Crisis de la salud
Gerente de Nueva EPS explica en SEMANA las razones del cese de pago a varias IPS: “La radicación de facturas está desbordada”
Julio Alberto Rincón habla de la situación de esta aseguradora cinco meses después de que comenzara el proceso de intervención por parte del Gobierno nacional.
SEMANA: Nueva EPS anuncia que suspenderá pagos a más de 140 IPS en el país por sospechas en la facturación. ¿Qué es lo que han encontrado?
Julio Alberto Rincón (J. R.): Que un número importante de prestadores de salud, 144 en total, han tenido una variación desbordada en los montos de la facturación, aumentando hasta en 80 y 100 % de un mes a otro. IPS que facturaban 100 millones, al mes siguiente lo hacían por 200 o 150. Nosotros entramos a verificar y aclarar para ver si existe justificación para ese cambio de facturación. Por eso, se suspenden. No significa eso que haya fraude o dolo, pero sí genera sospecha. Y, si encontramos que existe una justificación real, pues reconocemos ese valor de la factura. Es nuestra obligación cuidar los recursos.
SEMANA: ¿En medio de la crisis que vive el sistema de salud es probable que varias IPS estén buscando obtener más recursos?
J. R.: Siento que como advertimos que se iba a pagar la cartera corriente, muchas IPS aparecen diciendo: “nosotros no hemos entregado facturación”. Y empiezan a meter facturas viejas. Y me empiezan a presionar para pagar. Pero, lo que hecho en mi mandato legal es pagar las atenciones corrientes, lo que ellos van prestando. Hasta el mes de agosto tengo servicios de este año que suman unos 12,5 billones de pesos. Pero también radicaciones de facturas muy viejas. Encontré facturas de 2008 y de 2010. Hay que revisarlas, porque son 4 billones de pesos por pagar de facturas de 2023 hacia atrás. La radicación de facturas está desbordada.
Lo más leído
SEMANA: ¿Qué va a pasar con esas facturas en las que, aparentemente, se cobran servicios prestados hace tantos años?
J. R.: Pienso, en algún momento dado, no aceptarlas. Y verificando, sobre todo, que ese servicio no haya sido cobrado antes y se haya pagado. Toca vigilar que el dinero de la Nueva EPS sea correctamente gastado y se paguen servicios reales porque sí llama la atención por qué este año se han radicado miles de facturas de servicios de años anteriores.
SEMANA: ¿Cómo es esa presión que denuncia que está recibiendo de algunas IPS?
J. R.: Dicen que en caso de no pago, dejarán de prestar los servicios. Es un tema complejo: porque he sido claro en que se pagarán los servicios de este año. Las facturas de años anteriores entrarán a la mesa de conciliación, no dentro del pago corriente. Si puedo concentrarme en el pago de los servicios corrientes, les puedo cumplir a todos los prestadores y darle flujo al sistema.
Cinco meses de la intervención de Nueva EPS
SEMANA: Todo esto sucede mientras se cumplen cinco meses de intervención de la Nueva EPS por parte del Gobierno nacional. ¿Qué balance hace?
J. R.: Siento que a los colombianos les encanta buscar culpables. Y buscan culpar de todos los problemas al agente interventor. Y no que se trata de un sistema que está siniestrado. Uno como agente interventor es un accidente, alguien a quien le toca simplemente manejar esto, y que busca que los recursos de la salud se cuiden. Como agente interventor he encontrado cosas que me han generado angustia porque la salud de los colombianos se ha visto seriamente afectada y eso se ve por ejemplo en las fallas que hay para la detección de cáncer. Hay cifras contundentes: en Nueva EPS se ha hecho cobertura de mamografía a la población, entre el 30 y el 35 %. Y eso es malo. Pero es peor entender que la sensibilidad con la que esa mamografía se está tomando no es la adecuada: esperaba que el equipo tuviera más precisión para hacer más preciso el diagnóstico. Y después de muchas de esas mamografías no se toman biopsias confirmatorias. ¿Por qué no se está encima de esos pacientes buscando que sean atendidos?
SEMANA: El Gobierno insiste en que se han aumentado los recursos de la salud, pero muchos actores, entre ellos las EPS, apuntan a que los recursos son insuficientes. ¿Cuál es su percepción?
J. R.: Se están invirtiendo mal los recursos de la salud, cuando se debería de estar invirtiendo en alta tecnología y especialistas. Eso nos pasa la cuenta de cobro. Un cuadro gripal, en un pequeño municipio, no nos tiene por qué costar hasta 30 mil pesos, como pasa ahora. Y en un hospital, hasta 1 millón de pesos. Un cáncer de mama, diagnosticado oportunamente, puede costar 20 millones, incluido el estudio genético. Cuando se detecta metastásico puede valer hasta 300 millones de pesos.
SEMANA: Usted ha dicho que, además de facturas y de dinero, es hora de hablar de salud. ¿Cómo le ha ido en esa tarea?
J. R.: Realmente, creo que la gran falla de nuestro sistema de salud es que la atención primaria en salud está en una especie de oscurantismo tecnológico. ¿Y qué significa esto? Nuestros médicos, hace 30 años, resolvían y la comunidad creía en ellos. Pero hoy hay médicos diagnosticando con tecnología de hace 40 años, cuando yo estudiaba como médico interno. Hay que dar el salto hacia la tecnología médica que hoy está disponible. La meta es lograr una atención primaria resolutiva. Esa es la base del sistema. La mejor tecnología del mundo debería estar en la puerta de entrada hasta en los hospitales más apartados. Con eso se reducirían los costos significativamente.