Vida Moderna
Estos son los síntomas de la artrosis, cómo detectarla a tiempo y las opciones de tratamiento
La identificación temprana y la realización de estos tratamientos, permiten disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
La artrosis, una enfermedad reumática que afecta a las articulaciones, es una condición que ha llevado a muchas personas a experimentar dolor, rigidez e incapacidad funcional. Según la Fundación Española de Reumatología, la artrosis lesiona el cartílago articular, provocando síntomas que afectan nuestra autonomía funcional y calidad de vida.
Las articulaciones son los componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento y están formadas por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular. El cartílago articular recubre los extremos óseos que forman la articulación, proporcionando una superficie lisa y deslizante. Sin embargo, cuando este cartílago se lesiona, se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional. La artrosis suele localizarse en la columna cervical y lumbar, articulaciones del hombro y dedos de las manos, cadera, rodilla y articulación del dedo gordo del pie, como explica la Clínica de la Universidad de Navarra.
Síntomas y diferencias con la artritis
El dolor es el síntoma fundamental de la artrosis, que puede ser profundo, insidioso y mal localizado. Según Mayo Clinic, este dolor se desencadena con el movimiento y mejora con el reposo, a diferencia de la artritis, donde la inflamación es la causante de la enfermedad. Además del dolor, la artrosis puede causar hinchazón, deformidades articulares y limitación de la movilidad, lo que dificulta la realización de actividades diarias.
Factores de riesgo y prevención
Si bien, la artrosis no es hereditaria, existe un componente de riesgo genético, junto con otros factores como la obesidad, falta de ejercicio y alteraciones posturales, que pueden favorecer su aparición. Según el portal de la Clínica Universidad de Navarra, modificar estos factores de riesgo está al alcance del paciente y puede ayudar a prevenir o retrasar los síntomas de la artrosis.
Tendencias
Causas de la artrosis
La artrosis se produce cuando el cartílago articular se deteriora progresivamente. Este cartílago es un tejido firme y resbaladizo que permite el movimiento articular sin fricción. Si el cartílago se desgasta por completo, los huesos pueden rozarse entre sí, causando dolor y molestias. Además del desgaste natural con la edad, factores como el género (las mujeres son más propensas), la obesidad, lesiones articulares previas y ciertas enfermedades metabólicas aumentan el riesgo de artrosis, según Mayo Clinic.
Tratamiento y manejo de la artrosis
El tratamiento de la artrosis tiene como objetivo aliviar el dolor y mantener la capacidad funcional. Según la Clínica Universidad de Navarra, existen varias opciones terapéuticas:
- Tratamiento no farmacológico: incluye la fisioterapia y el ejercicio aeróbico como la natación o paseos. Estas terapias pueden mejorar la función articular y reducir el dolor.
- Tratamiento farmacológico: el paracetamol es la primera opción para aliviar el dolor. Los antiinflamatorios no esteroideos, como el celecoxib y rofecoxib, también pueden ser utilizados. En algunos casos, se pueden recetar analgésicos como tramadol o codeína.
- Suplementos: se ha estudiado el uso de sulfato de glucosamina y condroitín sulfato, que podrían estimular la síntesis del cartílago y aliviar el dolor.
- Infiltraciones e inyecciones: el ácido hialurónico y los factores de crecimiento plaquetario pueden proporcionar un efecto analgésico y antiinflamatorio en casos refractarios.
La artrosis es una condición que afecta a muchas personas, pero con el conocimiento adecuado y el tratamiento oportuno, es posible mejorar la calidad de vida y mantener la funcionalidad articular. Entender los síntomas, factores de riesgo y opciones de tratamiento nos permite enfrentar esta enfermedad con mayor eficacia y bienestar. Como siempre, es esencial buscar el asesoramiento de profesionales de la salud para una gestión adecuada de la artrosis. Con una atención oportuna y un enfoque integral, es posible vivir de manera más plena con esta afección crónica.