SALUD
Guillermo Alfonso Jaramillo se desata de nuevo: “Triplicaron camas de cuidados intensivos por negocio y las EPS vienen a chillar”
El ministro de Salud aseguró que la adquisición de camas de cuidados intensivos en la pandemia fue un negocio. Previamente, validó teorías de conspiración sobre las vacunas aplicadas al mundo para contrarrestar el coronavirus.
A Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez se le crisparon los ánimos en medio de los debates de la reforma a la salud y terminó sacando una faceta que no se le había conocido hasta antes de su aterrizaje en el gobierno de Gustavo Petro: la de un funcionario con comentarios antivacunas que hasta puso en duda la necesidad de comprar medicamentos para alargarles la vida a las personas.
Jaramillo Martínez, un reputado médico cirujano cardiovascular pediátrico que se especializó tanto en su profesión hasta convertirse en uno de los más experimentados doctores habilitados para hacer cirugías a corazón abierto a niñas y niños, pasó de la fama al desprestigio en los siete meses que lleva ocupando la cartera de Salud.
Este 6 de diciembre, luego de que la reforma a la salud fuera aprobada en Cámara de Representantes, aún queda el trámite en Senado y en la Corte Constitucional, el jefe de la cartera de la salud se desató de nuevo. Lo hizo luego de validar teorías conspirativas en las vacunas que le aplicaron a la población mundial para contrarrestar el coronavirus y echarse para atrás producto del escándalo de sus declaraciones.
En esta oportunidad dijo: “Yo veo aquí a todas las EPS llorando y me hago una pregunta: ¿por qué siguen en el negocio si no es negocio?, ¿qué es lo que hace que esto sea tan rentable, por qué las EPS pierden tanto y siguen en el negocio?”, aseveró.
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También aseguró que, en pandemia, el negocio fue triplicar las unidades de cuidados intensivos. “Les pagaban por cama abierta en cuidados intensivos. Todo el mundo se puso a hacer cuidados intensivos. Triplicaron las camas de cuidados intensivos porque era un negocio, porque así no estuviera la cama llena les pagaban”, agregó el ministro.
“Ningún país del mundo tuvo que ampliar las UCI como las ampliamos aquí. Pusimos unidades de cuidados intensivos en sitios donde nunca me hubiera dejado intubar. Eso no es intubar y poner un equipo, un respirador. Se generan más muertes con eso que con cualquier otra cosa”, agregó el ministro de Salud, al señalar que “las EPS vienen a chillar”.
Previo a señalar que las unidades de cuidados intensivos en pandemia fueron un “negocio oculto”, el ministro afirmó: “No podemos ser factor de experimentación. Todos los que estamos vacunados hoy, con excepción de los que cogimos Sinovac, yo tengo Sinovac, toda la nueva tecnología y todas las vacunas entraron aquí sin permiso. Fuimos y nos convertimos en un experimento, todos los colombianos que están vacunados sirvieron para el más grande experimento que se haya hecho en la historia de la humanidad”, aseveró el ministro Jaramillo. Su despacho terminó publicando un comunicado en el que aclaró que sus apreciaciones no van en contra de la vacunación y que “siempre ha estado a favor de la vacunación”.
Esas declaraciones las dio ante la Comisión Primera del Senado y fue tal la subida de tono en esa comparecencia que hasta puso en duda la necesidad de comprar medicamentos costosos para preservar la vida de los más enfermos, como una crítica al sistema de salud actual. “Y queremos que cuando nos estemos muriendo, traer todas las drogas más costosas del mundo para tratar de salvar a las gentes. Darles dos, tres, cuatro o seis meses más de vida. No, tampoco así, tampoco así”, aseguró Jaramillo.
En esta oportunidad también lució vehemente para preguntarles a las EPS por qué “chillan” si se supone que el negocio no es rentable. Tras incesantes semanas de discusión, rechazo, indignación y toda una oleada de ambientes que marcaron el segundo debate de la reforma a la salud en la Cámara de Representantes, lo impensable sucedió: aprobada, luego de cinco meses. El proyecto debe pasar a Senado y, eventualmente, de ser aprobado, a revisión de la Corte Constitucional.