Salud
Estudio busca estrategias para evitar errores en recetas de medicamentos en Latinoamérica
Las confusiones con el etiquetado son una de las principales causas de las equivocaciones a la hora de suministrar fármacos.
Una de las quejas más frecuentes de los pacientes está estrechamente relacionada con las dificultades para acceder a medicamentos por medio del sistema de salud, pero también hay un problema de salud pública que ha despertado inquietud entre las autoridades sanitarias: los errores en las recetas de fármacos.
Cerca del 27 % de estos errores de medicación están asociados a problemas en el empaque y el etiquetado de los productos, que puede ser confuso tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud (incluidos los farmacéuticos que dispensan las medicinas).
“Los errores de medicación más comunes resultan de la confusión de las personas sobre cuándo y cómo deben tomar el medicamento, lo que provoca que tomen un fármaco o una dosis equivocados. Las razones más habituales de confusión ocurren cuando las personas añaden más de un tipo de fármaco en un solo frasco, colocan los prospectos fuera de la caja del medicamento, no entienden las instrucciones del prospecto, tienen más de un bote con la misma medicación o disponen de tantos medicamentos que no saben cuál es el que deben tomar (o cuáles ya han tomado)”, detalló el Manual MSD de Merck, una guía médica para el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes.
Por eso la ciencia se ha preocupado por esbozar algunas soluciones. De hecho, hay una investigación que está en marcha y busca sopesar el impacto que podría tener el cambio en las etiquetas de medicamentos genéricos inyectables.
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El estudio está liderado por investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia, la Universidad de Guadalajara de México, la Asociación Colombiana de Farmacovigilancia y la Red Latinoamericana de Ergonomía y Factores Humanos en Sistemas de Salud (RELAESA).
La investigación, además, se enmarca en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que viene impulsando la premisa de “medicación sin daño”, con el fin de que los países pongan en marcha estrategias eficaces para mitigar los errores en las recetas médicas.
Como parte del estudio, el Laboratorio Vitalis ha sido el encargado de hacerle modificaciones al etiquetado de los productos inyectables. Entre otros cambios incluyeron la “diferenciación de colores entre productos y concentraciones, mejoras en la legibilidad de los textos, uso de mayúsculas resaltadas en diferentes lugares del nombre del medicamento, eliminación de abreviaturas peligrosas, entre otros aspectos”, según advirtieron en un comunicado de prensa.
Los investigadores usaron grupos focales con el fin de conocer cuál era la forma en la que trabajaban los profesionales de la salud.
En una primera etapa de la investigación, convocaron a estos grupos a químicos farmacéuticos y a profesionales de enfermería que tenían experiencia en el suministro de medicamentos en urgencias y unidades de cuidado intensivo.
Entre otras cosas, hallaron ventajas en hacer más visibles las diferencias en las etiquetas de distintos productos y aumentar la legibilidad de la información que se encuentra en los envases. Según sus cálculos, hacer estos cambios podría ayudar a mejorar la seguridad de la medicación y, con ello, encontraron que el 70 % de los participantes logró reducir el tiempo en el cual ejecutaba sus tareas.
Niños y adultos mayores son los más afectados
Una de las principales inquietudes de las autoridades es que este fenómeno puede afectar especialmente a poblaciones vulnerables.
“Los médicos a veces cometen errores al recetar los fármacos, especialmente en ciertos grupos de población. Las personas mayores, las mujeres embarazadas y los niños están particularmente en riesgo, ya que suelen requerir la administración de diferentes fármacos, dosis distintas, o ambas cosas”, señaló el Manual MSD.
También pueden estar más expuestas las personas que, debido a una condición específica de salud, tienen la necesidad de tomar varios medicamentos al tiempo. Esto puede aumentar el riesgo de presentar interacciones farmacológicas, es decir, que los efectos de los fármacos se incrementen o disminuyan en presencia de otros productos.