Salud
“Es una estupidez alucinante”: farmacéuticas piden no levantar las patentes de medicamentos contra la covid-19
Algunos países promueven exenciones a los derechos de propiedad intelectual de los desarrolladores de fármacos.
Las patentes que tienen los desarrolladores de medicamentos para tratar la covid-19 (incluidas las vacunas anticovid) han generado un fuerte debate desde que se desató la emergencia sanitaria por la pandemia.
Varios países del mundo, liderados sobre todo por los estados de India y Sudáfrica, han hecho esfuerzos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para que estas patentes sean levantadas. Esto implica que los derechos de las farmacéuticas para explotar comercialmente sus propios inventos se verían limitados, pues dejarían de producirlos con exclusividad.
Algunos países argumentan que suspender estos derechos podría salvar millones de vidas debido a que permitiría que se masifique la producción de fármacos en distintas fábricas de medicamentos. Pero las farmacéuticas señalan que esto limitaría el desarrollo científico, precisamente, porque el estímulo económico desaparecería y, con ello, no sería rentable hacer grandes esfuerzos de investigación como los que permitieron desarrollar vacunas contra la covid-19 en menos de un año.
Pues bien, recientemente se avivó la polémica debido a unas declaraciones que hizo Thomas Cueni, director general de la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA).
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Durante una declaración que hizo en una rueda de prensa, Cueni señaló que levantar las patentes puede obstaculizar el desarrollo científico.
Y advirtió que aunque se compartan los secretos industriales que permitieron desarrollar distintas fórmulas farmacológicas, los demás fabricantes seguirán requiriendo la asesoría de las farmacéuticas que originalmente desarrollaron los medicamentos.
“Ese debate simplemente debería haberse cerrado”, aseguró Cueni, citado por la AFP. Y advirtió que, según sus cálculos, la industria farmacéutica estaba haciendo investigaciones sobre 800 tratamientos que podrían servir para contrarrestar los efectos de la covid-19.
No obstante, señaló que solo dos de cada tres medicamentos aprobados para combatir la enfermedad ya existían antes de la pandemia y fueron usados en el nuevo contexto para ver si funcionaban.
El otro tercio, mientras tanto, son productos nuevos. El argumento de Cueni apunta a que si se levantan las patentes para todos los tratamientos contra la covid-19 no habría modo de proteger las invenciones originales.
“Escuché a muchas empresas decir que nunca habríamos considerado arriesgar nuestro negocio principal y verificar si funciona”, advirtió Cueni. Y recordó que la razón por la cual decidieron poner dinero en los proyectos de investigación desde un inicio fue la garantía de que la protección de los derechos de los fabricantes existe.
Por ello, calificó como una “estupidez alucinante” el hecho de que se consideren algunas exenciones de la propiedad intelectual. Y advirtió que la posibilidad de que las pruebas para diagnosticar covid-19 no tuvieran patentes era “ridícula”, pues señaló que no hay fabricantes genéricos de estos insumos médicos.
“Cuando se observa cuánto le costó el covid-19 a la economía mundial, el valor de los tratamientos o las vacunas fue solo una pequeña fracción de eso”, puntualizó Cueni.
A su vez, advirtió que la desigualdad en la aplicación de las vacunas contra la covid-19, que ha sido señalada en reiteradas ocasiones por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene que ver en gran parte con las debilidades estructurales que tienen los sistemas sanitarios en algunos países.
“Necesitamos trabajar en la preparación del país porque una vez que tuvimos no solo un suministro suficiente de vacunas sino un exceso de suministro de vacunas, todavía no vimos que las vacunas llegaran a los brazos de las personas”, anotó Cueni.
A su vez, indicó que era clave para la humanidad que se tuviera en cuenta que el desarrollo y la producción de las vacunas que se dio durante la pandemia de covid-19 fue posible gracias al mercado farmacéutico que existe en la actualidad. Pero señaló que, de todas formas, la desigualdad en el acceso a las dosis es algo que debe corregirse en futuras pandemias.
*Con información de AFP.