Salud
Estudio descubrió que la obesidad provoca cambios en el cerebro similares al alzhéimer
La investigación mostró que tener sobrepeso puede tener implicaciones directas en la materia gris.
El alzhéimer es una de las enfermedades neurológicas que más retos representan para los investigadores científicos, debido a que aún se desconoce sobre su naturaleza. Para empezar, no es claro qué lo causa.
Lo que se sabe, de acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos, es que se caracteriza por un deterioro progresivo del cerebro cauado por un mal funcionamiento de las proteínas neuronales.
“Los científicos creen que, en la mayoría de los casos, la enfermedad de Alzheimer es consecuencia de una combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo de vida que afectan el cerebro a lo largo del tiempo”, señaló la Clínica Mayo.
Eso sí, han identificado algunos factores de riesgo que pueden hacer que los pacientes sean más proclives a desarrollar alzhéimer. Entre otras condiciones que pueden provocar más vulnerabilidad están la edad avanzada, los antecedentes familiares de personas que también desarrollaron la enfermedad, el síndrome de Down y el sexo, pues los datos muestran que es una enfermedad más común entre las mujeres.
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Esta falta de claridad sobre las causas ha generado que por lo pronto los científicos no hayan descubierto un tratamiento que permita curar a las personas que padecen la enfermedad.
No obstante, a diario la evidencia científica sigue acumulándose y cada vez la humanidad descubre un poco más sobre este trastorno neuronal.
Recientemente, una investigación que llevaron a cabo científicos del Montreal Neurological Institute-Hospital de la Universidad McGill halló una correlación entre el deterioro neuronal de las personas obesas y las personas con Alzhéimer.
De acuerdo con un comunicado de prensa de la Universidad McGill sobre esta investigación, otros estudios anteriores ya habían mostrado que la obesidad estaba asociada con los cambios cerebrales que presentaban los pacientes con esta patología.
Por ejemplo, se habían registrado algunas condiciones como el daño cerebrovascular y la acumulación de la proteína beta-amiloide, que está desarrollada con la muerte de neuronas y el deterioro cerebral.
Pues bien, los investigadores analizaron a cerca de 1.300 personas entre las cuales compararon cuáles eran los patrones cerebrales en la materia gris de pacientes con obesidad y alzhéimer. Diseñaron lo que denominaron como “mapas de atrofia de materia gris” cuando compararon los resultados de los pacientes sanos con los enfermos.
Así fue como los investigadores encontraron que la obesidad y el alzhéimer causaban un adelgazamiento similar de la materia gris.
“Por ejemplo, el adelgazamiento de la corteza temporoparietal derecha y la corteza prefrontal izquierda fue similar en ambos grupos. El adelgazamiento cortical puede ser un signo de neurodegeneración. Esto sugiere que la obesidad puede causar el mismo tipo de neurodegeneración que se encuentra en las personas con alzhéimer”, indicó la Universidad McGill.
Entre otras cosas, indicaron que esto se puede explicar debido a que la obesidad es una condición “multisistémica” que afecta varias funciones del puesto en los sistemas respiratorio, gastrointestinal y cardiovascular.
“Nuestro estudio refuerza la literatura previa que apunta a la obesidad como un factor importante en la enfermedad de Alzheimer al mostrar que el adelgazamiento cortical podría ser uno de los posibles mecanismos de riesgo”, señaló en el comunicado de prensa Filip Morys, investigador de doctorado en The Neuro y primer autor del estudio.
“Los resultados plantean la posibilidad de que la disminución de peso en personas obesas y con sobrepeso en la mediana edad, además de otros beneficios para la salud, también pueda disminuir el riesgo posterior de neurodegeneración y demencia”, agregó el científico.
Así mismo, se conoció que el estudio recibió financiación por medio Programa de la Fundación de los Institutos Canadienses de Investigación en Salud, se apalancó con recursos informáticos de Calcul Quebec y Compute Canada, y también obtuvo una beca posdoctoral de Fonds de Recherche du Québec - Santé.