Estudio revela que hurgarse la nariz aumenta el riesgo de contraer covid

Curiosos y reveladores, así son los resultados de un reciente estudio revelado por la publicación Plos One, y retomado por el diario estadounidenses The New York Post, en el que se señala que el desagradable hábito de ‘hurgarse la nariz’, aumenta considerablemente el riesgo de contraer la enfermedad del coronavirus.

De acuerdo con los resultados de la citada investigación, esta se realizó en la ciudad de Ámsterdam, capital de Países Bajos, y se basó en un estudio cuantitativo sobre los casos de contagio que se presentaban en un hospital de referida ciudad, teniendo como objeto de estudio a 219 personas, trabajadores del hospital entre marzo y octubre del año 2020.

En dicho estudio, según precisa el Post, se tuvo en cuenta la tasa de contagios de la enfermedad, contrastada con la practica de este desagradable habito de introducir los dedos en las fosas nasales.

La investigación en cuestión, estuvo a cargo de expertos de la Vrije Universiteit Amsterdam, y sus resultados permitieron determinar que la tasa de infecciones de la referida enfermedad pandémica; el covid, eran mayores entre los trabajadores que habían admitido hurgarse la nariz, refiriendo que la frecuencia de contagio era mucho mayor, frente a aquellos que admitían no ser partícipes de esas practicas.

Según los resultados de esta curiosa investigación, cerca del 17,3% de las personas que aceptaron hurgarse con frecuencia la nariz resultaron positivos para la enfermedad; una tasa relativamente superior al 5,9% de los trabajadores hospitalarios que respondieron a la encuesta negando la práctica de este improductivo habito.

Curiosamente, y pese a lo ‘graciosos’ que pueden resultar los resultados y conclusiones del referido estudio, parte de las conclusiones logradas tras la investigación fue la pertinencia de adelantar una campaña al interior de los centros de atención de salud en pro de generar conciencia sobre este riesgo, advirtiendo la necesidad y conveniencia de desarrollar ‘sesiones educativas’ en pro de prevenir esta práctica de introducir los dedos en las fosas nasales.

Además de esta revelación sobre los riesgos de hurgarse la nariz, los especialistas también se refirieron a que la práctica de ‘comerse las uñas’, puede tener unos efectos similares, advirtiendo que hacer lo en lugares con alta circulación viral, facilita la transferencia de estos gérmenes y enfermedades de forma directa a la mucosa nasal u oral.

Un aspecto para destacar que también se derivó de la referida investigación, es que los expertos no encontraron grandes lazos entre el riesgo de contraer la enfermedad y el hecho de morderse las uñas, usar gafas, e incluso dejarse crecer la barba.

Otro aspecto curioso derivado de la investigación es que un aproximado del 85% de las personas que encuestaron los expertos en la investigación, aceptaron que se han hurgado la nariz de forma voluntaria o involuntaria, En cuanto a ello, las personas más propensas a ello son las más jóvenes, y los miembros del género masculino.

En ese mismo sentido, la revelación sobre la población que más se hurgaba la nariz en ese espacio, reveló que los médicos caen más frecuentemente en esas practicas que las enfermeras, de acuerdo a los resultados de los que hace eco el New York Post.

Sobre el particular, los expertos también denunciaron que basados en ese estudio, la nariz se ha convertido en la principal vía a través de la que ingresa el covid al cuerpo, por lo que es esta mucosa la que mayor cuidado refiere.

Dentro del estado del arte que destaca este estudio sobre los efectos de hurgarse la nariz, los expertos también destacaron la existencia de un estudio que data del año 2022, en el que se encontró mayores riesgos de contraer enfermedades como Alzheimer y demencia en las personas que han aceptado hurgarse la nariz.

En ese sentido, el correspondiente estudio advertía que lo anterior respondía a que “las bacterias pueden viajar a través del nervio olfativo de la cavidad nasal, simplificado a través de un pico, llegar al cerebro y crear marcadores que son “un signo revelador de la enfermedad de Alzheimer”; dicho estudio a su vez estuvo a cargo de expertos de la Universidad Griffith de Australia.