Salud
Este es el primer síntoma de cáncer en los huesos
Esta enfermedad puede presentarse en niños y adultos.
El cáncer óseo es una enfermedad que puede originarse en cualquier hueso del cuerpo, pero en la mayoría de los casos, afecta la pelvis u otros de los brazos y las piernas. Este padecimiento es poco frecuente y los tumores óseos no cancerosos son más frecuentes.
Los expertos del instituto de investigación Mayo Clinic aseguran que el término “cáncer de hueso” no incluye los tipos de cáncer que se originan en otra parte del cuerpo y se propagan (hacen metástasis) a los huesos.
“Algunos tipos de cáncer de hueso se manifiestan sobre todo en los niños, mientras que otros afectan principalmente a los adultos. La extirpación quirúrgica es el tratamiento más frecuente, pero también pueden usarse quimioterapia y radioterapia. La decisión de usar cirugía, quimioterapia o radioterapia se basa la condicion de la enfermedad”, precisa.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que hay tres tipos de cáncer óseo y son los siguientes:
Tendencias
- Osteosarcoma: comienza en el cartílago, por lo general después de los 50 años de edad, comúnmente en la rodilla o en la parte superior del brazo.
- Condrosarcoma: inicia en el cartílago, por lo general después de los 50 años de edad
- Sarcoma de Ewing: ocurre más frecuentemente en niños y adolescentes varones menores de 19 años.
Síntomas del cáncer óseo
Los signos y síntomas del cáncer de huesos incluyen los siguientes, siendo el dolor uno de los primeros y el más común, aseguran los expertos.
- Dolor.
- Inflamación y dolor a la palpación cerca del área afectada.
- Debilidad en los huesos, que provocan fracturas.
- Fatiga.
- Pérdida de peso involuntaria.
Los especialistas aseguran que se desconoce la causa de la mayoría de los casos de esta enfermedad. Un pequeño porcentaje de los mismos se ha relacionado con factores hereditarios, mientras que otros tendrían que ver con una exposición anterior a la radiación.
Factores de riesgo
Como se mencionó anteriormente, las razones por las que se presenta este padecimiento no están claras; sin embargo, los médicos han hallado ciertos factores que se asocian con un mayor riesgo, entre ellos:
- Síndromes genéticos heredados. Ciertos síndromes genéticos poco frecuentes heredados de la familia aumentan el riesgo de presentar cáncer de huesos, entre ellos el síndrome de Li-Fraumeni y el retinoblastoma hereditario.
- Enfermedad ósea de Paget. La enfermedad ósea de Paget, que se observa principalmente en adultos, puede aumentar el riesgo de que se presente esta afección en el futuro.
- Radioterapia para el cáncer. La exposición a grandes dosis de radiación, como aquellas que se emiten durante la radioterapia para el cáncer, aumenta el riesgo de que se desarrolle esta enfermedad en los huesos.
Cómo se trata
Las opciones de tratamiento dependen del tipo, tamaño, sitio y estadio o etapa del cáncer, así como de la edad y salud en general de la persona. Las opciones eso incluyen cirugía, quimioterapia, radioterapia, criocirugía y terapia dirigida, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
- Cirugía es el tratamiento habitual para este tipo de cáncer.
- Quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas. Los pacientes que tienen sarcoma de Ewing (de diagnóstico reciente y recurrente) u osteosarcoma de diagnóstico reciente, generalmente reciben una combinación de fármacos anticancerosos antes de someterse a la cirugía. La quimioterapia generalmente no se usa para tratar el condrosarcoma o el cordoma.
- Radioterapia. Comprende el uso de rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. Este tratamiento puede usarse en combinación con la cirugía. Puede usarse también con otros tratamientos para osteosarcoma, condrosarcoma y cordoma, especialmente cuando queda una pequeña cantidad de cáncer después de la cirugía.
- Criocirugía es el uso de nitrógeno líquido para congelar y destruir células. Esta técnica puede usarse algunas veces en vez de cirugía convencional para destruir tumores en el hueso.
- Terapia dirigida. En este caso se utiliza un fármaco diseñado para interactuar con una molécula específica implicada en el crecimiento y diseminación de células cancerosas.