directo, su afectación a la salud, es una de las razones por las que se han creado zonas libres de humo y en ambientes cerrados. “Al fumar en un ambiente cerrado, las sustancias del humo ambiental de tabaco quedan en suspensión y permanecen por muchas horas e incluso días o semanas. Ventilar abriendo puertas y ventanas no es suficiente”, detalla la doctora Behrmann.

Adiciona que se necesitaría la potencia de un huracán para remover estas partículas, por lo que tampoco sirven los extractores de aire y aunque el olor se vaya al ventilar, “las sustancias quedan en suspensión, pegadas a cortinados, muebles, alfombras, la ropa y el cabello”.

“Para dejar de fumar no es necesario empezar a vapear”: expertos sobre el Día Mundial del Tabaco

La acción y el efecto de fumar podría ser el nombre de una novela que hable de la influencia de la publicidad en la televisión desde el siglo pasado, la lucha a modo de contrapeso desde la ciencia y las organizaciones y la interesante migración y mitificación del uso de vapeadores. Tal vez el fenómeno que hay alrededor de la sencilla y aparente inofensiva acción de aspirar y despedir el humo producido por la combustión del tabaco y sustancias con nicotina resulta uno de los casos de estudio humano más complejo.

Pero más allá de eso, a propósito del mes del control del tabaco y del Día Mundial Sin Tabaco que se conmemora este 31 de mayo, diferentes expertos llaman la atención sobre la necesidad de proteger la salud del consumo o exposición al humo del cigarrillo convencional y el electrónico.

 Según el Dane y el Ministerio de Justicia, un 5 por ciento de los jóvenes que fuman en Colombia prefieren los vapeadores.
De acuerdo con datos del DANE (2019), el 5% de personas entre los 12 y 65 años afirma haber utilizado vapeadores con nicotina en alguna ocasión de su vida. | Foto: istock

“Los vapeadores son una fuente de exposición a sustancias con potencial carcinogénico, promueve daños en las células, afecta la respuesta inmune normal y, en altas dosis, el desarrollo normal de los fetos”, revela un estudio realizado por el Semillero de Investigación Epigenética y Cáncer Pulmonar de la Pontificia Universidad Javeriana.

Reafirmando lo que vienen advirtiendo otras investigaciones y estudiosos del tema: es falso que los vapeadores son inofensivos. “Realmente no hay ninguna condición que nos haga pensar que es menos nocivos o no nocivos, por el contrario, tienen daño a mediano, corto y largo plazo, por lo que deben evitarse en lo posible”, señala el médico especialista en medicina interna y neumología, José Luis Blanco.

Cajetilla de cigarrillos - referencia
Se calcula que durante el siglo XX, el consumo de tabaco mató a 100 millones de personas, es decir, más de las víctimas que dejaron las dos guerras mundiales. | Foto: Getty Images/iStockphoto

“El cigarrillo electrónico también genera cambios en los tejidos que se exponen a la combustión del mismo, no existen asociaciones médicas que recomienden su uso para lograr el abandono o cesación del consumo de cigarrillo convencional y tampoco reduce el daño”, añade la neumóloga Lucía Viola.

¿El cuerpo no está hecho para soportar altas temperaturas al fumar?

Evali (lesión Pulmonar Asociada Al Cigarrillo Electrónico O Al Vapeo) es una enfermedad asociada al consumo de productos de vapeo o cigarrillos electrónicos. En su primera fase se puede manifestar con síntomas similares a los de la neumonía, como tos con expectoración, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar.

Específicamente sostienen que esta condición se da porque la vía respiratoria del ser humano, “no está diseñada para consumir ninguna sustancia a una mayor temperatura de lo que fisiológicamente lo logra toda la parte de la nariz, la laringe, las cornetas y la parte superior”.

Y técnicamente este mecanismo sirve para mejorar la extracción de los gases y el oxígeno del cuerpo, sin afectar la fisiología respiratoria, “por lo que cualquier aumento de la temperatura genera perjuicios físicos, con cambios en las células que pueden causar daños agudos y crónicos”, sostienen.

Cigarrillo
Dejar de fumar es clave para evitar el aumento de colesterol. | Foto: Getty Images

En otras aristas de este tema, el presidente de la Asociación Colombiana para la Salud Pública, ACSP, Juan Eduardo Guerrero, afirma que se deben promover Observatorios sobre el consumo de tabaco en el país. Asimismo, enfatiza en la necesidad de que los gobiernos hagan cumplir las normas establecidas por la ONU y la OMS sobre a la prohibición de consumo, insta a trabajar en legislación para incrementar impuestos y lograr una reducción de su consumo.

También de acuerdo con Martha Herrera, presidenta de la Fundación Inspirat, se precisa trabajar en programas de sensibilización hacia el control del tabaco y cualquier otro elemento que impacte la higiene respiratoria, desde tempranas edades, pues aproximadamente a los 10 años se inicia el consumo y esto implica enfocar el trabajo en núcleos familiares y escolares, así como en la promoción y prevención de estos hábitos que impactan negativamente la salud.

El cigarrillo detona los dientes amarillos.
El cigarrillo detona los dientes amarillos. | Foto: Getty Images /Peter Dazeley

“Para dejar de fumar no es necesario empezar a vapear”

Los expertos médicos hacen las siguientes recomendaciones para dejar de fumar, aclarando que no existen medicamentos que funcionen para quitar el hábito, ni elementos de transición:

  1. Aceptar que se trata de una condición involuntaria y que debe abordarse tal como si se tratara de una enfermedad.
  2. Realizar un diagnóstico a través de un examen físico enfocado en los factores que disparan o perpetúan la condición fumadora.
  3. Incluir terapia de apoyo como: psicosocial, psicológica, psiquiátrica, toxicológica y en algunos casos farmacológica, dependiendo de la gravedad. También es importante empezar a practicar ejercicios de relajación y hacer actividad física.
  4. Según prescripción médica, algunos medicamentos antidepresivos podrían funcionar para quitar el hábito de fumar.
  5. Consultar a un médico para determinar cuál terapia de reemplazo puede ser la más adecuada según cada caso.