Salud
¿Funciona la vacuna “antiobesidad”? Esta fue la dura advertencia del Invima
La entidad le dedicó una de sus últimas alertas sanitarias a este popular producto que se vende en distintas plataformas.
El mercado farmacéutico tiene múltiples productos que están destinados a regular el peso de los pacientes. No obstante, algunos de ellos hacen promesas que no pueden cumplir e incluso se comercializan sin la autorización de las autoridades sanitarias, lo cual pone en riesgo a los consumidores.
Recientemente, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) emitió una nueva alerta sanitaria en la cual se refiere a una “vacuna antiobesidad” que se está vendiendo en territorio nacional.
De acuerdo con el ente de vigilancia en salud, esta vacuna se comercializa como un medicamento homeopático. Es decir, estaría hecho a partir de procedimientos basados en la medicina alternativa y, según las imágenes compartidas, viene en una serie de frascos oscuros de tapa azul.
“Este producto no se encuentra amparado con un Registro Sanitario emitido por la autoridad competente bajo dicha denominación o marca comercial, por lo tanto, su distribución y venta se constituye en una actividad ilegal que contraviene la normatividad sanitaria vigente”, señaló el Invima en su alerta sanitaria.
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El hecho de que no tenga registro sanitario no solo implica que el producto en cuestión no cuenta con el permiso de las autoridades para ser comercializado en Colombia, sino que tampoco ha sido sometido a las evaluaciones de los expertos que permiten medir qué tan seguros y eficaces son.
En esa medida, el Invima sostuvo que la vacuna antiobesidad “no cuenta con registro sanitario a la fecha, por lo que no ha sido evaluado en aspectos de calidad, seguridad y eficacia, representando un riesgo para la salud de los consumidores. Adicionalmente, se desconocen aspectos relevantes como su composición (fórmula cualicuantitativa), condiciones de almacenamiento, transporte y distribución”.
Así mismo, el ente sanitario advirtió que el medicamento se está ofertando por “plataformas oficiales”, pese a que a la luz de las normas actuales es considerado como fraudulento.
También señaló que en alertas sanitarias previas ya ha manifestado sus reparos frente al uso de estos productos debido a los riesgos que representan para la salud de los consumidores.
Según el Invima, estos medicamentos que se comercializan de forma irregular “hacen alusión a propiedades no autorizadas que dan lugar a expectativas falsas sobre la verdadera naturaleza, origen, composición o calidad de dichos productos”.
Por ello, se les recomienda a los consumidores colombianos que siempre que adquieran un producto, más aún cuando se trata de un medicamento, procuren verificar aspectos claves que garanticen su seguridad, como el registro sanitario vigente emitido por el Invima, la fecha de vencimiento y los ingredientes que incluye.
En el caso puntual de la vacuna antiobesidad, el Invima señaló que los usuarios que ya lo hayan comprado deben suspender su consumo y que las autoridades deben vigilar si hay sitios en su jurisdicción donde se esté vendiendo este producto.
¿Hay medicamentos seguros para la obesidad?
Aunque hay muchos medicamentos para la obesidad que pueden resultar nocivos para la salud en la medida en la que no han sido sometidos a ensayos clínicos, hay otros que sí han pasado por la lupa de las autoridades.
Un ejemplo de ello es el Ozempic, un medicamento que frecuentemente se usa para tratar la diabetes pero ha demostrado ser efectivo para regular el peso de los pacientes. Por ello, ha causado gran furor en varios países de Europa y en Estados Unidos.
De hecho, según le dijo el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, Javier Escalada, a la Cadena Ser “se observó que (el Ozempic) conseguía pérdidas de peso muy significativas y ese hecho dio lugar al desarrollo de estudios clínicos con la semaglutina en personas con obesidad sin diabetes, observando que, efectivamente, también en esas circunstancias la pérdida de peso es muy importante”.
En Colombia también puede conseguirse, pero solo con fórmula médica. En otras palabras, los pacientes solo deben consumirlo con la supervisión y la receta de un profesional médico.